Alicante

Alicante ciudad, era post-Covid. La introducción del vídeo empieza con planos de calles y plazas del casco antiguo con música amable de fondo, y termina con la fachada de la Concatedral de San Nicolás. Se trata de una de las postales típicas para los turistas que visitan la ciudad: la parte más vieja de una ciudad milenaria, elemento fundamental de su patrimonio histórico y cultural. Un escaparate, por tanto, para los que vienen de fuera. Pero también un barrio donde vive gente todo el año.  

En el segundo 30, el sonido se distorsiona y aparece un mensaje: "Centro histórico de Alicante entre las 0 y las 4 horas de la mañana". Y a continuación, como sacado de las películas de terror de 'found footage', se pueden ver varias escenas grabadas a mano por los vecinos, con el pulso de los móviles: pubs abiertos hasta altas horas de la madrugada, zonas atestadas de personas en actitudes poco cívicas (vomitando, orinando o teniendo sexo) y un ensordecedor ruido ambiente que impide a los vecinos pegar ojo.  

[Peleas, sangre y destrozos: los vecinos de playa de San Juan denuncian una zona de pubs fuera de control]

"Un jueves", informa en directo una voz ronca en una de las secuencias, ilustrando lo que se ve desde su balcón. "¿Alguien puede dormir? Desde luego no. Una vergüenza. Llamas a la Policía y la Policía no viene. Esto es lo que hay en Alicante un día laboral". 

Quien habla en esta toma es Joaquín Gangoso Ribes, presidente de la asociación de vecinos Laderas del Benacantil. El vídeo que ha preparado la entidad, con un montaje de algo más de cinco minutos, acumula más de 14.000 visualizaciones en YouTube. Su objetivo, asegura en declaraciones a EL ESPAÑOL, "no es acabar con el ocio nocturno, sino abrir el debate sobre la necesidad de ordenarlo para que todos podamos convivir en una de las zonas más representativas de Alicante". 

Gangoso ha pedido por registro "innumerables veces" una reunión con el alcalde, "para sentarnos a ver qué se puede hacer", pero aún no ha tenido respuesta. En su opinión, el gran problema que tiene esta zona de pubs es que los locales "llevan 40 años abiertos y algunos tienen unas condiciones que hoy no pasarían la solicitud de licencias", incluyendo "interiores sin insonorizar" o elementos en la fachada que no están permitidos como aires acondicionados.

El ruido es "insoportable". "Los medidores instalados por el Ayuntamiento superan los 90 decibelios cualquier día entre semana", precisa. "Eso, para hacerse una idea, es como tener a la puerta de tu casa la turbina de un avión". 

"Queremos que se cumpla la legalidad. Y que se haga una reflexión para entender que no puede ser que haya barra libre todas las noches de la semana, porque no se puede vivir". Asegura, además, que no se trata solo del ruido, sino de todo lo que conlleva: "Por la mañana está todo lleno de orín y de basura. Tenemos plazas emblemáticas destrozadas y llenas de pintadas. ¿De verdad es esto lo que queremos para el casco histórico de Alicante?"

Gangoso explica que la situación "no afecta exclusivamente a los vecinos, sino también a los empresarios que ven cómo la zona se degrada". Y pone como ejemplo al director del Bed & Breakfast La Milagrosa, quien esta semana hizo unas declaraciones en la televisión autonómica asegurando que la situación era insostenible para muchos de sus clientes: "El turismo familiar se tiene que ir, prácticamente se le echa, porque la única forma de aguantar la fiesta es uniéndote a ella".  

¿Una zona saturada?

No es la primera vez que Alicante tiene problemas con el ruido y los vecinos. La asociación del centro tradicional, en el entorno de la calle Castaños, ya llevó al Ayuntamiento a los tribunales por una presunta vulneración de los derechos fundamentales, después de años de pelea con varios equipos de Gobierno. 

El juzgado de Alicante les dio al razón en primera instancia y dictó que el Ayuntamiento tenía que declarar una Zona Acústicamente Saturada en varias calles. Esto, en la práctica, suponía poner punto final al ocio en esa zona de la ciudad, pero el fallo fue posteriormente anulado por el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) al considerar que una entidad vecinal no podía ser titular de derechos fundamentales. El tema está recurrido en el Supremo, que será quien tenga la última palabra. 

[El TSJ revoca la "sentencia del ruido" de Alicante: ya no será obligatorio declarar el centro zona saturada]

Gangoso no descarta "para nada" que ese sea "el camino a seguir". "Tenemos un abogado especialista en ruido que nos indica lo que tenemos que hacer", añade. "Y es evidente que lo deseable es hablar con la Administración, que haya un acuerdo entre las partes y que se pongan en marcha las medidas oportunas para garantizar una convivencia pacífica. Pero haremos lo que sea necesario para garantizar nuestro derecho al descanso". 

¿Ven los vecinos una posibilidad de recuperar la zona a corto plazo? "No creemos que haya mala fe, sino simplemente dejadez" por parte de la Administración. Es por esto que Gangoso no pierde la esperanza de que se pueda abrir una vía de diálogo en los próximos meses. "Lo contrario sería permitir una situación que está expulsando a los vecinos del casco antiguo de Alicante", concluye.