La Policía Nacional ha detenido en la localidad de Benidorm a una mujer, de 59 años, como autora de un delito de descubrimiento y revelación de secretos al mostrarle a la mujer de uno de sus empleados unas imágenes de este en las que se podría demostrar una supuesta infidelidad.
La arrestada, de nacionalidad española, traspasó el local a finales de agosto del año pasado, si bien el perjudicado siguió en el mismo trabajando para el nuevo propietario. Y al parecer este hecho generó desavenencias entre uno y otra.
Lo que hizo que la anterior propietaria del local se personara en el lugar de trabajo de la mujer de su ex empleado para mostrarle unas imágenes de las cámaras de seguridad del local en las que se le podía observar en actitud amorosa con otra mujer.
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El perjudicado tras recibir la llamada de su mujer extremadamente nerviosa y pidiéndole explicaciones, se personó en la Comisaría de la Policía Nacional en Benidorm donde expuso los hechos. Allí manifestó que presuntamente, su ex jefa había utilizado las imágenes de vigilancia del CCTV del establecimiento que grababan cocina, barra y almacén, en las que se le podía observar con otra mujer para mostrárselas a su pareja.
Otros sucesos
En Alicante, un joven, de 23 años, ha sido detenido acusado de ser el presunto autor de seis hurtos cometidos en menos de un mes en otros tantos establecimientos próximos entre sí del centro de la ciudad. El investigado se hacía pasar por un fontanero que alertaba de supuestas fugas de agua en los aseos de los comercios afectados.
Según han informado este miércoles fuentes de la Policía Nacional, el sospechoso habría sustraído, en total, seis teléfonos móvil valorados en más de 3.000 euros, 110 euros en caudales y varios décimos de lotería por un importe superior a los 600 euros.
El joven irrumpía en las tiendas con el pretexto de que, a causa de unas "obras" que se llevaban a cabo en el piso de arriba, se estaba filtrando agua en los negocios.
En otras ocasiones realizaba preguntas sobre los productos que se vendían en esos comercios para, en un descuido, hurtar dinero o los teléfonos móviles de los empleados o propietarios.
En la primera denuncia, el detenido le pidió a la víctima que entrara un momento al baño y que mantuviera el grifo abierto para hacer sus comprobaciones. Luego, y tras escuchar cerrar la puerta principal, el perjudicado descubrió que el joven le había robado dos teléfonos móviles por valor de 650 euros.
Tres días más tarde y con la misma excusa, el arrestado sustrajo una caja de caudales que contenía 110 euros en efectivo y décimos de lotería valorados en 690 euros. En el tercer y cuarto hurto, ambos perpetrados el mismo día y con idéntico procedimiento, se apropió de dos teléfonos valorados en 200 y 1.327 euros, respectivamente.
En los dos últimos robos cuya autoría se le atribuye se habría apoderado de sendas terminales de 450 y 840 euros.
Los investigadores centraron sus pesquisas en las grabaciones de seguridad de los establecimientos, lo que permitió identificar al presunto ladrón, quien fue también reconocido fotográficamente por las víctimas.
El detenido, un delincuente conocido por la Policía, ha sido puesto a disposición del Juzgado de Instrucción de guardia.