Los presupuestos autonómicos del Botánico siguen completamente al margen de la realidad cultural de la provincia de Alicante. El Gobierno de Ximo Puig está sacando pecho por aumentar la aportación a la Fundación del Museo Arqueológico provincial de Alicante (MARQ). Presupuesta más pero mantiene la deuda con la institución.
Y es que mientras que en el capítulo 2 de las cuentas autonómicas se recoge que crece la aportación de la Generalitat a la Fundación MARQ para sus "gastos de funcionamiento", a 16 de diciembre todavía no ha pagado los 140.000 euros comprometidos en los presupuestos de 2022 para el museo alicantino.
No sólo eso. Según fuentes de la Diputación, la Fundación MARQ tampoco ha recibido los 140.000 euros consignados en 2019, antes de la pandemia, pese a a que ya han pasado tres años y aparentemente se ha superado la crisis sanitaria que pudo provocar aquel retraso.
En el trasfondo de la situación, sin embargo, no es difícil entender que el verdadero problema de la Generalitat es el nulo diálogo con la Diputación de Alicante. Más aún, cuando los tribunales han dado la razón a la institución provincial alicantina imponiendo como medida cautelar que no se aplique la Ley del Fondo de Cooperación Municipal de Puig hasta que no haya sentencia por el caso.
Y ese nulo diálogo se demuestra de nuevo cuando las cuentas del equipo de Puig recogen por primera vez una aportación de dinero la Fundación del Auditorio Provincial de Alicante (ADDA). Ni más ni menos que un millón de euros. Un dinero con consensuado con la diputada provincial de Cultura y vicepresidenta de la institución, Julia Parra.
Según Parra, se han enterado de las intenciones de la Generalitat de empezar a ayudar al ADDA a través de la prensa porque nadie de la Conselleria de Cultura (en manos de la nacionalista Raquel Tamarit) ni de Presidencia de la Generalitat se han puesto en contacto con ellos para interesarse en las necesidades del Auditorio.
Sea como fuere, estas partidas presupuestarias parecen querer equilibrar el gasto que sí hace en materia cultural la Generalitat en las otras dos provincias de la Comunidad, Valencia y Castellón: Real Academia de Bellas Artes San Carlos (110.000 euros), Auditorio Municipal de Pobla Llarga (366.000 euros), Palau de la Festa de Castelló (693.000 euros).
También, el Santuario de Sant Joan de Penyagolosa 1,3 millones de euros), Palau del varó de Vallbert (600.000 euros), Palau de les Arts (20,6 millones de euros, más inversiones), Instituto Valenciano de Cultura (48 millones de euros, además de inversiones), Instituto Valenciano de Conservación y Restauración (3,3 millones de euros), IVAM (4,5 millones de euros), entre otros.
Mientras, la provincia apenas cuenta con financiación para las actividades conveniadas con la Diputación, Alcoy Cultural 990.000 euros, Palmeral de Elche (200.000 euros), Misteri de Elche (100.000 euros) Fundación Miguel Hernández (65.000 euros), entre otras de cuantía menor.
Alfons El Magnànim
Nuevamente, la Generalitat ha consignado una partida de 250.000 euros para el Consorcio Àlfonso El Magnànim, una institución de la Diputación de Valencia que Compromís, desde la Conselleria de Cultura, quiere convertir en el referente cultural de la Generalitat Valenciana dándole ámbito autonómico.
Ya el año pasado, cuando el anterior conseller Vicent Marzà, expuso la idea, le llovieron todo tipo de críticas desda la provincia de Alicante por cuanto supondría una nueva amenaza a la autonomía provincial. Y es que Alicante cuenta con el Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert, dependiente de la Diputación, que no recibe dinero desde la Generalitat.