Agentes de la Policía Nacional han conseguido desarticular un importante grupo criminal dedicado a la distribución de cocaína a pequeña y mediana escala desde distintas localidades de la Vega Baja alicantina en una macro operación desarrollada por la Comisaría de Elche. Se han practicado siete registros simultáneos y se han detenido a los once miembros de la banda incluido su principal responsable.
Han sido varios meses de investigación los que los agentes del Grupo de Estupefacientes de la Comisaría de Elche de la Policía Nacional han estado tras la pista de un grupo organizado que, desde distintas localidades de la Vega Baja alicantina, estarían controlando la distribución y venta de cocaína a pequeña y mediana escala.
Durante las investigaciones, los agentes consiguieron a través de numerosas vigilancias discretas identificar al cabecilla de la trama, quien dirigía el entramado desde una casa ubicada en la localidad de Callosa de Segura.
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Desde este domicilio, centro neurálgico del grupo criminal, el principal autor había organizado un entramado con diferentes viviendas repartidas por distintas localidades de la Vega Baja, alguna de ellas en varias pedanías ilicitanas.
De este modo, los investigadores, con minuciosa cautela en los seguimientos y vigilancias llevados a cabo, fueron dando con la ubicación de las distintas viviendas, desde donde los miembros del entramado operaban, encontrándose una red de casas en su mayoría fincas rústicas alejadas de núcleos urbanos, lo que dificultaba aún más su vigilancia.
Mientras que había domicilios ubicados en los términos municipales de San Isidro y Orihuela, había otros ubicados en términos municipales de pedanías ilicitanas como La Hoya o La Marina.
Por otro lado, durante las investigaciones, los agentes detectaron un considerable grado de peligrosidad de los miembros que componían el entramado, así como que estarían en posesión de armas de fuego, así como que probablemente estarían repartiendo aproximadamente un kilo de cocaína semanal, donde cada uno tendría asignada una función específica, componiendo así un grupo criminal escalonado jerárquicamente, llegando a tener incluso un escalón específico para la captación de clientes y el blanqueo de dinero obtenido.
Reunida toda la información y centrados todos los objetivos, el grupo investigador inició la fase de explotación del operativo. En este caso, dada la numerosa cantidad de viviendas investigadas y su dispersa localización, se contó con la colaboración del resto de efectivos de la Comisaría de Elche incluida la UPR (Unidad de Prevención y Reacción), además de las Unidades Especiales de la Policía Nacional; GOES (Grupos Operativos Especiales de Seguridad), el GOIT (Grupo Operativo de Intervenciones Técnicas) y el Servicio de Medios Aéreos de la Comisaría Provincial de Alicante.
Así las cosas, se coordinó un amplio despliegue policial con todas las unidades mencionadas a lo largo del campo ilicitano y las localidades de la Vega Baja, para llevarse a cabo siete entradas y registros, algunos de ellos simultáneos, gracias a lo cual se pudo detener a todos los miembros del entramado, bajo la judialización del Juzgado de Instrucción de Orihuela que tenía abiertas diligencias previas.
En cuanto al resultado de los registros practicados, entre las diferentes viviendas donde se actuó, se intervinieron 1.070,33 gramos de cocaína, 200 gramos de hachís, 6 básculas de precisión junto con otros útiles destinados a la manipulación y venta de droga, 3 pistolas semiautomáticas, 1 revólver, 8.215 euros en efectivo y 8 vehículos de alta gama.
Una de las sospechas de los agentes se confirmó tras la intervención de los vehículos, puesto que alguno tenía compartimentos ocultos denominados “caletas” donde introducen la droga para transportarla hasta el destino de reparto.
Gracias a los registros realizados y la intervención de los efectos hallados, los investigadores consiguieron gran número de indicios que demostrarían la implicación de todos los investigados en los delitos que se les imputan.
A los detenidos, ocho varones y tres mujeres, de entre 22 y 41 años de edad, de nacionalidades española y colombiana, se les imputan delitos de tráfico de drogas, tenencia ilícita de armas y pertenencia a organización criminal.
Tras ser oídos en declaración en dependencias policiales, dos de ellos fueron puestos en libertad quedando a la espera de ser citados para comparecer en sede judicial, mientras que los otros nueve fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de guardia de Orihuela que entiende de la causa.