A Ciudadanos y PSPV-PSOE se les complica mucho la rebaja del umbral electoral valenciano del 5% al 3%. Los liberales, con el respaldo de los socialistas, intentan una reforma a la desesperada, a solo tres meses de las elecciones. Para lograrla necesitan 66 diputados, pero, sumando todos los votos que -a priori- controlan, solo disponen de 65. La elegida para llegar a la cifra era Rebeca Serna, tránsfuga de Vox. Pero se niega a respaldar la medida. "Votaré en contra", asegura a EL ESPAÑOL.
"Para que no quepa la menor duda, en caso de que se vote esta reforma de la ley electoral, votaré en contra de la rebaja del listón en Les Corts Valencianes". Así de contundente se pronunció Serna en un mensaje remitido a este periódico. Eso sí: lo envió tras una conversación telefónica en la que se había mostrado más ambigua.
"Cuando llegue el momento, si se lleva a pleno, lo pensaré y decidiré", había manifestado minutos antes. Pero justo después se expresó categórica. "Mi opinión siempre ha sido votar en contra", aseveró.
En caso de que Serna se mantenga firme en esta decisión, frustrará la intentona de Ciudadanos y la izquierda valenciana, que tienen muy complicado obtener apoyos alternativos. Los primeros, al menos parte del grupo parlamentario, quieren rebajar el listón electoral para incrementar las posibilidades de entrar en el parlamento. Los segundos (PSPV-PSOE, Compromís y Podemos), buscan minimizar el riesgo de que se quede fuera la formación morada, crucial para repetir la actual coalición de gobierno.
El movimiento supondría otro beneficio adicional para el presidente Ximo Puig y sus socios: debilitar al PP manteniendo con vida a Cs, cuyo éxodo de votantes tiene en los populares su principal puerto de destino.
"Si hay posibilidad, lo haremos"
La proximidad de las elecciones del 28 de mayo y la posible presencia de la tránsfuga de Vox hacían muy controvertida esta medida de última hora. Pero los socialistas defienden al respecto que su posición es la misma desde 2015. "Siempre hemos estado por la labor. Si hay posibilidad, lo haremos", confirmaron este martes fuentes del grupo. Las mismas, sin embargo, reconocían que se trata de una aspiración "muy difícil" de lograr.
En efecto, era muy complicado. El hemiciclo lo componen 99 diputados, y se requieren 66 (dos tercios) para acometer este cambio. La coalición de Gobierno de izquierdas suma 52, y Ciudadanos, tras sufrir la fuga de 5 tránsfugas al grupo de no adscritos, cuenta con 13.
La suma, si ninguno se descolgaba de la propuesta, ascendía a 65 parlamentarios. Faltaría todavía uno, y para lograrlo, la nueva portavoz naranja, Mamen Peris, barajaba la opción de Serna, según trasladaron a este periódico fuentes de la formación naranja.
La ex de Vox, sin embargo, niega haber tenido ningún contacto. "No he hablado en ningún momento con Mamen Peris ni con nadie de ningún partido respecto a una posible rebaja del listón electoral en Les Corts", aseguró.
Ciudadanos también ha tanteado a los tránsfugas de su propio partido, en concreto, a los que menos se han significado con el PP tras marcharse del partido liberal. Pero tanto entre estos como en sus propias filas se ha topado con resistencias. Muchos lo consideran un movimiento inapropiado que, principalmente, beneficia a la izquierda.
Cabe recordar que Ciudadanos rechazó esta opción en tiempos de Toni Cantó, cuando pudo aprobarla con holgura. Entonces el partido estaba fuerte. Sacó 18 diputados en 2019, uno más que Compromís y solo uno menos que el PP. Era la época en la que Albert Ribera soñaba con un sorpaso a los populares que nunca se produjo.
La 'guillotina'
Ni antes ni después de aquellos comicios los naranjas se prestaron a rebajar un umbral que puede ser ahora su guillotina. Por ello, según fuentes del partido naranja, Mamen Peris abordó esta cuestión en la reunión oficial que mantuvo el pasado jueves con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig. La izquierda, en cambio, siempre ha sido partidaria, al existir siempre fuerzas políticas que orbitan alrededor del mínimo.
En 2015, año en que Puig accedió al poder, se quedó fuera del hemiciclo Izquierda Unida con un 4,38% de los votos. Las encuestas, antes de la votación, solo contemplaban un cambio de gobierno si entraba esta fuerza, si bien el PSPV-PSOE y sus socios sí lo lograron pese a la caída en desgracia de la histórica formación.
En 2019 la izquierda volvió a verle las orejas al lobo. Esta vez Izquierda Unida sí acudía junto a Podemos, pero, aun así, la alianza morada se quedó en un escueto 7,98%. Con tres puntos menos se habría quedado fuera del parlamento y habría recuperado el poder el centro-derecha.