Doce siglos atrás, las flotas vikingas causaban el terror en Europa. Con sus incursiones llegaron hasta la costa de Alicante y se adentraron hasta Orihuela. Una muestra del Marq en Benidorm recuerda las importancias de las fortalezas defensivas en la historia de la provincia.
Esta es una de las múltiples historias que se pueden descubrir en el Museu Boca del Calvari donde está exhibiéndose este verano la nueva edición de Guardianes de Piedra. Los Castillos de Alicante. En el repaso a estas fortificaciones se menciona la invasión normanda de Orihuela, un tema que abordaron más profundamente en otra exposición, Vikingos. Guerreros del norte, gigantes del mar.
Pero si se trata de echar la vista atrás, hay que remontarse a finales del primer milenio de nuestra era, cuando los vikingos alcanzaron las costas del norte de la Península Ibérica. Esta era la que llamaban ruta del Oeste y que les trajo con las mismas corrientes atlánticas que les habían llevado hasta el sur de Inglaterra y la costa de Francia.
[Los guerreros de Xi'an siguen implacables aplastando récords en Alicante y ya tienen 126.000 visitas]
La gran diferencia respecto a aquellos territorios es que la península suponía la excepción del continente europeo por la existencia de al-Ándalus. El catedrático de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad de Alicante Francisco Franco-Sánchez lo explica en el catálogo del Marq dedicado a Orihuela: "Estos pueblos escandinavos a mediados del siglo VIII emprendieron sistemáticas incursiones contra el flanco atlántico de la Península Ibérica, sufriendo las consecuencias de sus depredaciones tanto los pueblos cristianos del norte, como los musulmanes del sur".
Los testimonios de los historiadores árabes permiten saber cómo eran estos ataques y hasta dónde llegaron. El geógrafo al-Zuhrī lo describía así en el siglo XII, según recoge el catedrático: "Son grandes embarcaciones que navegan hacia adelante y hacia atrás, con altas velas. En ellos salían pueblos conocidos por mayus, dotados de agudeza y de gran valentía en la navegación del mar. Cuando salían quedaban vacías ante ellos las costas por temor a ellos".
Y con razón porque en la primera mitad del siglo IX el choque entre ambos bandos fue muy cruento en Sevilla y Lisboa. Pese a ello, como indican en el Marq, "nunca se llegó a producir una colonización debido, posiblemente, a la fuerza del Emirato Cordobés". El emir Muḥammad I lo sufrió con una larga ofensiva normanda de tres años en la que se produciría el asalto a Orihuela.
['Un museo al aire libre': Benidorm se postula como capital cultural de la Comunidad Valenciana]
Entre abril del año 858 y el de 859 "una gran flota de normandos vio rechazadas sendas tentativas de desembarco en el litoral gallego y en el Guadalquivir. Ante estas circunstancias, tras asaltar Algeciras, se dividieron en dos secciones", indica Franco-Sánchez. Una de ellas es la que siguió la actual costa andaluza hasta llegar a la de Alicante, en donde desembocaba el Segura.
El río que cruza Orihuela se convertía en la entrada para estas tropas. Eso sí, "este asalto a Orihuela parece que se sale de lo habitual en su modo de actuar", indica el catedrático, ya que su cauce seguramente no era navegable. De todos modos, sí se sabe que podían acampar en la desembocadura y desde ahí realizar sus incursiones al interior.
Franco-Sánchez recoge los testimonios de tres historiadores que en los siglos XI y XIV abordan este episodio. "Vagaron por la costa de Tudmīr, para terminar llegando a
la fortaleza de Orihuela", entonces denominada ḥiṣn Awriyūla. A su vuelta al Mediterráneo "fueron alcanzados por la flota cordobesa, que logró acabar con una buena parte de las embarcaciones normandas".
El misterio del ataque
¿Qué pasó en Orihuela? Los mencionados textos posteriores a este ataque no dan demasiados detalles de lo que pudo haber sufrido la fortaleza del Llano de San Miguel de Orihuela. Por eso este experto estima que lo lógico es suponer que sufrieron "saqueo y
pillaje de una fortaleza prácticamente vacía". "Se podría aventurar que hubo las destrucciones necesarias para entrar en la ciudad", añade, aunque "no parece que atacaran la mezquita, pues las fuentes lo hubieran explicitado".
Este es tan solo uno de los episodios que se puede descubrir en la muestra itinerante del Marq Guardianes de Piedra. Los Castillos de Alicante que han ampliado en Benidorm con nuevos contenidos sobre La Torre de Les Caletes bajo el título El Guardián del Mar.