Permiso para molestar por la directa con un asunto muy serio. La DANA, los muertos, los desaparecidos, la gente que lo ha perdido todo. La tragedia. Y en mitad de toda la catástrofe, a uno y otro lado, los políticos sacando la calculadora sobre los réditos que puedan vampirizarle a la situación y cómo atizar puerilmente a sus rivales. Sólo Felipe y Letizia, los Reyes de España, parecen estar estos días en su sitio, y tanta gente, por supuesto, que se ha volcado en ayudar. Y las víctimas, claro, las víctimas.
Ya hemos visto la negligencia política en el desastre de Valencia, con Pedro Sánchez y Carlos Mazón enseñando sus vergüenzas a los españoles, y también hemos tenido algún chusco episodio en Castilla-La Mancha con una nada edificante pelea de parvulitos entre el Gobierno de Emiliano García-Page y la Delegación del Gobierno de Milagros Tolón, que andan enfrascados en su guerra de celos y a ver quién la tiene más grande, con perdón. Menos mal que son del mismo partido: el PSOE.
Hombre, queridos, que ya somos mayorcitos y la calamidad ha sido muy grande, con muchas personas devastadas en el cuerpo y en el alma, como para perderse en zarandajas y broncas de bareto. ¡Venga ya! La reyerta política en Castilla-La Mancha está derivando en una chapuza informativa sobre la búsqueda e identificación de los desaparecidos en Letur, con mensajes y contramensajes carentes de rigor y una confusión mediática que nos deja perplejos y ojipláticos. No doy crédito.
Entiendo que Page y Tolón, y sus equipos, vivan su vida como los enemigos íntimos que son y se peguen todos los garrotazos que les venga en gana, allá ellos con sus batallitas infantiles, pero tal vez alguien tendría que decirles a estos chicos que las peleas las monten en el recreo y no despisten lo nuclear de la jornada laboral con tonterías y simplezas, y menos en un momento de dolor y tensión tan grave como el que España vive, trágicamente histórico.
Exactamente para eso, para que trabajen y resuelvan, les pagamos buenos sueldos a los dirigentes y les cedemos nuestros impuestos, así que niños, por favor, políticos en general, se ruega silencio: se trabaja, no molesten. No se juega con las cosas de los mayores. No se hace política de baratillo en mitad de los naufragios. En medio de toda esta confusión, pidamos a todos un poco de respeto y de rigor y que, si es posible, el delegado de la Junta en Albacete, Pedro Antonio Ruiz Santos, y la gente de Tolón olviden en estos momentos sus rencillas y se centren en lo que de verdad importa, que todos sabemos lo que es.
No me extraña que, tal como está el patio, me cuenten que en Letur la gente está harta de políticos y de periodistas. Y que pidan que les dejen llorar en paz sus desgracias y recomponerse. Y que sólo vayan por el pueblo si es, de verdad, para ayudar. Si se trata de manosear, hacerse fotos y enzarzarse en fruslerías, mejor que cada uno se quede en su casa y piense. Y ya está. Es lo que hay, y que nadie se me enfade, o sea.