Desde que el pasado viernes dimitiese el coordinador de Vox en la Vega Baja alicantina, Raúl Serna (referente del partido en Callosa del Segura), se está sucediendo una cascada de renuncias de sus afines en toda la comarca. Tantas, que sobre el partido de Abascal planea ya el fantasma de no presentar listas para las municipales como ocurrió en 2019.
No es una cuestión menor. En aquellos comicios tan sólo se presentaron en algunos municipios como Orihuela y Torrevieja y se dejaron muchas candidaturas sin pasar por la Junta Electoral pese a que ya estaban confeccionadas desde hacía tiempo, como en Cox, Callosa y otras localidades.
Aquella ausencia en las municipales provocó que el partido de Abascal apenas arañase 3.871 votos en la Vega Baja pese a que un mes antes, en las autonómicas adelantadas por Ximo Puig, la formación política obtuvo 20.124 votos en la comarca. Y con esos resultados, no entró en la Diputación de Alicante.
¿Había un interés manifiesto por no presentarse para evitar el desgaste al partido? ¿Para evitar que se fugase voto de la derecha en la comarca a la hora de conformar la Diputación de Alicante? Desde entonces son muchas fuentes de Vox las que especulan con el motivo de aquella ausencia.
Por eso, para los comicios de 2023 se estaban preparando candidaturas en la mayor parte de los municipios, toda vez que los sondeos auguraban un muy buen resultado de Vox en la comarca. ¿Tanto como para poder entrar con un diputado en la institución provincial? Probablemente.
Pero en este tiempo, las diferencias entre la líder autonómica del partido y portavoz en las Cortes Valencianas, Ana Vega, y el teniente general y diputado nacional, Manuel Mestre, han ido incrementándose conforme éste trata de hacer valer su ascendencia oriolana.
De hecho, los de Vega intentaron expedientarle (como ya informó este diario) cuando empezó a proclamarse como candidato municipal por la ciudad. Pero finalmente la dirección del partido le dio la razón y Mestre ha seguido con su campaña propia. Incluso mandando a Madrid el listado con los cinco primeros nombres de su candidatura, afirman fuentes cercanas al teniente general.
Ana Vega debería haber hecho lo propio con los suyos en otros municipios, pero según las mismas fuentes, todavía no lo ha hecho. De ahí el enfado de los suyos, Raúl Serna entre otros, que están dimitiendo por verse fuera de los comicios de mayo de 2023.
Entre tanto, por las redes sociales ha comenzado una campaña interna contra el teniente general bajo el título de "Me lo ha dicho Abascal" con escritos acusándole de ser almeriense y residir en Altea. También le acusan de estar acercándose a Cs Orihuela -que funciona al margen de todo bajo control del empresario José Alcántara-.
Pero en la misma campaña también se carga contra su oponente, Ana Vega, recordando el nepotismo que supone haber situado a su marido, Mario Ortolá, como concejal en la ciudad de Alicante y provocando enfrentamientos entre militantes.