Alicante

La historia del Intempo, la torre residencial más alta de España, es también la de una época de frenesí y sueños rotos. Monumento silencioso de la capital turística de la Costa Blanca, Benidorm, solo la ciudad con mayor densidad de rascacielos por habitante del mundo podía tener durante los últimos 15 años un edificio inacabado como símbolo no de sus excesos, sino de sus esperanzas. Ahora, tres lustros después de ponerse la primera piedra, el Intempo finalmente está terminado y sus propietarios entregarán las primeras llaves en septiembre. Los pisos más caros, valorados en un millón de euros cada uno, ya están vendidos.

El Intempo es en realidad el sueño de dos promotores inmobiliarios: José Ignacio de la Serna e Isidro Bononat, quienes compraron una parcela de 46,8 millones de euros en la ciudad utilizando un crédito de Caixa Galicia. Las obras empezaron y en 2008, con el inicio de la crisis económica, ese préstamo se había ampliado ya hasta los 103 millones. 

Después, el guion habitual. Caixa Galicia quiebra y este crédito pasa a la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb). El conocido como "banco malo" entra con una participación de 52 millones, una quita del 50%. Después instar al concurso de acreedores para "garantizar la transparencia del proceso".

Es entonces cuando empieza el conflicto entre los dos promotores que impulsaban la construcción. Las obras del titánico edificio quedan paralizadas totalmente en 2014, y no es hasta tres años después que el fondo de inversión SVP Global se quedan con el inmueble. El importe no se ha hecho público, pero se estima que por una cifra por encima de los 60 millones y por debajo de los 90 en los que estaba tasado el Intempo.

Vista desde una terraza. EFE

El inmueble heredado estaba prácticamente terminado (a un 95%), pero contaba con numerosos problemas. La obra, aunque de calidad, se había quedado obsoleta para los estándares actuales de un edificio de lujo, además de tener algunas decisiones de diseño "cuestionables". Un ejemplo: el característico color dorado del edificio venía de un vinilo en los cristales de las habitaciones que reflejaba la luz, lo que hacía que el interior estuviese casi siempre oscuro. 

Para completar la obra y modernizar el Intempo se contrató a UNIQ Residential como responsables del proyecto de reconstrucción. Y en estos cuatro años ha hecho cambios profundos tanto en la configuración de las habitaciones más básicas como en la joya de la corona, el llamado Diamante que corona el inmueble. 

Aquí la obra original había dividido el espacio en dos partes: la mitad de los pisos miraban hacia la playa y la otra mitad hacia la montaña, en concreto hacia la zona de Terra Mítica. Esto, para los nuevos dueños, "no tenía sentido", porque suponía eliminar el principal atractivo del edificio para la mitad de los apartamentos. Al final se optó por unificarlos y convertirlos en viviendas con ambas vistas. La fórmula ha funcionado porque ya se han vendido. 

¿El más alto? 

Recreación de la base, en uno de los bocetos del proyecto.

Con 269 viviendas, 49 plantas y 204,5 metros de altura, el Intempo se promociona "como la torre residencial más alta de Europa", algo que no es cierto por muy poco margen: la Sky Tower de Breslavia (Polonia) llega a los 212 metros. Si en la ecuación incluimos la parte rusa del continente el Intempo pierde bastantes posiciones. 

Lo que es cierto es que el edificio ha supuesto el pistoletazo de salida para una nueva fiebre inversora en Benidorm. En los últimos años la apuesta por la zona de la playa de Poniente se ha ido incrementando, hasta el punto de que seis torres de lujo están ya proyectadas. 

Por un lado, la promotora TM desarrolla en los terrenos adyacentes al Intempo su mayor promoción de suelo en España con dos edificios ya casi terminados y otros dos que va a construir por 86 millones de euros. Justo enfrente, en primera línea de la playa, continúa la obra del Delfin Tower, una torre de lujo al lado del Hotel Delfín que además cuenta con la particularidad de haber prohibido el alquiler vacacional entre sus propietarios. 

Por esta zona se abrió también el año pasado el primer hotel de la cadena H10 en la ciudad, y la multinacional Accor ha anunciado que se hará con la gestión de un 4 estrellas que reformará completamente. Las previsiones son que, pese a la pandemia, la capacidad turística de la ciudad siga aumentando en los próximos años, con un crecimiento de las plazas de más del 30%. 

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