A finales de 2018, el arqueólogo Felipe Mejías descubrió la ubicación de una gran fosa común, y otras más pequeñas, en Albatera, localidad al sur de Alicante ciudad. Se trataban de los restos de un campo de concentración que el franquismo había mandado reabrir tras ganar la guerra en 1939 y que anteriormente había servido de campo de trabajo para los detenidos por el Gobierno de la República.
Desde entonces, su proyecto personal a raíz de su tesis doctoral ha ido cogiendo forma y se ha transformado en diferentes campañas arqueológicas; ahora, tras el periodo estival, comienza la cuarta campaña con la incertidumbre de saber si el Ejecutivo autonómico de PP y Vox les brindará el apoyo económico que ha venido teniendo por parte del Botànic (PSPV-Compromís-Podem).
Todo, tras las declaraciones este martes del president valenciano, Carlos Mazón, de que su Consell seguirá con las más de 400 exhumaciones de fosas de la Guerra Civil y la dictadura aprobadas por el Botànic: "Vamos a respetar las resoluciones que ya son firmes y que vienen del pasado", señaló.
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"En el futuro, si tenemos que reformar o tenemos que provocar algún tipo de reflexión al respecto, lo abordaremos buscando el máximo consenso, pero que nadie dude: el Gobierno del cambio no ha venido a luchar contra la seguridad jurídica ni a luchar contra la ley", explicó Mazón en declaraciones a periodistas en su visita a la Fira d'Agost de Xàtiva.
Así, criticó que "eso", en referencia a intentar luchar contra la seguridad jurídica, "lo han hecho otros, queriendo hacer una memoria de parte y una memoria sesgada", denunciaba el jefe del Consell, quien destacó que ese no es su "estilo", ni cree que sea "democrático", ni tampoco que se lo merezca "el pueblo valenciano".
"¿El año que viene? No sé"
La duda sobrevuela, como decimos, para este arqueólogo pese a la continuidad anunciada por el nuevo Consell. "Ni equipo tiene previsto intervenir en cinco fosas en el cementerio de Alicante que comenzarán en noviembre, igual que nosotros, hay otros proyectos dotados con los presupuestos del año anterior y eso hay que respetarlo", asume.
"El año que viene no sé si se van a convocar subvenciones como años anteriores", explica tras aclarar que llevan desde el año 2020 con financiación del Consell así como del Gobierno central "tanto para búsquedas de fosas como para investigación arqueológica e incluso había proyectada la compra de al menos dos parcelas para musealizarlas", explica.
Y si el Gobierno de Mazón opta por no convocarlas, entiende que se quedarán "cojos" y más si Pedro Sánchez no repite en Moncloa, ya que las campañas en Albatera implican "un alto coste" por el uso de maquinaria específica como georradares, excavadoras y personal, cuyo presupuesto anual oscila entre los 20 a 30.000 euros.
Si hay o no financiación, seguiremos trabajando, aunque sea de dinero de nuestro bolsillo, y si tenemos que pasar el georradar menos veces, lo haremos", sostiene. "El estudio va a seguir, quizá no como trabajo de campo, pero tengo muchas novedades para analizar y pendientes de contar", asegura.
Entre las novedades, tienen pendientes de realizar analíticas de las tierras sedimentadas encontradas bajo un retrete del barracón, para averiguar la alimentación que tomaban en el campo, las enfermedades y otros datos de interés. "Pase lo que pase, Albatera tiene cuerda para rato", vaticina.