Fracaso de asistencia en las WTA Finals en Arabia Saudí: 400 espectadores para ver a la Nº 3 del mundo a 8 € la entrada
- El torneo de tenis femenino que reúne a las mejores ocho tenistas del mundo ha estado rodeado de polémica desde que se anunció la nueva sede e incluso fue intento de boicot.
- Más información: El golpe de efecto de Arabia con las WTA Finals: una excusa de 15 millones para "inspirar a las jóvenes tenistas del planeta"
El debut de las WTA Finals en Arabia Saudí ha generado controversia, no solo por las críticas relacionadas con el llamado "sportswashing" o lavado de imagen a través del deporte, sino también por la notable falta de público en las gradas.
A pesar de que el evento reúne a las mejores tenistas del mundo, el espectáculo no ha logrado atraer a los espectadores locales, poniendo en duda la decisión de llevar el torneo a este país y cuestionando el futuro del tenis femenino en esta región.
El extenista británico Tim Henman, quien actualmente trabaja como comentarista para Sky Sports, fue uno de los primeros en expresar su frustración, tal y como recoge el diario británico Telegraph. Durante la segunda jornada del torneo, Henman observó una audiencia de apenas 400 personas en un estadio con capacidad para 5.000 espectadores, lo que calificó como "extremadamente decepcionante".
Second day of the WTA Finals drew an embarrassingly tiny crowd of around 400 spectators, reopening the debate about the decision to bring elite tennis to Riyadh
— Telegraph Sport (@TelegraphSport) November 4, 2024
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Según el exnúmero uno británico, es alarmante que tenistas de la talla de Iga Swiatek y Coco Gauff, figuras destacadas del tenis femenino, se presenten ante un público tan reducido en un torneo de esta magnitud.
Henman subrayó que los organizadores de las WTA Finals en Arabia Saudí se encuentran en una posición privilegiada, ya que no necesitan depender de la venta de entradas para obtener ganancias. Entradas, que rondarían los ocho euros según explica el Daily Express británico.
"En su lugar, podrían aprovechar la oportunidad para promover el evento en las comunidades y escuelas locales, generando mayor interés y asistencia entre la población. Es fundamental que haya espectadores para presenciar a las mejores jugadoras y crear una verdadera atmósfera", declaró.
La sombra del sportswashing
Desde que se anunció que las WTA Finals se celebrarían en Riad, el debate ha girado en torno a las implicaciones morales y políticas de esta elección. Figuras históricas del tenis femenino, como Chris Evert y Martina Navratilova, optaron por no asistir, argumentando que la decisión representa un "retroceso significativo" para el deporte y las mujeres.
Evert y Navratilova han sido críticas del régimen saudí y creen que este tipo de eventos contribuyen a mejorar la imagen de un país que aún tiene un largo camino en términos de igualdad de género y derechos humanos.
A pesar de estas críticas, las ocho jugadoras clasificadas para el torneo han defendido la importancia de su presencia, considerando que su participación puede servir de inspiración para las mujeres en Arabia Saudí.
En un país que ocupa el puesto 126 de 146 en el Índice de Brecha de Género Global, la posibilidad de ver a mujeres atletas competir a un alto nivel podría ayudar a romper barreras sociales y culturales.
La falta de público
Uno de los factores que ha contribuido a la baja asistencia podría ser el desinterés o la falta de costumbre en la región de asistir a eventos de deportes femeninos. Henman señaló la notable diferencia entre el interés mostrado en este torneo y el éxito de asistencia durante el reciente Six Kings Slam, un evento de exhibición en el que participaron estrellas del tenis masculino como Rafael Nadal y Novak Djokovic.
Aquel evento atrajo a multitudes, llenando un estadio con capacidad para 8.000 personas, lo que pone en evidencia la desigualdad en la percepción y el apoyo hacia el tenis femenino en comparación con el masculino.
La baja afluencia también podría estar relacionada con los horarios del torneo, ya que en Riad el domingo, primer día del torneo, es un día laboral, lo que dificultó la asistencia para muchas personas. Los organizadores del evento, conscientes de esta situación, esperan un aumento de espectadores a medida que se acerque el fin de semana, aunque por el momento las cifras de asistencia no mejoran demasiado.
Up close with @CocoGauff at the #WTAFinals @SkySportsTennis pic.twitter.com/bADlhMCOhl
— Gigi Salmon (@gigi_salmon) November 3, 2024
La WTA, por su parte, destacó la "fuerte asistencia en el día de apertura" y reiteró que el torneo busca "llevar el tenis a una nueva audiencia", proceso que lleva tiempo.
A pesar de la baja asistencia, las jugadoras intentaron mantenerse optimistas. La polaca Iga Swiatek, tres veces campeona de Grand Slam y exnúmero uno del mundo, mencionó que le gustaría ver más público en las gradas, aunque no criticó directamente la falta de asistencia.
Por su parte, la checa Barbora Krejcikova comentó que, aunque el público era reducido, "crearon un buen ambiente". Coco Gauff también reconoció que cuando se introduce un deporte en una nueva región, es normal que inicialmente haya poca asistencia y lo consideró como parte de un proceso de "crecimiento".
Comparó la situación con la liga de baloncesto femenino en Estados Unidos (WNBA), que en sus inicios también enfrentó dificultades para llenar los estadios, pero que actualmente goza de mayor popularidad y apoyo.
Sin embargo, esta visión optimista no fue compartida por todos. El comentarista de Sky Sports, Jonathan Overend, cuestionó la justificación de la WTA, argumentando que existen numerosos países en el mundo donde tenistas de la talla de Swiatek atraerían a una audiencia considerable sin necesidad de educar a la población sobre el atractivo de este deporte.
El reto por delante
La WTA Finals en Arabia Saudí se celebrará durante tres años, y los organizadores y participantes son conscientes de que se necesitará tiempo para construir una base de seguidores en esta región. La WTA defendió su decisión al afirmar que este es el primer torneo de su tipo en el país y que la introducción de un deporte en una nueva audiencia siempre representa un desafío.
El ambiente fue más animado en el partido inaugural entre Qinwen Zheng y Aryna Sabalenka, donde las gradas se encontraban llenas en un 70%, gracias a la gran presencia de fanáticos chinos que apoyaron a Zheng. Sin embargo, el interés decayó en los encuentros de dobles y en otros partidos, resaltando que la atracción hacia el tenis femenino en Arabia Saudí aún está lejos de consolidarse.
La escasa asistencia durante los primeros días del torneo representa un obstáculo considerable para los organizadores y para la WTA, que esperaba un impacto positivo al llevar el evento a Arabia Saudí. Aunque las instalaciones y el trato a las jugadoras han sido bien valorados, la falta de público evidencia que aún queda mucho por hacer para construir una base de seguidores comprometidos en el país.
La baja asistencia en eventos deportivos femeninos en Arabia Saudí podría indicar un problema estructural en la percepción y el valor que se le da al deporte femenino en la región. La WTA Finals ha puesto de relieve estos desafíos, al tiempo que plantea interrogantes sobre el verdadero impacto y sostenibilidad de llevar eventos de esta envergadura a un país donde el deporte femenino es percibido, en muchos casos, como secundario.
De cara al futuro, será crucial que los organizadores trabajen en estrategias que promuevan el interés local por el tenis femenino. Con dos ediciones más programadas en Riad, el tiempo dirá si este torneo puede realmente establecer un precedente para el avance del deporte femenino en Arabia Saudí o si, como algunos temen, este intento se verá limitado a un fracaso simbólico.