El último detenido del caso Vidal-Quadras se delató en Facebook: "Llegué hace 10 días, estoy bien"
Uno de los organizadores del complot bajó la guardia tras huir a su país y desveló en las redes sociales que había logrado escapar de España.
29 enero, 2024 02:32En cuanto llegó a su Venezuela natal a principios del pasado mes de diciembre, Greg Oliver Higuera Marcano, alias Makia, reanudó su actividad en sus redes sociales. Bajó la guardia. Fue uno de los errores que aprovechó a la Comisaría General de Información (CGI) de la Policía Nacional para localizar el paradero del último detenido por el complot que intentó asesinar a Alejo Vidal-Quadras a las puertas de su casa.
Habían pasado varias semanas desde el mediodía del pasado 9 de noviembre, cuando el expolítico de Vox y el Partido Popular era tiroteado por un sicario en la calle Núñez de Balboa. Según ha podido comprobar EL ESPAÑOL, Makia logró cruzar al otro lado del Atlántico y regresar con su familia antes de Navidad.
En una de esas publicaciones, concretamente varios mensajes emitidos el 9 de diciembre en su cuenta de Facebook, el joven de 25 años se delataba a sí mismo. Makia criticaba el país del que acababa de escapar, donde vivió varios años y cuyas Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado le reclamaban como cómplice de un intento de asesinato.
-"Esa gente que España, que España, que España. Que se vayan todos para verlos llorando jajaja. Cuando se caguen encima con los precios de los alquileres, lo casi imposible que es conseguir empleo...".
Su mensaje continúa enumerando una serie de quejas sobre el lugar del que ha conseguido escapar: "La envidia de los españoles, te terminan odiando, xenófobos. Si no te sacas el Número de Identidad de Extranjero (NIE) antes de los tres meses pasas a ser ilegal y te pueden devolver a tu país, el racismo de los policías, la cantidad de árabes locos, los argentinos creyéndose los dueños del universo, las personas inmaduramente tóxicas...".
Es entonces cuando revela que ya no se encuentra allí: "Yo llegue hace 1 semana y media a mi país y estoy bien aquí. Saludos a esos que se quieren ir". Varios días antes lanzaba el primer mensaje desde su llegada: "Yo llegué de Europa y los mojoneados (sic.) son los que nunca salieron".
#ATENCIÓN | El venezolano Greg Oliver Higuera Marcano fue detectado por @MigracionCol cuando pretendía entrar al país con alerta roja de Interpol por terrorismo y es solicitado por las autoridades de España
— Migración Colombia (@MigracionCol) January 16, 2024
🛑 Higuera fue entregado a la @PoliciaColombia. pic.twitter.com/92bvouJN4E
Sus movimientos en estos perfiles virtuales y otras redes sociales como TikTok fueron rigurosamente monitorizados por los investigadores del caso en la Policía Nacional. Al situarle ya en Venezuela, había que esperar el momento adecuado para detenerle, lo que sucedió el pasado 16 de enero, hace casi dos semanas, 70 días más tarde del crimen.
[La Policía colombiana detiene a un venezolano como organizador del ataque a Vidal-Quadras]
Al igual que el resto de integrantes de la trama que todavía no han sido capturados, sobre Makia pesaba una orden internacional de detención. Cuando intentó entrar ilegalmente desde Colombia esa orden saltó, a las autoridades del país les saltó la alarma en sus ficheros y le arrestaron en la frontera.
El puzle
Por el momento, en el puzle del intento de asesinato de Alejo Vidal-Quadras hay cuatro detenidos y dos delincuentes fugados de la acción de la justicia. Los cuatro primeros son todos jóvenes, de entre 20 y 30 años de edad.
El ahora arrestado Makia, consiguió la motocicleta que emplearía el sicario, al que también puso en contacto con la trama. El segundo, Adrián, fue quien compró el vehículo y lo inscribió a su nombre a petición del último detenido, aunque declaró ante el juez que no era consciente de qué uso se le iba a dar a la motocicleta.
Los otros dos arrestados son Naraya Gómez, un chií residente en Lanjarón (Granada) que organizó el ataque y colaboró en los seguimientos al político y en la huida, y su novia, cuya responsabilidad en la materia todavía no está clara.
Tan solo faltan dos piezas en el rompecabezas de un ataque cuyos autores no lograron consumar. El primero de ellos es Mehrez Ayari, el sicario de nacionalidad tunecina y francesa que huyó de España nada más perpetrar el crimen. Nadie logró encontrarlo. El segundo es un hombre que responde al nombre de Sami Bekal, es el presunto cabecilla y huyó a Marruecos 24 horas antes de que Vidal-Quadras fuese atacado a las puertas de su casa en el centro de Madrid.
Conforme se van conociendo más detalles y la Policía Nacional logra detener a más integrantes de la trama se han ido despejando algunas incógnitas y apareciendo otras. Los múltiples errores en la ejecución del asesinato por encargo, como adelantaban fuentes policiales a EL ESPAÑOL, alejaban de la autoría del crimen a grupos de sicarios profesionales.
El primero de esos errores descubiertos por la Comisaría General de Información fue la aparición de la motocicleta del sicario, calcinada la misma tarde del crimen en un polígono industrial de Fuenlabrada.
Al intentar deshacerse de ella, quienes organizaron el crimen se olvidaron de quemar por completo el número de serie del vehículo. Ese dato sirvió para empezar a deshacer la madeja. En un primer momento el juez Francisco de Jorge, del Juzgado de Instrucción Nº5 de la Audiencia Nacional, asumió esta investigación al poder tratarse de un delito de terrorismo. Desde el principio se valoró la posibilidad de que una organización relacionada con el régimen iraní estuviera tras el atentado.
El mismo Vidal-Quadras se lo dijo a la Policía a las pocas horas de sufrir el ataque. No lo había denunciado, pero durante los meses anteriores había sido objeto de amenazas públicas por parte del régimen de los ayatolás, debido a su papel como letrado y a sus relaciones con la oposición de quienes gobiernan con mano de hierro ese país.
Por eso desde el primer momento la Comisaría General de Información tuvo entre ceja y ceja la hipótesis iraní como una de las principales vías de investigación. Esa vía ha ido languideciendo con el avance de las pesquisas. Tal y como ha detallado EL ESPAÑOL, los agentes ya no la sitúan como la principal teoría de lo ocurrido. La gran cantidad de errores y la nula profesionalidad de los implicados indicaría un trabajo menos cuidadoso y planificado que el que podrían orquestar agentes del Vevak, el Ministerio de Inteligencia y Seguridad Nacional de Irán.
Lo que todavía no se ha logrado desentrañar es quién encargó este asesinato a un grupo de veinteañeros de vidas aparentemente despreocupadas, de las que ofrecían todo tipo de detalles en sus redes sociales. Y tampoco se sabe para qué.