Alicante

A menos de cien días de las elecciones municipales, los dos concejales de Vox alineados con la izquierda local (PSOE-Compromís-Unidas Podemos), han abocado a la ciudad de Alicante a tener unos presupuestos prorrogados que impedirán la consolidación y avance de la capital de la provincia después de los duros años de pandemia. El bloqueo político no impedirá la consecución de algunas inversiones, pero ¿y los servicios?

Ninguno de los partidos de la pinza extrema derecha-izquierda-extrema izquierda han querido debatir sus propias enmiendas, que en algunos casos llegan hasta la 70. El partico de Abascal en Alicante ha roto las negociaciones por los planes anticontaminación emprendidos por el Gobierno de P y Cs; y la izquierda por la Ordenanza de Convivencia Cívica (mendicidad y prostitución) y la Memoria Histórica. Nada que ver con las cuentas locales.

Barcala no necesitaba aprobar los presupuestos para 2023 porque la ley le permite prorrogar las cuentas actuales sin consecuencias políticas, como no sucedería en año no preelectoral. Sin embargo, el propio alcalde ha reconocido la conveniencia por el aumento de la inversión y gastos en 3,87%, 12,1 millones de euros que elevan las cuentas a 326 millones de euros respecto a 2022.

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Durante este tiempo el equipo de Gobierno ha ofrecido a PSOE y Compromís incorporar a su proyecto todas las enmiendas que han sido validadas por la Oficina Técnica Presupuestaria. Pero socialistas nacionalistas han primado sus intereses electoralistas a la buena gobernanza.

Así, se paralizan propuestas que vienen demandando estos partidos desde hace años como la construcción del Centro de Educación Especial El Somni, para el que se iban a invertir 3,3 millones de euros; la conexión ciclista y peatonal entre la EUIPO y Urbanova (1,7 millones); inversiones en protección y mejora medioambiental de las playas alicantinas (1,6 millones).

También, las obras de regeneración del espacio peatonal y alumbrado público del eje Gadea-Soto y Marvá (4,4 millones) o la tercera fase de la reurbanización de la Explanada en el Fondo de Saco de la calle Bilbao (1,3 millones).

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Más complicadas serán las inversiones en mejora de servicios fundamentales de la ciudad como las contratas de la Basura y Limpieza Viaria o el Transporte. En Limpieza Viaria están previstos 21,5 millones en los presupuestos de este año y en recogida de Basuras 17,1 millones. A los que hay que sumar otros 3,4 millones en gestión de residuos. En el caso del Transporte Urbano estaba prevista una subvención al uso que asciende a 5,7 millones.

Además, se dificulta el pago de la factura eléctrica del alumbrado público y de las dependencias municipales, cuyo coste se ha triplicado en el último año con la crisis aparejada a la guerra de Ucrania alcanzando los 20 millones de euros.