Benidorm tiene previsto concluir el próximo mes de julio las obras de una de sus torres más icónicas: el edificio Intempo, un megarascacielos de 198 metros de altura que se inició durante la época de la fiebre del ladrillo y que ha tardado 15 años en terminarse.
Su puesta en funcionamiento supone algo más que un símbolo para la capital turística, porque consolida el crecimiento hacia el urbanismo de lujo que está experimentando la zona de la playa de Poniente en los últimos años. Una expansión que aún tiene que ver como al menos otros cinco proyectos en desarrollo.
Benidorm cuenta con dos playas principales, Levante y Poniente. La primera es la más conocida: la mayor parte de las imágenes asociadas a la ciudad vienen de ahí, con su skyline en primera línea a lo largo de un paseo peatonal de más de dos kilómetros de costa.
En este sentido, Poniente siempre ha ejercido de hermano pobre. Una playa mucho menos saturada que se ha ido revitalizando poco a poco con cosas como con la construcción de un paseo que fue Premio Nacional de Arquitectura en 2011. Su gran tarea pendiente es la peatonalización, pero el Ayuntamiento ya está dando pasos en ese sentido.
Nuevos proyectos
En Levante es donde se ubican las principales promociones de obra nueva de la ciudad. La más destacable es la que la promotora TM desarrolla en los terrenos adyacentes a la Vía Parque, en la que es su mayor parcela de suelo en España: 165.000 metros cuadrados, con una inversión de 260 millones de euros y una previsión de 1.200 viviendas.
Aquí es donde TM está a punto de acabar dos torres de lujo y ya ha anunciado otras dos, las Sunset Cliffs, un nuevo residencial con 280 viviendas y una inversión de 86 millones de euros. Esta zona, adyacente a la del edificio Intempo, es la que parece que más va a cambiar en los próximos años, con nuevos accesos y zonas ajardinadas. Actualmente es una larga avenida sin apenas servicios.
Otro de los proyectos icónicos ubicado cerca es el de la Delfín Tower, un edificio de lujo situado en primera línea de playa, justo en la parcela al lado del mítico Hotel Delfín (el primero que tuvo Benidorm de cinco estrellas). La obra avanza a buen ritmo y la silueta de la torre destaca en el 'skyline' debido a su característica forma de vela.
Esta construcción fue además noticia porque sus promotores anunciaron la intención de prohibir el alquiler turístico en los estatutos de la comunidad de vecinos, con la intención de evitar que se produzca un movimiento constante de personas que puedan ocasionar molestias a los residentes.
Estas nuevas promociones no son las únicas, aunque sí las más llamativas. Existe también una silenciosa apuesta hotelera por incrementar las plazas de la ciudad, como demuestra la reciente apertura (agosto de 2020) del primer hotel de la cadena H10 en la ciudad frente al Parque de Elche, al principio de la playa de Poniente.
También se han anunciado proyectos de reconversión, como es el caso de la multinacional Accor, a través de su marca Mercure, que ha tomado las riendas del hotel Benilux Park mediante un modelo de franquicia e impulsará una rehabilitación integral.
En este sentido, parece que ni la pandemia ni la desescalada progresiva del turismo, con el 40% del mercado de Benidorm (Reino Unido) sin poder venir por las duras restricciones del Gobierno británico, han mermado las perspectivas de crecimiento de la capital turística de la Costa Blanca. Antes de estallar la pandemia las previsiones de la patronal de la ciudad, Hosbec, era que hubiese 13.000 plazas hoteleras de nueva creación para el año 2022.