A lo largo de la historia, la ciencia y los expertos han hecho posible conocer como eran nuestros antepasados o por qué los humanos son como son y no de otra manera. Sin embargo, hay algo que ni la persona más inteligente del mundo puede saber con precisión: ¿cuándo acabará todo?, ¿por qué? y ¿cómo?, si es que sucede...
Desde la redacción de EL ESPAÑOL de Alicante preguntamos hace unos días por el final de varios municipios de Alicante a ChatGPT. La inteligencia artificial de OpenAI explica que las inundaciones y otras catástrofes terminaran influyendo en el final de las ciudades dentro de unas pocas décadas.
Sin embargo, todos estos artículos tienen algo en común: son narraciones ficticias y nada tienen que ver con la realidad. "Soy una inteligencia artificial y no puedo saber lo que pasará en el futuro", explica ChatGPT cuando se le pregunta por el final de cualquier ciudad, dejando claro que lo que sí que puede elaborar es una narración. A pesar de que se trate de simples historias, hemos querido preguntar a los expertos su opinión acerca de este dramático final.
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El catedrático de Análisis Geográfico Regional en la Universidad de Alicante (UA), Jorge Olcina, explica que será poco probable ver en el futuro ciudades enteras bajo el agua en la provincia de Alicante. Sin embargo, alerta de que el clima será "menos confortable en el futuro", debido sobre todo al cambio climático.
"Aquí lo que tendremos es frecuencia de temporales de Levante, que afectarán -y ya lo estamos notando-, a primeras líneas de costa, equipamientos de paseos marítimos, puertos deportivos o incluso a esas casitas que hay en primera línea en Guardamar, La Marina o Denia", afirma.
Olcina insiste en que tendremos un clima menos confortable térmicamente, y que las ciudades se trendrán que adaptar y "verdearse mucho más", con mayor número de puntos de agua, fuentes para "los calurosos veranos que ya estamos teniendo", así como la adaptación de los sistemas de alcantarillado con "gran capacidad para almacenar lluvias intensas". Y pone de ejemplo, la actuación del Parque del Marjal.
Eso es lo que según el catedrático de la UA "nos espera en las próximas décadas". Olcina insiste sobre todo en mandar un mensaje positivo a la población para que cuide más todavía el medioambiente. "Soy contrario de esos mensajes tan catastrofistas que pueden provocar el efecto contrario porque la gente ve que ya no hay salvación y entonces tira la toalla, y no hace lo que tiene que hacer, que es poner en marcha medidas de adaptación sensatas y bien planificadas para los próximos años".