Los 66 votos necesarios para que el bloque de la izquierda pueda rebajar el listón electoral del 5 al 3% ante una previsible caída de los votos de Podemos en las elecciones autonómicas del 28 de mayo en la Comunidad Valenciana están cada vez más lejos. Y es que el voto de la tránsfuga de Vox, Rebeca Serna, no sería necesario para la operación.

Según fuentes del partido, pese a las maniobras de la izquierda valenciana, al menos tres diputados autonómicos de Ciudadanos (Cs) afines a la antigua dirección del senador Emilio Argüeso, tampoco votarían a favor de esa rebaja del listón electoral. Tres de los 13 que tiene el partido que ahora lidera mamen Peris, con lo que la virtual alianza se quedaría a cuatro votos (62) de los necesarios.

Desde ese grupo de diputados se considera que "inaudito" que tengan que ser ellos los que "salven" el Botánico ayudando a que Podemos entre en las Cortes Valencianas tras las elecciones. Sobre todo, porque fue Podemos (y Compromís) quienes se negaron a que el PSPV de Ximo Puig pactase con Cs cuando le planteó la cuestión al entonces portavoz, Toni Cantó.

Se da la circunstancia de que los actuales diputados autonómicos entraron en la lista con el beneplácito y apoyo de la anterior dirección del partido, liderada desde la coordinación de Organización por el senador ilicitano ahora no adscrito. Precisamente a Argüeso se le ha acusado desde marzo de 2021 de trabajar junto su jefe nacional, Fran Hervías, en la captación de dirigentes de Cs para el PP. 

En cualquier caso, la opinión generalizada de los diputados de Cs, sobre todo de los de Alicante, es que sus votantes están entre el centro-derecha y que no les perdonarían favorecer a quienes están imponiendo la inmersión lingüística en las escuelas, acabando con la gestión público-privada en los hospitales y aumentando los impuestos con tasas como la turística. Todos ellos, en contra de los principios ideológicos del liberalismo.

Por estas razones ahora no entienden qué hay detrás del ofrecimiento de Mamen Peris a Ximo Puig para pactar un cambio electoral que sólo favorecería a la izquierda que tanto han criticado. Sobre todo, porque Peris no ejerce ningún liderazgo en el grupo mi en el partido, habiendo sido nombrada la portavoz en la misma legislatura. 

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Fue en octubre de 2020 cuando se planteó la posibilidad y los socialistas se levantaron de la mesa sin dar explicaciones por las presiones de sus socios de Gobierno, que se negaban a pactar "nada" con la derecha. Cs estaba de acuerdo, pero desde la dirección nacional del partido les pidieron que metieran en la negociación el cambio de las tres circunscripciones electorales provinciales por una única, de modo que aportase proporcionalidad al sistema.

Luego vino la salida de cinco diputados liberales del partido y del grupo parlamentario de Cs. A partir de eso, a Puig no le daban los números para esa rebaja del listón electoral.