Si los perros han hecho sobrados méritos para ser considerados "el mejor amigo del hombre", justo es que podamos también hacer con ellos algo que nos encanta hacer con todos nuestros amigos como es salir a comer fuera. Y en este bar de A Coruña ahora es posible.

En la localidad de O Burgo, perteneciente al municipio coruñés de Culleredo, existe desde hace unos meses un nuevo destino gastronómico que no solo apuesta por conquistar los paladares humanos, sino que también ofrece una experiencia culinaria para los amigos peludos de cuatro patas. Monti Bar, el proyecto de la joven empresaria Carla Castro González, va un paso más allá en el concepto de establecimiento pet friendly al ofrecer una carta pensada especialmente para los canes que consta de tres menús diseñados para perros de diferentes tamaños y necesidades.

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La pasión de Carla por los perros se manifiesta en su propia experiencia con Jagger, su fiel compañero, un dogo alemás de más do 80 kg que hasta tiene su propio perfil en redes sociales. Anteriormente, según explicaba en un reportaje publicado por Quincemil, tuvo un caniche gigante con necesidades dietéticas especiales, lo que la llevó a cocinarle alimentos caseros en lugar de recurrir a piensos comerciales. Este desafío personal, combinado con su amor por los viajes con sus perros, inspiró a Carla a crear un espacio donde los dueños pueden disfrutar de la compañía de sus perretes mientras comparten una comida sabrosa y nutritiva.

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Así es la carta para clientes caninos

En Monti Bar, la oferta culinaria para perros es igual de variada y tentadora que la destinada a sus dueños. Los tres menús caninos han sido meticulosamente elaborados para satisfacer las diferentes necesidades y preferencias de los peludos comensales. El plato estrella es el arroz con pollo sin sal, disponible en el Menú Barf en dos tamaños: pequeño (tres euros) y grande (cinco euros). Para aquellos con sensibilidades alimentarias, el Menú Montican ofrece una selección de latas gourmet en diversos sabores y tamaños, adaptados a las necesidades nutricionales específicas de cada perro.

Además de estas opciones principales, Monti Bar también ofrece el Menú Snack, que incluye huesos prensados de cartílago en tres tamaños diferentes para satisfacer las necesidades de entretenimiento de los perros más inquietos. Como cortesía, todos los peludos invitados reciben una chuche de la casa junto con agua fresca en la entrada del bar, garantizando una experiencia placentera y acogedora para cada visitante de cuatro patas.

Así mismo, en la entrada del local hay un recipiente con agua fresca para que todos los amigos peludos puedan beber.

Delicias para los cuidadores humanos

Aunque el enfoque principal de Monti Bar son los amigos de cuatro patas, la experiencia culinaria se extiende también a los comensales humanos. La carta para humanos ofrece una amplia variedad de tapas, bocadillos, tostas, raciones y platos principales, desde clásicos como la tortilla y el raxo hasta opciones más gourmet como las tablas de embutidos y las hamburguesas de vaca con cecina.

Una carta de postres caseros y una selección de bebidas, que incluye café, cócteles y más, completan la experiencia gastronómica para todos los presentes.

Hospitalidad universal y normas de convivencia

Además de su compromiso con la satisfacción de los clientes, Carla Castro también busca contribuir al bienestar animal a través de su negocio. Parte de los ingresos generados por la venta de comida se destinan a organizaciones de rescate y protección animal, reflejando así el compromiso de Monti Bar con la solidaridad y el cuidado de los animales necesitados.

Monti Bar no solo ha creado un espacio acogedor para los amantes de los perros, sino que, viendo la extraordinaria acogida que está teniendo el local, también ha demostrado que la inclusividad es esencial en la industria hostelera. Con una oferta gastronómica para todos los comensales, ya sean de dos o cuatro patas, este establecimiento no ha tardado en estar en boca de todos tanto en O Burgo como fuera de esta localidad.

Con ánimo de que todos los que se acerquen a Monti Bar puedan disfrutar de un rato agradable deben respetarse ciertas normas de convivencia para que nadie, ni humano ni perro, perturbe la comodidad del resto de la clientela.