¿Con qué nombre se conocía la ciudad de Alicante hace veinte siglos? El arqueólogo y director del Marq, Manuel Olcina, tiene una lista de respuestas para la pregunta y van más allá de Lucentum.
Sentado en la terraza de la cafetería, Olcina recuerda que "el primer nombre cierto de Alicante es de Pomponio Mela". Este geógrafo nacido en Algeciras y que moriría en Roma tras vivir bajo el mandato de los emperadores Calígula y Claudio recoge en De Chorographia la ciudad de Lucentia.
En esta obra del siglo I de nuestra era, Mela cuenta a través de tres volúmenes las ciudades que había bajo el Imperio romano. Y una de las cosas que enfatiza Olcina es que al usar esta palabra, que se traduce por Brillante o Luminosa, la distingue de otras denominaciones habituales en la época.
"Es un apellido que le dan a la ciudad igual que a Granada se la llamó Florentia", explica. En esa línea a otras urbes las calificaban como Valentia, Potentia o Fadentia. "Pero Lucentia tiene unas características físicas que se reconocen, no es abstracto como Valentia o Potentia", recalca.
"El siguiente nombre que aparece es Lucentum, que es el que trae Plinio". Y de este historiador nacido en Italia cuya influencia marcó durante siglos a los historiadores, Olcina precisa que el término usado "tiene una forma rara porque no aparece conjugada del verbo luceo, cuyo participio presente es lucentia, lucente, así que lucentium sería el genitivo".
La evolución de Lucentia a Lucentum tendría otra deriva más en el siglo II de nuestra era, esta vez de la mano del geógrafo egipcio Claudio Ptolomeo. Este lo traducirá al griego como Lucentom.
"El nombre más tardío que aparece es Lucentes, que aparece en una cita tardía del siglo VIII en el libro Anónimo de Rávena, que refleja ese nombre de la época". Esta compilación de geografía que utiliza fuentes de distinta procedencia, como indica el director del Marq, "cogiendo unas fuentes de aquí, hay una ciudad que se llama Lucentes. Pero Lucentes en el siglo VIII no existía. Ese nombre es el de la ciudad alto imperial, de la época de la inscripción del siglo II".
¿Y cómo lo llamaban los que vivían aquí, no los geógrafos romanos? Olcina responde que "por la epigrafía romana sabemos que lo llama Lucens o Lucentes o Lucentis", en referencia a los estudios de las inscripciones latinas grabadas en diferentes restos arqueológicos encontrados.
Así, por ejemplo, cuenta que en una de ellas indican que "son cargos sacerdotales de Lucentis". "El nominativo latino es el que daría el nombre de la ciudad" y "aparece la declinación latina con un genitivo".
El error de interpretación
Los ojos de Olcina brillan al ir desgranando las diferentes versiones y los matices que aparecen con cada una de ellas. Por eso recuerda que si "tenemos la constatación de que el primer nombre del que hablan los autores latinos es Lucentia", "ha habido un error en la interpretación porque se pensaba que era el plural de Lucentum, porque es un neutro que al declinar sería en -a, Lucentia".
"Y esa confusión", prosigue, "surge porque en la cita de Pomponio Mela aparece en acusativo: Ave, Lucentiam, que se está hablando de la primera declinación. Se está sustantivando un participio presente del verbo luceo, que significa brillar". Por eso recalca, "a pesar de esas variaciones, sigue significando lo mismo: brillante".
Las confusiones en Alicante no son únicas. Así Olcina cita el caso de la ciudad italiana Ferentium, con una variación de términos. "Eso es porque en la antigüedad no tenían el registro de nombres que tenemos ahora: hay errores gramaticales, de apreciación", justifica.
La piedra brillante
El razonamiento del director del prestigioso museo vuelve al que considera una de las claves. "Todo esto lleva a pensar que se califica a la ciudad por una característica visual, que brillaba". Un hecho que cree que se podría referir al Benacantil o al cabo de las Huertas "porque los navegantes veían en él piedras blancas. Si ves toda esta zona por la tarde, el sol le da un aspecto brillante. Y estos decían que les resultaba llamativo el color blanco del Benacantil. Y eso era un punto de navegación que les orientaba".
La opción que rechaza es que se trate de un nombre ibérico, "como algún autor ha dicho que Lucentum sería una derivación. Todos los nombres ibéricos conservarían la Il inicial, como Ilici, Ilerda, Ilorci. Pero en este caso no, porque el primer nombre que se le pone es Lucentia que es un epíteto, que significa una cualidad física. Y eso enlazaría con Akra Leuké, porque Leuké significa brillante y blanco en el griego del siglo III antes de Cristo".
"De todos los nombres de la ciudad romana de Lucentum, el más real y auténtico es Lucentis o Lucentes porque es lo que grababan ellos en la inscripción. Y cuando uno pasara delante de ese monumento funerario y veía que en la inscripción lo ponía ¿entendería Lucentis como ciudad brillante? Claro".