Pedro Sánchez, este lunes, en la reunión de la ejecutiva del PSOE, en Madrid.

Pedro Sánchez, este lunes, en la reunión de la ejecutiva del PSOE, en Madrid. Europa Press

Política ELECCIONES CATALANAS

El PSOE intentará que ERC y Junts acepten la "vía Bildu": pactos en Madrid y oposición en Cataluña

Los socialistas quieren convencer a Junts y ERC de que opten por un pragmatismo que les permitiría lograr acuerdos políticos rentables.

14 mayo, 2024 02:20

La felicidad que transmitió ayer Pedro Sánchez a los miembros de la Ejecutiva del PSOE da idea del alivio y la satisfacción con las que el Gobierno y los socialistas han acogido el resultado de las elecciones en Cataluña.

En ese sentimiento se vive en la Moncloa desde que comenzó el recuento y no hay mucha intención en precipitar las preocupaciones o dudas sobre la formación del Gobierno de la Generalitat y, mucho menos, sobre la repercusión de los resultados en la estabilidad del Ejecutivo de Sánchez.

En eso están y en subrayar cómo la amnistía y los pactos con los independentistas han debilitado a Junts y ERC en las urnas. 

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"Tantos meses de críticas internas y externas, de manifestaciones y ataques a sedes del partido y de acusaciones de colaborar con la ruptura de España nos merecíamos demostrar que todo tenía un sentido", explica un dirigente del PSOE.

La consigna es esperar y abordar la campaña electoral de las europeas del 9 de junio subidos a la ola del resultado de Cataluña, saliendo del pesimismo e intentando usar el relato sobre la gestión como principal arma electoral.

No obstante, sí hay análisis iniciales sobre la gestión del resultado y la constatación de que estiman muy complicada la negociación que le viene a Illa.  "Siempre es difícil. Nuestro país es difícil. Hay que hacer por entenderlo y gestionarlo", explica un ministro destacado que recuerda que también lo era la investidura de Sánchez y la gestión de la ley de amnistía, a la que aún le queda la aplicación durante años por los tribunales.

La opinión más extendida en el Gobierno y en el PSOE es que la apuesta es lograr que ERC facilite una investidura en minoría de Salvador Illa, junto con los Comuns. Una especie de reflejo fiel de lo que es el Gobierno de Sánchez, con PSOE y Sumar y apoyos cruzados y plurales.

Entienden que la marcha de Pere Aragonès, anunciada por él mismo este lunes, anticipa la esperada ebullición interna en ERC, sin que se sepa a ciencia cierta en qué concluirá. La intención es intentar convencerles de la necesidad de permitir el Gobierno de Illa y mantenerse en la oposición en Cataluña, mientras se apoya a Sánchez en el Congreso.

La 'vía Bildu'

Es lo que se llama la "vía Bildu", basada en una política pragmática y posibilista sin renunciar al independentidsmo y que, sobre todo, combina la oposición en el País Vasco, con acuerdos y logros para Euskadi que le han sido muy rentables electoralmente al partido abertzale. Y eso que competía con el PNV que sí está en el Gobierno vasco por los "favores" del PSOE en el Congreso.

ERC ha seguido ese pragmatismo en los últimos años desde el Gobierno de la Generalitat y ahora tendría que hacerlo desde la oposición en Cataluña, lo cual tiene cierto riesgo, pero le puede permitir renovarse y rearmarse para el futuro con presencia pública y capacidad para marcar la agenda.

Es parecido a lo que ha logrado Junts en el último año al recuperar protagonismo pactando con el Gobierno central, incluso la cesión de competencias que debe administrar otro partido, como ocurrió con la inmigración. La diferencia es que Puigdemont aspiraba a gobernar tras estas elecciones autonómicas y, además, ERC tiene que pasar por el trance (o trago) de investir al candidato del PSC, partido que para parte de sus bases es "el que apoyó la aplicación del artículo 155".

Por el momento, los socialistas entienden que ERC ha querido quitarse presión para no aparecer como la bisagra que tiene que decidir entre el PSC y la repetición electoral. Ganar tiempo y espacio.

En principio, el Gobierno consideran que ERC es consciente de que no les interesa nada la repetición electoral, aunque dejan un margen de duda por lo que pueda pasar en el proceso interno de este partido. En ese proceso, que en ERC suele ser "cruento", podría imponerse el rechazo a esa "vía Bildu", en favor de recuperar la esencia independentistas y romper lazos y acuerdos con el Gobeirno español.

Confían en la capacidad de negociación de Illa y explican que el PSC podría hacer gestos con ERC, como cederles la Presidencia del Parlament.

También hay opción a que Illa haga algún gesto al PP facilitando su acceso a la Mesa de la Cámara autonómica.

Respecto a Junts, los socialistas no ven posible un acuerdo de Illa con los de Carles Puigdemont para la investidura, tal y como mostró este lunes el expresident en su comparecencia pública.

Más bien deducen que Puigdemont está dispuesto a mantener su apuesta y forzar una repetición electoral que le permita seguir bajo el foco de la política catalana. Así interpretan el anuncio de que se presentará a una investidura.

Entienden también que tiene intención de meter presión a ERC y poner en evidencia la posibilidad de que termine apoyando la investidura de Illa.

En favor de Puigdemont operaría que la baja participación muestra que el voto independentista no se ha movilizado, que ha ido a la abstención y, por tanto, podría ser recuperable para Junts y ERC en una eventual repetición electoral.

Los socialistas son conscientes de que deben buscar fórmulas para mantener las mesas de negociación con Junts, si es que finalmente hay investidura en Cataluña. También Junts negociaría y pactaría estando en la oposición a Illa y, por tanto, el Gobierno tendría que equilibrar los avances de esas negociaciones con los dos partidos independentistas.

Sobre Junts, Sánchez necesita que si Illa es presidente y Puigdemont cumple su promesa de irse de la política, se imponan en ese espacio los más posibilistas, que aparquen el independentismo y estén dispuestos a negociar con el Gobierno central pese a estar en la oposición en Cataluña. Es decir, como ha hecho Bildu desde 2018.

En todo caso, las fuentes consultadas del Gobierno explican que hay tres factores para poder mantener la legislatura, con apoyo de Junts y ERC, y hasta para sacar los Presupuestos Generales del Estado para 2025: la aplicación de la Ley de Amnistía que sería menos complicada con Sánchez en la Moncloa; evitar un Gobierno del PP con Vox y el intenso debate interno en Junts y ERC, tras sus malos resultados.