Salomé Pradas y Emilio Argüeso, en el centro, en una imagen reciente.

Salomé Pradas y Emilio Argüeso, en el centro, en una imagen reciente.

Valencia LA DANA DEL SIGLO

La consellera de Justicia y el jefe de Emergencias, señalados: a Pradas le achacan inacción y a Argüeso, llegar 10 horas tarde

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La DANA ha dejado un rastro de devastación y controversia por no avisar a tiempo a la población de la crecida de ríos y barrancos.

La tormenta, que provocó inundaciones severas en tres comarcas y al menos 211 muertos, ha puesto a prueba la capacidad de respuesta de las autoridades autonómicas y nacionales.

En este contexto, la gestión política de la Generalitat Valenciana, encabezada por el popular Carlos Mazón, ha sido objeto de críticas porque las alertas al móvil de los ciudadanos se lanzaron cuando ya había centenares de personas atrapadas.

Hay dos cargos autonómicos señalados por la gestión: la consellera de Justicia e Interior, Salomé Pradas, y su número dos, el secretario autonómico de Emergencias, Emilio Argüeso, según confirman a EL ESPAÑOL fuentes de la Administración autonómica.

Los dos son los máximos responsables de la gestión de las emergencias, protección civil y extinción de incendios. Apenas tienen experiencia en el cargo porque asumieron esta responsabilidad después de que Vox rompiera los gobiernos autonómicos con el PP el pasado mes de julio.

Desde que el presidente Mazón se desplazó al puesto de mando la noche del 29 de octubre, ninguno de los dos ha realizado ninguna intervención pública ni ofrece información actualizada a la ciudadanía. Además, no ejercen de portavoces de la tragedia pese a los puestos de responsabilidad que ocupan.

En su lugar, la Generalitat Valenciana ha designado como portavoz a la directora general de Incendios, Rosa Touris, con un rango bastante más inferior que la consellera o su número dos y centrada en un área muy específica que no guarda relación con la gestión de catástrofes de esta magnitud.

El descontento de Mazón y su núcleo duro de confianza con estos dos cargos es patente, según estas fuentes. Desde el inicio de la crisis, la Generalitat Valenciana ha sido criticada fundamentalmente por la tardanza en la emisión de alertas a la población.

A pesar de que la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) había emitido advertencias sobre el temporal y la Confederación del Júcar activó avisos sobre el riesgo de riadas, la Generalitat no envió los mensajes de alerta a los teléfonos móviles hasta que la DANA ya estaba causando víctimas.

Esta demora ha sido señalada como un factor que agravó las consecuencias de la tormenta, dejando a muchos ciudadanos sin tiempo para prepararse adecuadamente para la riada en ciernes.

La tarde de la tragedia

El Centro de Coordinación Operativo Integrado (Cecopi) fue convocado por la consellera a las 15:00 horas para celebrarse a las 17:00 horas del martes 29 de octubre. Poco antes de la tres de la tarde, Salomé Pradas publicó en sus redes sociales un mensaje sobre la crecida de los ríos.

"Pedimos mucha precaución a los vecinos de los municipios por donde discurren el río Magro y el barranco del Poyo. Hemos decretado la emergencia hidrológica en esas zonas. Sigan los consejos de los servicios de emergencias, no crucen los cauces ni se acerquen a laderas. Infórmense a través del 112".

A partir de las cinco de la tarde, empieza la reunión de Cecopi, que se celebró de manera telemática, según las fuentes consultadas. A esa reunión se conectan todos los organismos del Estado implicados en la emergencia, incluida la Confederación del Júcar, así como los cuerpos de seguridad del Estado, bajo la dirección de la Generalitat.

La consellera de Interior no tomó ninguna decisión para proteger a la población civil durante la tarde. La Generalitat defiende que no recibió ningún aviso de la magnitud de la tragedia, pero Pradas estaba en contacto permanente con estos departamentos porque la reunión no se interrumpió hasta la madrugada.

"La situación era preocupante en toda la cuenca del río Magro, donde estaban registrando problemas tanto aguas arriba como aguas abajo de la presa de Forata. De hecho, al inicio de la reunión del Cecopi, a las 17.00 horas, se informó del incremento generalizado de caudales en el río Magro y en el río Júcar, y de la inminente declaración del escenario 2 de la presa de Forata, de acuerdo con su plan de emergencia", trasladaron a este periódico fuentes de la Confederación.

Salomé Pradas dirigió el operativo de la Generalitat hasta que el presidente Mazón llegó al centro de coordinación ante la histórica riada. 

Mientras, Emilio Argüeso participó en el Cecopi, según diversas fuentes consultadas, pero tampoco tomó medidas por cómo se sucedieron los acontecimientos.

Al parecer, el martes sobre las 13.30 horas, Argüeso se desplazó a Carlet ante las lluvias intensas. Allí estuvo junto a la consellera con los concejales y la policía local, según fuentes de la Conselleria de Justicia e Interior.

Ante la "gravedad" de la situación, añaden estas fuentes, la consellera convocó el CECOPI y todo el equipo se trasladó al centro de emergencias del 112 en L'Eliana. "Allí estuvo hasta la mañana del miércoles, cuando se constituyó el PMA de Paiporta", afirman.

En esta línea, desde la Conselleria explican que, pese a figurar en la agenda pública, no estuvo en la comisión taurina convocada.

Se sabía que una DANA podía causar estragos en Valencia, pero en la agenda pública de ambos cargos no figura ninguna reunión previa con los municipios amenazados o los cuerpos de seguridad, tampoco para comunicar medidas preventivas.

A Argüeso le achacan no llegar al Puesto de Mando hasta 10 horas después de que Mazón confirmara un número indeterminado de víctimas mortales, a las 11 de la mañana del 30 de octubre. Fuentes de la Conselleria explicaron, no obstante, que estuvo en contacto permanente con el operativo y la dirección.

Sin experiencia previa

La Conselleria de Justicia e Interior, de la que depende el Centro de Coordinación de Emergencias, fue una de las afectadas por la ruptura del gobierno de coalición entre el PP y Vox.

Los altos cargos que debían actuar frente a la emergencia llevan poco más de tres meses en el cargo. En julio, Carlos Mazón cesó a la entonces consellera, Elisa Núñez, de Vox y a todo su equipo, que llevaba al frente del departamento un año.

Para dirigir la Conselleria eligió a Salomé Pradas, hasta la fecha consellera de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio. Pradas es licenciada en Derecho por la Universidad Jaume I de Castellón y abogada. Fue directora general de Medio natural del Gobierno Valenciano hasta 2015, concejala del Ayuntamiento de Castellón y senadora.

En su etapa en el grupo municipal del PP en el Consistorio de Castellón realizó labores relacionadas con servicios sociales y vivienda. En el Senado, ha formado parte de las comisiones de Justicia, de Medioambiente y Cambio Climático y de Empleo y Seguridad Social.

Para el cargo clave en la gestión de las Emergencias, la Secretaría autonómica, Carlos Mazón optó por Emilio Argüeso, guardia civil y policía local de profesión. Tiene cuatro carreras: Criminología, Periodismo, Derecho y Publicidad y Relaciones Públicas.

Fue uno de los máximos dirigentes de Ciudadanos en la Comunitat Valenciana y tras ser expulsado por colaborar con el PP en el hundimiento del partido, Carlos Mazón lo fichó para su Ejecutivo. Primero como secretario autonómico del Sistema Sociosanitario de la Vicepresidencia segunda y Conselleria de Servicios Sociales, Igualdad y Vivienda y después como jefe de Emergencias.

De Cs al PP

Argüeso fue uno de los impulsores de Ciudadanos en la Comunitat Valenciana. Fue secretario de Organización del partido y mano derecha de Fran Hervías. Llegó a Cs después de pasar por el PP y, con anterioridad, por las juventudes socialistas de Elche.

Cuando en 2015, el partido de Albert Rivera consiguió superar la barrera electoral y formar grupo parlamentario en las Cortes Valencianas, Argüeso fue el elegido como representante de Cs en la Mesa, uno de los puestos más cotizados por sus altos salarios.

Desde entonces, no dejó de protagonizar polémicas. Pese a sus casi 90.000 euros de sueldo como secretario primero, el dirigente cargó a las arcas públicas una cafetera para su despacho. Después de que Las Provincias publicara este hecho, devolvió el electrodoméstico en un escrito en el que exigió que se le subiera el café a su despacho.

Además, durante esta etapa, se denunció que uno de los asesores de Argüeso no acudía a su puesto de trabajo. El gabinete de Presidencia explicó que esta persona no había sido vista por la casa, mientras que el dirigente de Cs lo negó.

Con la llegada de Toni Cantó como líder de Ciudadanos, Argüeso fue enviado a Madrid como senador autonómico.

Se le apartó de su labor orgánica por sospechas con las cuentas y en 2021, ya con Inés Arrimadas como líder, fue expulsado del partido y acusado de incitar al transfuguismo después de la moción de censura fallida en Murcia.