El centro de Alicante tiene un problema que lleva "decenas de años" soportando: el ruido, lo que conlleva, "además de imposibilidad de descanso, inseguridad, suciedad y degradación en todos los ámbitos". Los vecinos, agrupados en la asociación Laderas del Benacantil, consideran que este situación viene generada por "los horarios de cierre de los locales de ocio" y exigen "adaptar una normativa obsoleta a los tiempos actuales".
Para ello ponen como ejemplo Valencia, que tiene una ordenanza contra la contaminación acústica "que se aprobó en el año 2009 y que se acaba de actualizar, cambiando el 70 % del texto". "En Alicante, y citamos la resolución del Síndic de Greuges, la Ordenanza Municipal sobre protección de ruidos y vibraciones del Ayuntamiento de Alicante data de 1991, por lo que sus determinaciones no se ajustan a la legislación en materia de contaminación acústica".
El defensor del pueblo valenciano considera que "se ha incumplido de largo la obligación impuesta de adaptarla, por lo que es urgente una revisión". En este sentido, el pleno del pasado mes de abril aprobó el borrador de una nueva ordenanza que contempla sanciones de hasta 300.000 euros para los locales incumplidores, que se encuentra actualmente en periodo de resolución de alegaciones. Pero los vecinos quieren ver cómo se materializa porque "ya hemos estado dos veces en esta misma situación en los últimos años, sin que se haya resuelto nuestros problemas".
El Casco Antiguo de Alicante es una ZPAE (Zona Protegida Acústica Especial) aprobada en la modificación del PECA (Plan especial Casco Antiguo) desde el 13 de Agosto de 2018. En ella se especifica las limitaciones a las que están sometidos los locales del Grupo II, "es decir, pubs, discotecas, bares, salas de Fiestas y de baile". "Estas actividades quedan prohibidas en toda la zona Alta en el plano de zonificación. Asimismo se establece una distancia mínima de 50 metros entre establecimientos de este mismo Grupo II", recuerdan los vecinos.
Madrid, ciudad que ponen como ejemplo, en sus horarios de terrazas y veladores, aprobó en las zonas ZPAE en periodo estacional (del 15 Marzo al 15 de Octubre) de domingo a jueves un horario 9 a 23.30 horas y viernes, sábado y víspera de festivos de 9 a 0.30/1 horas (dependiendo de si es ZPAE es media o alta). El resto del año (del 14 octubre al 14 marzo) de lunes a domingo de 9 a 23 horas.
"En Alicante, pese a ser ZPAE, desde la Administracción se han seguido dando o aumentando cada vez más veladores (mesas) a pubs y bares en el Casco Antiguo pese a declararse zona con un problema constatado de ruido y, lo realmente grave y que denunciamos, se pueden colocar todo el año hasta las 2.30 de la mañana, incluyendo días laborables", argumentan. La excepción es la Plaza Quijano, que debe cerrar a las 0 horas del 1 de octubre al 30 mayo y que "ha mejorado mucho la convivencia de esa zona específica".
De hecho, la aprobación de la ZPAE conllevaba desde su entrada en vigor (agosto 2018) la aplicación de un Plan Zonal específico (Mapa del ruido), y adoptar en un plazo de seis meses "las medidas específicas que se requieran, incluyendo informes técnicos para adoptar las medidas de control e inspección con carácter continuo y permanente". "Cinco años después todavía estamos esperando ese plan zonal, o mapa del ruido, así como de las medidas correctoras", argumentan desde Laderas.
Más de 500 denuncias en un año
Para los vecinos, que la actualización de la ordenanza se haya aprobado en el último pleno del pasado mandato responde al "oportunismo electoral" y, "aunque nos congratulamos de su aprobación previa y la apoyamos, no es menos cierto que habiendo tenido 34 años para actualizarla, que se haga en ese momento desde luego no deja en buen lugar a los políticos encargados en todo este tiempo". En el caso concreto de la última normativa, el edil de Urbanismo era Adrián Santos, de Cs.
El presidente de la asociación, Joaquín Gangoso, recuerda que solo en el último año y medio ha habido "más de 500 denuncias de vecinos, hoteleros y emprendedores poniendo de relieve el problema que trae a los vecinos y a la economía de nuestro casco antiguo esta situación, además de manifestaciones, pruebas fehacientes con videos, fotos y denuncias ante medios de comunicación de esta triste realidad".
Esto ha cristalizado en una resolución del Síndic de Greuges en la que, entre otras cosas, se pide al consistorio que, "en el ejercicio de sus competencias en materia de control de actividades y de contaminación acústica, acelere la adopción de todas las medidas inspectoras, preventivas y sancionadoras, que sean necesarias para eliminar la contaminación acústica existente en la zona del casco antiguo, que está afectando a los derechos de los vecinos a la inviolabilidad del domicilio (art. 18.1 de la Constitución), la protección de la salud (art. 43), a un medio ambiente adecuado (art. 45) y a una vivienda digna (art. 47)".
En ella se recuerda que "las molestias acústicas, como ya ha tenido ocasión de afirmar el Tribunal Constitucional, en sus sentencias de 23 de febrero de 2004 y 24 de mayo de 2001, generan perniciosas consecuencias para la salud de las personas, afectando gravemente a su calidad de vida".
Y sigue: "Desde la perspectiva de los derechos fundamentales implicados, debemos emprender nuestro análisis recordando la posible afección al derecho a la integridad física y moral. A este respecto, habremos de convenir en que, cuando la exposición continuada a unos niveles intensos de ruido ponga en grave peligro la salud de las personas, esta situación podrá implicar una vulneración del derecho a la integridad física y moral (art. 15 CE)".
La vía judicial
En Laderas del Benacantil insisten en que los Tribunales de Justicia "vienen declarando con reiteración que los ruidos inciden perniciosamente sobre el derecho fundamental a la inviolabilidad del domicilio (art. 18.1 de la Constitución) y los derechos constitucionales a la protección de la salud (art. 43)", entre otros. También es cierto que hay un antecendente reciente en la ciudad de Alicante en el que se revocó la obligación de declarar la zona del centro tradicional una ZAS, pero fue por un defecto de forma: se consideraba que la asociación demandante no podía ser titular de derechos fundamentales.
Sin embargo, los vecinos recuerdan "que lo que realmente está generando problemas al casco antiguo, son los horarios de pubs y bares, con horarios de cierre incluyendo en días laborables (3:30 a 4 de la mañana todos los días del año) insostenibles y degradantes en todos los sentidos".
"Dentro de nuestra asociación, como es público y notorio, tenemos dueños de hoteles, pensiones, boutiques, pisos turísticos, cafeterías y negocios variados, además de por supuesto los que hemos estado aquí muchos años sufriéndolo permanentemente, los vecinos, incluyendo familias con trabajos que requieren descansar en horario nocturno con normalidad, algo que consideramos de sentido común", indica Gangoso.
"Regular esos horarios mejoraría la convivencia, el emprendimiento, la economía y la imagen de nuestra ciudad, frente a eso seguro encontraremos voces partidistas cuyo objetivo es negar siempre la realidad en beneficio propio o ser alarmistas", añade.
Por ello piden al Ayuntamiento "que siga con la aprobación de la Normativa, que realice el Plan de Acción Zonal para erradicar el ruido allí donde se encuentra y quien lo produce y sobre todo que aplique las medidas que se requieran, pues todos somos iguales ante la ley, no puede haber ciudadanos y emprendedores de primera y segunda categoría. Y le solicitamos que realice un plan integral de modelo de casco antiguo para nuestra ciudad, un modelo a seguir global, tenemos ejemplos de ciudades en toda España, sólo falta actitud y medios para entre todos lograrlo".