Vox Alicante sigue siendo un polvorín a nueve meses de las elecciones municipales y autonómicas. En septiembre de 2020 la diputada autonómica Ana Vega revalidó la presidencia del partido en un oscuro proceso plagado de denuncias cruzadas de "pucherazo" e impugnaciones que nunca se aclararon. Ahora la guerra interna entre los dos principales sectores tiene las candidaturas como escenario principal.
Según fuentes de Vox, el teniente general Manuel Mestre, actual diputado nacional por la provincia, está luchando por hacerse con la cabeza de cartel en las municipales de su ciudad, Orihuela. Y el sector de Vega intenta impedirlo. Algo que le ha costado el puesto al coordinador local de la capital de la Vega Baja, Miguel Sánchez Lidón.
Este diario ha tenido acceso a una denuncia de éste contra el teniente general en el que le acusa de "llevar meses metiéndose en los temas municipales sin avisar. Incluso de "autoproclamarse" candidato a las municipales. Tanto es así que en marzo el partido le abrió un "expediente disciplinario".
En sus alegaciones Mestre admitió que "ha manifestado, mediante informe escrito, a
nuestro presidente nacional mi deseo de ser candidato de VOX a la alcaldía de Orihuela en las próximas elecciones municipales".
Pero el comité de Garantías de Vox en Madrid dictaminó el pasado 23 de junio que "los hechos descritos no son constitutivos de una vulneración estatutaria" y que "tras examinar la documentación y las pruebas aportadas, por unanimidad acuerda archivar el expediente".
Los movimientos
Así las cosas, Mestre parece contar con el apoyo de Santiago Abascal y la cúpula nacional del partido para ser el próximo candidato a alcalde de Orihuela, donde las encuestas auguran buenos resultados para la formación.
En este contexto todas las fuentes apuntan a que Vega podría ser "reservada" para la candidatura de la provincial Congreso de los Diputados, y apartada así de todos los líos internos de la formación. En ese caso, David García optaría esta vez a síndico del Vox en las Cortes Valencianas, apoyado por exafines a Vega.
Y es que el pasado mes de junio también se vio forzado a dimitir el coordinador local de Vox en Alicante, Joaquín Miguel Oliva, agrupación que controlan directamente Vega y su marido, el edil Mario Ortolá, con graves acusaciones a los responsables del partido.
En un informe interno firmado por siete responsables locales de Vox, afirman que "trabajamos al 25% de nuestras capacidades porque carecemos de las herramientas necesarias para alcanzar nuestros objetivos". Hay que recordar que el partido cuenta con financiación pública con dos concejales en la ciudad: Ortolá y José Bonet.
"Nosotros no blanqueamos ni damos espacio a quienes utilizan técnicas mafiosas en sus relaciones profesionales, ni a aquellos que las toleran, y por este motivo vamos a poner en conocimiento del Comité de Garantías del Partido los hechos conocidos por los receptores de este informe y que vienen consintiendo desde hace un año", añadieron en el informe.
Sin democracia interna
Sea como fuere, el 1 de abril de este año se celebró una asamblea nacional para modificar los estatutos del partido y su reglamento electoral eliminando la obligatoriedad de la elección democrática de todos los órganos del partido y los candidatos, las primarias.
Y eso que fundacionalmente se recogía que "Vox se estructurará democráticamente, de modo que todos sus candidatos y cargos orgánicos sean elegidos por los afiliados en elecciones primarias y rindan periódicamente cuentas ante ellos, en cuyo nombre actúan”. Además de los que dicta la Ley Orgánica de los Partidos Políticos y la jurisprudencia del Tribunal Constitucional.