Israel dice controlar Gaza City y estrangula Jan Yunis por si Hamás no acepta sus términos de alto el fuego
La resistencia de Hamás en el norte se habría reducido al mínimo pese a que aún quedan kilómetros y kilómetros de túneles por recorrer.
21 diciembre, 2023 03:17Una semana de alto el fuego a cambio de cuarenta rehenes. Esa es la oferta de Israel a Hamás, según el diario estadounidense Wall Street Journal. Una oferta aún más generosa que la del primer alto el fuego, pese a que la situación en Gaza se acerca al punto final en lo militar. En las últimas horas, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) aseguran haberse hecho con la casi totalidad del barrio de Jabalia, en Gaza City, mientras siguen "limpiando" el barrio vecino de Shejaiya, los dos únicos reductos que quedaban en manos de Hamás en la capital de la Franja.
De confirmarse estos avances, que al Institute for the Study of War le parecen "consistentes" con la información que maneja, la resistencia de Hamás en el norte se habría reducido al mínimo y toda Gaza City quedaría bajo el control de Israel en cuestión de pocos días. Precisamente por eso, Israel habría enviado una brigada más al sur, para luchar en Jan Yunís, donde las FDI llevan semanas acercándose al hospital Al Nasser sin llegar a romper aún el perímetro.
Pese a que aún quedan kilómetros y kilómetros de túneles por recorrer y pese a que los líderes de Hamás en Gaza -los hermanos Sinwar y Mohammed Deif, sobre todo- no han sido capturados, lo cierto es que el dominio terrestre de Israel es casi absoluto y la llegada de esta nueva brigada a Jan Yunís debería bastar para acabar de controlar la ciudad y, con ella, finalizar la ocupación de Gaza.
La necesidad de la negociación
Siendo así, ¿a qué viene la oferta de un alto el fuego de una semana a cambio de cuarenta rehenes cuando hace aproximadamente un mes se consiguió la liberación de casi un centenar en el mismo período de tiempo? ¿No deberían las victorias militares de Israel colocarle en una situación más ventajosa a la hora de negociar? El problema sigue siendo la incapacidad para ubicar a los rehenes, que el estado judío cifra en 125, en su inmensa mayoría hombres mayores de edad. No se sabe exactamente cuántos permanecen con vida.
Israel estaba convencido de que podría encontrarles en las inmediaciones del hospital Al Shifa, en el oeste de Gaza City, pero, aunque descubrió los túneles y halló restos compatibles con la estancia de los secuestrados en las instalaciones, el caso es que no pudo liberar a uno solo de los cautivos. Abandonada la vía de Gaza City, Israel se lanzó a por Jan Yunis, de nuevo en el convencimiento de que los líderes de Hamás y la Yihad Islámica habían huido ahí con los rehenes para que les sirvieran de escudos humanos. Sin embargo, pasan los días y las FDI solo han podido encontrar cadáveres. Los tres secuestrados que hallaron con vida acabaron asesinados a tiros por sus propias fuerzas.
La cantidad de inteligencia que acumula ahora mismo el ejército israelí es inmensa, mayor que hace un mes. Los detenidos hablan, los civiles hablan, se siguen pistas que parecen ser definitivas… pero irremediablemente quedan en nada. Eso desconcierta al gobierno de Tel-Aviv. El 7 de octubre queda cada vez más lejano y se sabe que las condiciones de los rehenes son precarias. En muchos casos, sobre todo en el de los ancianos, se teme seriamente por su estado de salud si su situación se prolonga. La presión interna es mucha y Netanyahu necesita resultados, especialmente después de lo sucedido con los tres muertos por accidente.
Máximo dos semanas
En definitiva, Israel necesita negociar con Hamás para conseguir su objetivo, lo cual ya es en sí una inevitable contradicción: para lograr la primera de sus metas tiene que renunciar momentáneamente a la segunda. En otras palabras, para conseguir devolver a casa a los secuestrados tiene que aplazar la destrucción prometida del entramado político y militar de Hamás. De ahí que el Mossad y la CIA lleven días reuniéndose tanto en Varsovia como en Doha con autoridades qataríes y egipcias en busca de un acuerdo que pueda llevar a una nueva tregua.
[El líder de Hamás viaja a Egipto para negociar una nueva tregua en la Franja de Gaza]
El asunto es que Hamás es consciente de esta necesidad israelí y, obviamente, va a intentar sacarle el máximo partido. En un principio, Israel sondeó la posibilidad de repetir el intercambio de rehenes por prisioneros, pero los terroristas se negaron en redondo. Hamás quiere una tregua y no cualquier tregua, sino una duradera. Ahora bien, Israel sabe de los peligros que supone eso: posibles reestructuraciones de fuerzas, reorganización de posiciones defensivas, fugas de los líderes más buscados…
Por eso, lo máximo que estaría dispuesto a ofrecer son dos semanas. En público, la oferta es de una semana, pero ya se ha filtrado a la prensa que podrían ser dos a cambio de una cantidad mayor de rehenes. Aquí queda por saber qué va a hacer Hamás al respecto. Si definitivamente le ofrecen dos semanas, probablemente acepte, pero en ningún caso se va a deshacer de todos los rehenes, pues eso anularía su capacidad negociadora de ahí en adelante. Siempre se va a dejar alguna carta en la manga salvo que pueda conseguir otro tipo de compromiso que ahora parece inimaginable.
También podría no aceptar. Para eso se ha desplazado esa brigada al sur de la Franja, para disuadir a los terroristas. Si dicen que no a la tregua, Jan Yunís caerá, pero ¿acabará eso con la guerra? Bueno, acabará al menos con su fase más dura, la que Estados Unidos lleva semanas pidiendo dejar atrás. Quedará el uso de unidades de élite para eliminar a los altos mandos de Hamás e intentar el milagro de encontrar a los rehenes del 7 de octubre. Lo que no está claro es si la sociedad civil israelí puede vivir más tiempo de esperanzas. Después del lógico período en el que el odio y el ansia de venganza lo nublan todo, llegará el momento de pedir cuentas.