El PP propone un ahorro de 22.500 € en IRPF a jóvenes durante 4 años "para que se emancipen"
Los menores de 35 años se bonificarán el 100% de impuestos el primer año sobre un sueldo de 30.000 euros; luego el 75%, el 50% y el 25% en una cuenta de ahorro para formación, vivienda, emprendimiento o natalidad.
24 mayo, 2024 02:48¿Un partido de derechas puede promocionar política social? ¿Alguien va a creer que los conservadores se preocupan de que "las familias no lleguen a fin de mes", o de que "la cesta de la compra básica ha crecido un 30% en los últimos tres años"? ¿Es posible que el Partido Popular trate de hacer campaña para las europeas con un mensaje puramente solidario sobre el "reequilibrio del Estado del bienestar" para entregarle ayudas a los jóvenes?
Ésa es exactamente la apuesta estrella del PP en este inicio de la campaña del 9-J. Que todos los menores de 35 años en España se ahorren el IRPF en los cuatro primeros años de empleo. Las cuentas que ha trabajado la Vicesecretaría de Economía popular cifran en hasta 22.500 euros la bonificación total: a saber, exención del 100% del IRPF el primer año, del 75% el segundo, del 50% el tercero y del 25% el cuarto.
La promesa se enmarca en la campaña de las europeas, aunque tiene un auténtico aroma de propuesta para elecciones generales.
Primero, porque se ofrece a los votantes españoles; segundo, porque el problema del paro juvenil, la precariedad y la imposibilidad de emancipación por la carestía de la vivienda es específica de nuestro país; y tercero, porque es cierto que el PP afronta esta cita con las urnas como un auténtico plebiscito contra el Gobierno de Pedro Sánchez.
Es decir, si moviliza a los electores con mensajes como ése, el PP confía en que quedará legitimada su reivindicación no sólo de ser el primer partido de España, sino de que "la gente nos quiere gobernando".
Los detalles
Una de las obsesiones del Partido Popular es "reequilibrar" el Estado del bienestar. La última reforma del sistema de pensiones, aún pendiente de que la Comisión Europea le dé su visto bueno, no sólo es considerada "insostenible" sino "injusta" por el equipo económico de Alberto Núñez Feijóo.
Porque "detrae recursos de las clases trabajadoras, empobreciendo sobre todo a los jóvenes" mientras entrega "puntos y puntos" del PIB a los pensionistas.
Y este diseño no sólo es injusto sino electoralista: los partidos políticos -y en esto se incluyen como corresponsables las fuentes del PP consultadas- ven más rentable dedicar recursos a las personas mayores: "Se lo merecen indudablemente, son votantes fieles, son muchos millones más que los jóvenes y, además, están movilizados".
Pero, insisten desde la oficina económica de Génova, "los jóvenes no sólo se lo merecen sino que todos necesitamos que puedan contribuir socialmente, y hoy tenemos a la generación menor de 35 años más empobrecida desde la Transición y, además, líder del desempleo juvenil en la Unión Europea".
El diseño de Juan Bravo, quien estaba llamado a ser ministro de Hacienda si Feijóo hubiera logrado formar Gobierno tras el 23-J, es el siguiente:
Los jóvenes trabajadores, por cuenta ajena o autónomos, verían bonificada la cuota correspondiente a los primeros 30.000 euros de renta. Y su ahorro fiscal se destinaría a nutrir una cuenta de ahorro durante esos cuatro ejercicios. Y el montante final se podrá destinar a la entrada para la compra de una vivienda, al emprendimiento, a la formación o como ayuda a la natalidad.
"El objetivo es eliminar cargas, poner el dinero en el bolsillo de los ciudadanos y facilitar un objetivo común de todos ellos y una necesidad de la sociedad española", explican fuentes populares. "Y eso es que puedan iniciar su vida independiente, poniéndose bajo un techo, invirtiendo en la mejora de sus capacidades y empleabilidad, fundando una familia o emprendiendo un negocio".
De la medida se beneficiarían las personas comprendidas entre los 18 y los 34 años inclusive.
Porque el plan no sólo pretende dinamizar el empleo en directo, sino invertir en la formación de los de menos años para la nueva economía, que "necesitará trabajadores muy tecnificados y especializados, que hoy no existen, y debemos crearlos".
Medida "completa"
La propuesta prevé que la bonificación fiscal se empiece a aplicar en el ejercicio en que se comience la actividad laboral de la que derivase una obligación de pago del IRPF. La ayuda fiscal dejaría de ingresarse en Hacienda y se acumularían en la cuenta de ahorro, a elección del beneficiario, con una condicionalidad: los fondos son finalistas, y sólo pueden dedicarse a uno de los cuatro objetivos ya citados.
Hace años que los economistas de todas las adscripciones ideológicas les preocupa el diseño del Estado del bienestar español, que cada vez dedica un mayor porcentaje de sus limitados recursos a las llamadas clases no productivas.
El resultado es que, según Eurostat, en la actualidad el 32% de los ciudadanos de 20 a 29 años está en riesgo de pobreza o exclusión social, y sólo el 16% de los mayores de 65 años.
Antes de la crisis financiera era justo al revés: un 19% de los jóvenes sufrían este riesgo por un 31% de los jubilados.
Por eso, aunque el plan está basado en un mantra eterno del PP, bajar impuestos, en las filas de Feijóo se opina que la propuesta es muy completa. Primero, retira cargas fiscales. Segundo, orienta la inversión a sectores socialmente productivos. Y tercero, no perjudica a la otra cohorte, la de mayores de 65.
Porque el problema, sostiene el equipo de Bravo, no es que los mayores reciban de más, sino la sostenibilidad de los recursos con los que financiar las pensiones. "Si ponemos a trabajar a los jóvenes y el mercado laboral es eficiente y dinámico, sí podremos mantener las pensiones que merecen nuestros mayores".
Intervenir o incentivar
Finalmente, hay dos cláusulas añadidas a la propuesta del PP. Una es que podrán utilizar los 22.500 euros de ahorro fiscal de manera incondicionda aquellos jóvenes que sean padres por primera vez antes de los 27 años, o tengan dos hijos a los 35, para fomentar la natalidad.
Y otra es que los jóvenes que ganen hasta 45.000 euros también podrán beneficiarse de la medida, lo que la convierte en "casi universal". Simplemente, el beneficio fiscal se aplicará con una base imponible máxima de 30.000 euros. Y a partir de esa cifra entrará una escala regresiva.
"Están los que sólo confían en la intervención del Estado, basado en las prohibiciones y los límites", continúa una fuente del PP, "y estamos los que creemos en usar el mercado libre para añadirle incentivos que lo lleven a las soluciones reales que necesita la sociedad".