Muy pocas novedades en la reunión de la Mesa Interdepartamental del Gobierno valenciano, la encargada de acordar las restricciones frente a la evolución de la pandemia de Covid. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y la consellera de Sanidad, Ana Barceló, han comparecido este sábado en rueda de prensa para anunciar que prácticamente todas las medidas que se habían puesto en marcha hace dos semanas se mantienen, aunque con algún matiz.
El más importante es que a partir del martes, y hasta el 6 de septiembre, habrá toque de queda en 68 municipios valencianos de 1 a 6 de la madrugada; hasta ahora esta medida afectaba a 77 localidades. La lista completa se puede consultar aquí. En total esta medida afecta a 2,6 millones de personas, más de la mitad de la población.
También se ha mantenido la prohibición de limitar las reuniones a diez personas, tanto en el ámbito público como el privado. Tanto para esta prohibición como para la anterior ha sido necesario contar con el aval del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Comunidad Valenciana, algo que ha salido adelante con el voto particular de un magistrado que muestra su desacuerdo al considerar que la Conselleria no es el órgano competente para restringir estos derechos.
Respecto al ocio nocturno, queda prohibido en todo el territorio autonómico, aunque los locales podrán operar con el mismo horario que la hostelería, hasta las 00:30 horas. Existe un aforo máximo de diez personas en exteriores y diez en interiores, con una separación mínima de metro y medio.
Asimismo, y para atajar los botellones (la mayor incidencia acumulada se está dando en los más jóvenes, que son quienes están aún por vacunar), se ha endurecido el régimen sancionador con multas de hasta 60.000 euros para quien organice una fiesta con consumo de alcohol en la calle.
Finalmente, la consellera de Sanidad explicó que se ha ampliado de 3.000 a 4.000 personas el aforo permitido en evento y acontecimientos deportivos en espacios abiertos.
En su comparecencia, Barceló explicó que estas medidas se revisarán a finales de agosto "en función del avance de la vacunación y de la situación epidemiológica", y que, si esta lo aconseja, se relajarán. De momento los datos de la última semana han sido positivos, con un descenso paulatino de contagios y presión hospitalaria (tanto en UCI como en planta). El pasado viernes la incidencia en la región cayó incluso por debajo de 400, una de las más bajas de España.