Benidorm

Dar forma al desarrollo del Plan Ensanche Levante de Benidorm, el megaplan urbanístico que pretende convertirse en una prolongación del urbanismo de la zona más conocida de la capital turística, implicará una inversión superior 570 millones de euros, según han estimado los promotores del proyecto en una nota de prensa.

Se trata de los propietarios del suelo, integrados en una Agrupación de Interés Urbanístico (AIU) que "pondrá fin de forma definitiva a la degradación de una importante zona del territorio de Benidorm, caracterizado por sus altos edificios que permiten liberar grandes superficies destinadas a dotaciones públicas, viales y zonas verdes".

La tramitación del Plan ha llegado a un punto crucial después de superar favorablemente dictámenes de diversos organismos de las administraciones local y autonómica. Se trata del desarrollo de un total de 56 hectáreas (560.000 metros cuadrados), que cambiará la fisonomía de una parte de la capital turística de la Costa Blanca, anexa a la zona de Levante, muy cerca de su playa más emblemática y "capaz de acoger modernos edificios residenciales y hoteles en número suficiente para cubrir las necesidades del municipios durante décadas". 

Al montante de la inversión se llega después de estudios sobre la viabilidad económica del proyecto, que determinan que Ensanche Levante es “viable”. Esos estudios marcan unos costes de urbanización de entre 50 y 70 millones de euros, a los que hay que sumar lo que costará la construcción de hoteles, edificios residenciales y espacios comerciales, que se eleva a otros 500 millones de euros.

En los estudios previos se calculan tanto los costes como los ingresos previstos, lo que da lugar "a una tasa de rentabilidad positiva, parámetro en el que se centran los grupos empresariales de todo el mundo para decidir inversiones", según las mismas fuentes. 

En dos años entrarán las máquinas

El Plan está en estos momentos pendiente de los dictámenes últimos de la Generalitat Valenciana, a los que seguirá su aprobación definitiva por parte del Ayuntamiento, hecho que se producirá a lo largo de este año 2022. Después de ello se procederá a redactar el proyecto de urbanización y la reparcelación, de forma que en el año 2023 podría iniciarse la urbanización, lo que permitirá la entrada de las máquinas en 2024 para comenzar a levantar edificios.

Una de las primeras conclusiones que se extrae del documento de planeamiento es que la actuación propuesta será suficiente para cubrir todas las carencias dotacionales de la zona, reservando hasta 175.000 metros cuadrados para zonas verdes y equipamientos, y otros 21.000 metros a uso docente, sobre los que se podrán erigir los edificios necesarios para la escolarización de la población futura.

Cuando el plan culmine su desarrollo, "Benidorm disfrutará de un auténtico pulmón verde de más de 170.000 metros cuadrados, a los que se sumarán los parques y jardines en el interior de las urbanizaciones y hoteles que se construyan", según un proyecto "que es fiel a la filosofía característica del modelo urbano de Benidorm, internacionalmente reconocido, y de otro lado, a la nueva política de desarrollo urbano sostenible e inteligente".

El Ayuntamiento de Benidorm valora de forma positiva el planeamiento propuesto por la Agrupación de Interés Urbanístico. Para Lourdes Caselles, concejal de Urbanismo, se trata de "un plan que recoge el espíritu del urbanismo de Benidorm".

Se llega, de forma seria y definitiva, al planeamiento de la zona de Levante de Benidorm, con modernas y funcionales edificaciones, “y con espacios para uso comercial y restauración que dan vida a los municipios, en torno a una inmensa zona verde”, enfatiza la edil.

Para el Ayuntamiento, es especialmente interesante que Ensanche Levante mantenga el llamado ‘modelo Benidorm’, "definido por edificios en altura, y que se ha demostrado es el más sostenible medioambientalmente, con un considerable ahorro energético que se valora".

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