Puigdemont da por cumplido el pacto del catalán y Moncloa ve la investidura más cerca

Quedan aún algunos obstáculos difíciles, como la redacción definitiva de la proposición de ley de amnistía y la búsqueda de una fórmula que pueda entenderse como una renuncia de los independentistas catalanes a la vía unilateral. O que pueda ser presentada por Moncloa como tal.

Ayer el Congreso empezó a permitir el uso de las lenguas cooficiales (catalán, euskera y gallego) y los estados miembros de la Unión Europea no vetaron la petición del Gobierno para que esas lenguas sean también oficiales en las instituciones europeas.

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El Gobierno explica que en el Congreso se visualizó los dos bloques, con una mayoría con partidos de izquierdas e independentistas, frente al PP y a Vox que se oponían a la reforma del Reglamento de la Cámara. Era la repetición de lo que ya ocurrió en agosto en el Pleno de constitución del Congreso y elección de la Mesa.

La de ayer era la primera votación de la legislatura y ha mantenido el bloque que puede darle la presidencia del Gobierno a Sánchez. Era también el cumplimiento del acuerdo sobre la Mesa del Congreso.

Según el análisis de Moncloa, esa imagen sirve para que PNV, ERC, Junts, Bildu y BNG vean claramente al otro lado a PP y Vox frente al reconocimiento de las lenguas cooficiales. Que no haya opción de acercamiento del PP a ninguno de esos partidos, como pretendió en algún momento Alberto Núñez Feijóo.

Añaden que eso ocurrió sin que pasara nada especial y sin que hubiera siquiera especial bronca o incidencias. De hecho, atribuyen al interés del PP por distanciarse de Vox el que el portavoz de los populares, Borja Sémper, incluyera frases en euskera desde la tribuna del Congreso. "Prueba superada", aseguran los populares.

Además, esas fuentes consideran que ayer se produjo el segundo giro fundamental de Junts, desde la posición de partida en la que el partido de Carlos Puigdemont rechazaba cualquier contacto o acuerdo con el Gobierno central.

El primero fue el de aceptar en agosto el acuerdo del Congreso a cambio de que Pedro Sánchez pusiera en marcha ante la UE la petición para el reconocimiento de las tres lenguas. Y el segundo ayer cuando se dieron por satisfechos con el intento por parte del Gobierno en Bruselas.

“Que ningún Estado haya vetado la propuesta es buena noticia, pero no es suficiente. España lo sabe, sabe que tiene trabajo pendiente y sabe que debe hacerlo con diligencia, porque la oportunidad es ahora. Estaremos muy atentos. El camino para conseguirlo debería ser irreversible sin tener que esperar demasiado; porque ya hemos esperado lo suficiente”, escribió en Twitter Carles Puigdemont.

Y por boca de la portavoz de Junts en el Congreso, Miriam Nogueras, aplaudió el "esfuerzo" del Gobierno en la UE y añadió que “es un día histórico porque hoy el catalán está mucho más cerca de ser oficial”.

Es decir, Junts da por cumplido por parte del Gobierno la primera parte del trato que sirvió para pactar la Mesa de la Cámara y se aparta así una piedra del camino.

El Gobierno explica que ha logrado evitar los vetos y que ya sabían que es un proceso largo que se inicia ahora. De hecho, siempre explicaron que puede llevar años, con la referencia del tiempo que necesitó Irlanda para que se aceptara el gaélico y eso que es lengua oficial en todo el país y estaba reflejado en el tratado de adhesión.

Con la aprobación del Reglamento para permitir el uso de las lenguas se refuerza esa voluntad de acuerdo por parte del PSOE, siempre según el análisis de los socialistas.

Fuentes socialistas e independentistas explican que esperan que los contactos se aceleren la próxima semana, cuando fracase el intento de investidura de Feijóo. Moncloa elabora una propuesta de “plan para Cataluña y para la reconciliación y el reencuentro”, que incluiría la amnistía y otras medidas económicas y legales.

Ayer, el líder de ERC, Oriol Junqueras, explicó a la puerta del Congreso que el Gobierno ya se había comprometido con ellos a aprobar esa amnistía. Moncloa explica que se refería al acuerdo para la “desjudicialización”, sin precisión sobre el instrumento concreto a utilizar.

Junqueras puso voz al obstáculo principal para el acuerdo: la unilateralidad, es decir, al compromiso que quiere Sánchez de que nunca más usarán vías no pactadas hacia la independencia. Tanto ERC como Junts ven esta imposible, al menos, formulada de forma expresa y clara.