Ni es nuevo ni es un campo de debate exclusivo entre los cientos de miles de turistas que visitan la ciudada cada año: durante décadas los benidormenses han tenido distintas opiniones sobre cuál es la mejor playa de la capital turística, una cuestión que, más allá de la charla trivial de cada verano, ha marcado el imaginario colectivo y el carácter de todo el pueblo. 

Paseos peatonalizados (o a punto de peatonalizarse), un casco antiguo reformado y un desarrollo urbanístico incipiente hacia la Cala de Finestrat, el Benidorm de hoy se parece poco al de finales de los años 90. Pero hay una cosa que sigue invariable: su filosofía de expansión urbana, abrazando a la costa y sin alejarse de ella. 

De hecho, una de las principales ventajas de Benidorm es que la mayor parte de su crecimiento ha sido en vertical, con los rascacielos recortando el horizonte en la mayor parte de los barrios de la capital turística. Eso quiere decir que es muy raro alojarse en cualquier sitio que esté a más de diez minutos caminando de cualquiera de sus dos playas principales, Levante y Poniente.

Se trata, por tanto, más de una cuestión de gustos que de ubicación geográfica. Y aquí ya entra en juego los pros y los contras que cada uno quiera ponerle. Aquí resumimos algunos de ellos. 

Playa de Levante 

Es la más conocida de Benidorm y la principal estampa que se utiliza cuando se ilustra la ciudad en los medios de comunicación: con su skyline de primera línea y un paseo completamente peatonalizado, la panorámica aérea de Levante es un resumen perfecto de la parte más turística de Benidorm.

Se trata de una playa con una extensión de unos 2 kilómetros entre Punta Pinet, en el Rincón de Loix, y Punta Canfali, en el centro urbano. Los edificios de apartamentos, hoteles, restaurantes y pubs se amontonan en toda su extensión de forma paralela a la Avenida del Mediterráneo, una de las principales arterias de la ciudad, y cruzan por la zona inglesa, donde cientos de miles de británicos veranean todo el año. 

Sus ventajas son su accesibilidad, su condición de icono y sus servicios: está completamente equipada, su orientación permite que tomar el sol durante la mayor parte del día y cuenta con Bandera Azul desde el año 1987, lo que acredita la calidad de su arena y de sus aguas.

Su principal desventaja es que, al ser la más conocida, es también la que más afluencia tiene. Aunque para algunas personas eso no sea precisamente un hándicap.

Playa de Poniente

Poniente comienza justo en frente del Puerto de Benidorm, y se extiende hasta la Cala de Finestrat. Tiene más de 3 kilómetros de longitud, lo que la convierte en la playa más extensa del municipio. Es, además, más ancha que Levante, por lo que es más difícil encontrarla saturada. 

Uno de sus elementos más característicos es su paseo, diseñado por Carlos Ferrater i Lambarri y Xavier Martí i Gal, y que fue reconocido con el Premio Nacional de Arquitectura 2011. Su asignatura pendiente es completar la peatonalización de la zona, aunque actualmente el tráfico ya se encuentra restringido y es habitual ver a ciclistas y runners recorriendo toda su extensión. 

En cuanto a desarrollo urbano, Poniente es una zona en plena expansión de Benidorm. La multinacional H10 acaba de abrir aquí su primer hotel en la ciudad, y se están construyendo varios edificios de lujo como la Delfin Tower o el Intempo, de inminente puesta en funcionamiento.

La promotora TM impulsa en los terrenos de Vía Parque, justo encima de la playa, su mayor promoción de suelo en España, con dos torres a punto de finalizar y otras dos que empezará a construir en breve. 

A nivel de servicios, cuenta con plataformas flotantes, biblioplayas, juegos infantiles, juegos lúdicos-deportivos, zonas de sombra para la lectura o el servicio de playas accesibles. También cuenta con Bandera Azul desde 1987.

Playa del Mal Pas

Esta pequeña playa de apenas 120 metros está situada entre Levante y Poniente y justo debajo del Castillo, desde donde Benidorm se defendía de las incursiones de los piratas.

Su pequeña extensión hace que se llene muy rápidamente, aunque cuenta con la ventaja de la ubicación: está en pleno Casco Antiguo, uno de los puntos turísticos más importantes de la ciudad. Dispone de Bandera Azul desde 1987.

Otra de las ventajas es que frente a esta playa se encuentra la Isla de Benidorm, que cobija una plataforma sumergida conocida como La Llosa, una importante Reserva Marina con excelentes fondos para los amantes del submarinismo.

Cala del Tio Ximo

Finalmente, a los pies de la Sierra Helada y en la zona norte del término municipal se encuentra esta pequeña cala abrazada por acantilados. Destaca por sus aguas claras, por lo que es perfecta para la práctica del snorkel.

También suele ser poco concurrida porque, a diferencia del resto, lo habitual es coger el coche para llegar a ella. Además, cuenta con puestos de vigilancia y socorrismo.