Los vecinos estallan contra la electrificación de la variante de Torrellano: "Es un atentado contra la ciudad"

Los vecinos de los barrios del sur de Alicante exigen al Ayuntamiento de Alicante y a la Generalitat Valenciana que aleguen contra el actual proyecto de electrificación de la variante de Torrellano que se encuentra actualmente en exposición pública a falta de una semana. De lo contrario, advierten, se cometerá "un atentado contra la ciudad" y "la mayor desinversión de su historia", porque "supondrá un antes y un después en la imagen y modelo de la ciudad que pretendemos ser".

En concreto, la Plataforma Variante de Torrellano, que agrupa a 40 entidades, recuerda que en el estudio informativo del proyecto de remodelación de la red arterial ferroviaria de Alicante incluye solución "provisional" para el paso del Corredor Mediterráneo por Alicante la electrificación de las actuales vías de la costa, algo que consideran "una catástrofe". 

Los vecinos recordaron que, "en el caso del Ayuntamiento, el señor Luis Barcala, actual y futuro alcalde de Alicante, anunció que el Ayuntamiento presentaría alegaciones al Estudio Informativo, por no garantizar la retirada de las vías de San Gabriel".

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"Respecto a la Generalitat, no sabe no contesta, por lo menos hasta hoy mismo", agregan. "El caso es que quedan apenas siete días, y los vecinos desconocemos si nuestro Ayuntamiento y la Generalitat saldrán en defensa de los intereses de los alicantinos y alicantinas, como les hemos demandado en reiteradas ocasiones".

Para la Plataforma, "lo único que está claro, es que si en Alicante no conseguimos pararlo, esta será la peor desinversión realizada por ninguna Administración Pública en la ciudad de Alicante, y decimos bien cuando lo definimos como desinversión, y supondrá un antes y un después en la imagen y modelo de la ciudad que pretendemos ser".

"Es ocupar la costa con unas jaulas electrificadas"

El actual proyecto contempla la electrificación de 3 kilómetros "de valiosísima costa del término municipal de Alicante, de ocupar gran parte de la fachada urbana de esta ciudad con unas jaulas electrificadas en su interior, de eliminar el actual acceso por pasarela a la playa de San Gabriel, y de poner alfombra roja a una, más que probable, nueva y absurda expansión salvaje del Puerto de Alicante hacia el sur".

Eso, continúan los vecinos, ocuparía otros "dos kilómetros de costa que la Autoridad Portuaria de Alicante tiene bloqueados hacia Agua Amarga como reserva para ampliación portuaria, y cuyo vallado de obra se lo va a hacer gratis Adif, con el enjaulado y electrificación de las vías de la costa".

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"Todo esto, inexorablemente implicará la degradación de una de las zonas de mayor valor medioambiental y paisajístico de nuestra ciudad, cuyas aguas por cierto, están incluidas dentro del Lugar de Importancia Comunitaria de Tabarca", consideran.

La Plataforma opina que, "si esta ciudad no reacciona a tiempo" y "todos nos concienciamos de una vez por todas que esto no es un problema de uno o algunos barrios del sur de Alicante, sino que es un gravísimo atentado contra toda la ciudad, será una batalla perdida".

"Frente a los intereses de algunos en Alicante por salvaguardar su valiosísima costa, tenemos a poderosos y numerosos lobbys de todo tipo, que están presionando de forma muy intensa, para que la electrificación sea la solución definitiva a la falta de conexión del Corredor del Mediterráneo a su paso por Alicante", manifiestan.

El dilema del Corredor Mediterráneo

Esta presión "se intenta justificar por una supuesta e imperiosa necesidad de finalizar el Corredor del Mediterráneo en el año 2026, y la solución provisional" de la electrificación de las vías de la costa es la que, según dicen, permitiría alcanzar dicho objetivo". Pero los vecinos creen que "hay varias circunstancias que desmontan este argumento".

"Para empezar, no es cierto que la puesta en marcha del Corredor Mediterráneo dependa únicamente de resolver la desconexión en Alicante, ya que hay otros muchos puntos negros a lo largo del recorrido, incluido el de su conexión con la red francesa, que impiden alcanzar este objetivo", dicen.

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"En segundo lugar, tampoco es cierto que sea la solución más rápida", añaden. "La complejidad de superponer una obra en una vía en uso, dificultará muchísimo los trabajos, provocando molestias de todo tipo, tanto a los usuarios de la red de cercanías como al tráfico de mercancías que va al puerto de Alicante por ferrocarril".

"En tercer lugar, hay mecanismos previstos en el Estado para obras estratégicas como es esta, que permitirían acelerar la ejecución de los trabajos al máximo, y acortar los plazos de forma muy considerable". Por ello consideran que "si de verdad hubiera una voluntad política clara y firme en apostar por la Variante de Torrellano, siendo además muy poco creíble que se vaya a realizar una inversión multimillonaria para que en pocos años deje de utilizarse a favor de otra solución alternativa".

"Y en cuarto, y último lugar, hay que decir muy claro que la situación actual es consecuencia directa del desprecio reiterado de una Administración Central por este territorio, que pone a nuestra provincia y en concreto a su capital, a la cola de las inversiones públicas que nos correspondería por población", rematan las mismas fuentes. 

Así, reivindican que "las más de 40 entidades que formamos parte de la Plataforma Variante de Torrellano no estamos en contra del Corredor Mediterráneo, ni en contra de la mejora de la línea de cercanías entre Alicante y Murcia, pero sí de que sea a cualquier precio. Los alicantinos y alicantinas no queremos pagar los platos rotos de una nefasta política inversora del Gobierno Central con la ciudad de Alicante".

El sentido de las alegaciones

Los vecinos contemplan como "único escenario futuro la no electrificación del trazado ferroviario que discurre en el frente litoral sur de Alicante, así como su desmantelamiento una vez entre en funcionamiento la variante de Torrellano", con el objetivo de "cumplir con el sentir ciudadano que desea un litoral libre y accesible que revierta la situación de ocupación de unas vías instaladas en mayo de 1884".

"Está en juego el futuro de Alicante, y que generaciones futuras no se lamenten durante décadas del poco arrojo y cariño que tuvieron por su tierra, los que ahora nos toca defender el patrimonio gravemente amenazado y de más valor que tenemos en Alicante, su costa", concluyen desde la Plataforma.