Final feliz. La menor desaparecida en la playa de San Juan de Alicante el pasado jueves ha sido encontrada en buen estado de salud en Castellón este martes, confirman a EL ESPAÑOL De Alicante fuentes de la Policía Nacional de Alicante, cuya Policía Judicial lleva días tras la pista de la adolescente.
Y es que al final han sido cinco los días en los que la familia y amistades han tratado de dar con ella desde que saliera de su casa. De ahí que plataformas de redes sociales como Instagram se hayan llenado estos días con peticiones, con su foto y su nombre incluido, para que los usuarios facilitaran cualquier información sobre su paradero.
Si bien este medio ha tratado sin éxito de hablar con su entorno, desde la Policía Nacional confirman la buena noticia, aunque sin querer aportar más datos sobre este caso, cuya desaparición llega días pocos días después del hallazgo de un hombre en Arenales del Sol.
En esta pedanía ilicitana se estuvo buscando a finales de la semana pasada a un hombre de 71 años de edad que había salido a pasear por el entorno natural del Clot de Galvany. Sin embargo, tres días después de que un amplio dispositivo estuviera tratando de localizarlo, apareció muerto y sin signos de violencia en otro punto del paraje natural.
Más adolescentes desaparecidos
Los casos de adolescentes desaparecidos son más habituales de los que la gente cree. En muchos casos acaban apareciendo tras la pertinente denuncia, en otros, como el del mediático del adolescentes transgénero de Orense que respondía al nombre de Mark, si bien en su DNI todavía aparecía el nombre de Elisabeth Belmonte Villamarín, hubo que esperar más de dos semanas en el verano de 2018.
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Fue encontrado en esa localidad después de que su madre denunciara su desaparición al día siguiente de su marcha. El joven estaba pasando unos días de vacaciones en casa de su abuela paterna en Orense y esta llamó a su madre "muy compungida" el viernes 27 de julio para decirle que "le faltaban unas joyas y que tenía que haber sido él". "Hablé con él y le dije que tenía hasta las nueve de la noche -hora en la que debía coger el autobús de vuelta a casa- para devolver las joyas a su abuela", cuenta la madre. Después de esa conversación, Mark despareció, no volvió a dormir ni cogió el bus de vuelta.