"No queremos que se medie entre los vecinos y el ocio nocturno, porque eso da una falsa sensación de equilibrio. No hay nada que mediar, lo que se tiene que hacer es cumpir las normas". Así de contundente se muestra el presidente de la asociación de vecinos Laderas del Benacantil, Joaquín Gangoso, al otro lado del teléfono. Los residentes de la zona conocida como 'El barrio' están hartos de que algunos de los locales "se salten a la torera la ley" tanto en niveles de ruido como en los horarios.
Así las cosas, la asociación de vecinos ha convocado para este jueves a las 19:00 horas una concentración en la Plaza del Ayuntamiento con el lema 'Hasta aquí hemos llegado'. Gangoso invita a sumarse a la protesta "cualquier colectivo, local o residente que simplemente esté de acuerdo con que se tiene que cumplir la ley".
"Hay mucho empresario del ocio que es respetuoso y cumple con los horarios, y es el que además está con nosotros. Nuestras protestas van dirigidas al resto, y queremos que nos hagan caso ya". Gangoso insiste mucho en que en este conflicto "no hay bandos, solo perjudicados", y lamenta sentirse "ninguneado" en sus denuncias. "Es tan sencillo como que los que vivimos allí no podemos dormir. Y es terrible", añade.
El casco antiguo de Alicante dice "basta ya" a la guerra del ruido: "No hay nada que mediar, solo cumplir la ley"
La fecha elegida no es casualidad. Horas antes de la protesta el Ayuntamiento de Alicante celebrará su pleno ordinario del mes de septiembre, y en él se debatirá una declaración institucional presentada por el PSOE y Compromís que recoge buena parte de las reivindicaciones vecinales.
Menos horario entre semana
Entre ellas, se insta al pleno del Ayuntamiento a que aplique sus competencias para recortar de manera inmediata los horarios de los locales de ocio de domingo a jueves (ambos incluidos) a las 23:30 horas. La duración de esta medida, según el texto, será de 60 meses, es decir, cinco años, y especifica que se trata "no de una duración sancionadora sino de salvaguarda de los derechos fundamentales de los residentes en el casco antiguo".
Tal como informó este diario, los vecinos han contratado a un abogado especialista en ruido y no descartan ir a los tribunales "en caso de que sea necesario". Ya existe un precedente reciente: el de los residentes en la zona del centro tradicional (entorno de la calle Castaños), quienes ganaron un juicio contra el Ayuntamiento en primera instancia para instaurar una Zona Acústicamente Saturada (ZAS) en casi 60 calles.
Este fallo fue anulado en diciembre del año pasado por el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Comunidad Valenciana, al considerar que el demandante (una asociación de vecinos) no puede ser "sujeto de derechos fundamentales". El tema está recurrido en el Supremo, que es quien tendrá la última palabra.
PSOE y Compromís solicitan también en la propuesta que el consistorio disponga de las medidas adecuadas para "hacer cumplir la legalidad" en la zona del casco antiguo, y que el cosnistorio coordine sus esfuerzos "con la Policía Nacional y Autonómica" para atajar el problema del ruido en las zonas más problemáticas, principalmente la calle San Rafael, el barrio de Santa Cruz, el acceso a La Ereta por la Calle San Roque y el Museo del Agua).