Alicante

La Comunidad Valenciana lleva semanas incrementando paulatinamente su nivel de incidencia de Covid hasta superar este miércoles los 100 casos (101,42, para ser exactos) por cada 100.000 habitantes. En este sentido, las manifestaciones de tanto el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, como de la consellera de Sanidad, Ana Barceló, demuestran la preocupación que existe en la Administración autonómica de cara a las celebraciones de Navidad, que en 2020 fueron la antesala del peor trimestre de la pandemia. ¿Hay motivos para preocuparse?

Para responder a la pregunta es necesario fijarse en tres parámetros. Por un lado, el número de contagios. Y los números dicen que, salvo excepciones puntuales, lleva prácticamente un mes in crescendo, hasta el punto de que este jueves se registró la peor cifra de positivos en un día desde el pasado 2 de septiembre: 688 personas. 

El segundo es la presión hospitalaria. Según los datos más recientes, la Comunidad Valenciana tiene 246 personas ingresadas, 52 de ellas en la UCI:  55 en la provincia de Castellón, 13 en UCI; 91 en la provincia de Alicante, 23 de ellas en la UCI; y 100 en la provincia de Valencia, 16 en UCI. Esto quiere decir que los hospitales de la autonomía tienen un 2,40% de las camas ocupadas con pacientes con Covid. Además, actualmente hay 5.033 casos activos.

¿Cómo se comparan estas cifras con las de los meses anteriores? Pues en julio, por ejemplo, llegó a haber 10.000 casos activos. Y la presión hospitalaria, según los informes del Ministerio de Sanidad, era cuatro veces superior: del 9,89% a día 27. En el caso de las UCI, la ocupación rozaba el 30%. Este jueves estaba en el 7,16%. 

La comparativa con las cifras de fallecidos también es muy ilustrativa, aunque ha experimentado algunos altibajos. En julio solo hubo 46 muertes, pero en agosto llegaron a los 171, una cifra que más o menos se ha mantenido desde entonces. En lo que llevamos de semana, por ejemplo, se han reportado 11 decesos. Lo peor de la pandemia en cuanto a defunciones se produjo a principios de año: solo el 17 de enero, por ejemplo, hubo 78 fallecimientos en la Comunidad Valenciana. 

El 10% sin vacunar

El factor diferencial es, por supuesto, la vacunación, sobre todo entre la población más vulnerable. El 90% de la población valenciana mayor de 12 años cuenta con las dos dosis de la vacuna, y el objetivo de la Administración autonómica pasa por llegar a ese 10% restante.  

Ese el probablemente el mayor miedo de la Administración: que la población que tiene menos dosis, la que va a la franja de entre 30 a 39 años, es, en palabras de Barceló, la que "más socializa, más interactúa y más movilidad tiene", por lo que es la que mayor potencial de propagación del virus tiene. 

De ahí surge la idea, aún por concretar, de empezar a exigir un certificado de vacunación para acceder a determinados locales este invierno, algo que aún no es viable porque no cuenta con el respaldo jurídico del Gobierno central pero que ni Barceló ni Puig han descartado.

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