Presa de derivación del embalse de Bembézar, situado en la provincia de Córdoba.

Presa de derivación del embalse de Bembézar, situado en la provincia de Córdoba. Salas EFE

Meteorología

Las reservas en los embalses en España suben un 57% en sólo un año: "No quiere decir que la situación sea buena"

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El año hidrológico ha comenzado con la reserva total de agua en los embalses peninsulares al 50%, según el último Boletín Hidrológico publicado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco). El porcentaje es algo menor si sólo se observa el estado de los embalses de uso consuntivo (los que se utilizan para consumo humano y agricultura), que se encuentran al 41,6%.

En ambos casos, eso sí, se superan los valores registrados tanto en los últimos cinco años como en la última década. Sucede lo mismo si se compara con el año anterior, cuando el volumen de agua en los embalses para el consumo humano era de 10.314 hm³. Actualmente, supera los 16.158 hm³; es decir, se ha producido un aumento del 56,9% en sólo un año.

"Es cierto que aún queda mucho por llover, sobre todo en las cabeceras de los ríos", señala a EL ESPAÑOL Francisco Martín, meteorólogo de Meteored. "Pero lo importante es que se ha roto la tendencia de los dos últimos años y se están superando los valores medios".

Así es, este año hidrológico, que tiene su inicio cada 1 de octubre, comenzó con una reserva hídrica peninsular de 15.329 hm³. Con una gran diferencia, se superaba al valor del pasado año (10.646) y al de la media de los últimos cinco años (14.503). Aún no se han alcanzado los datos registrados en la última década.

Zonas en sequía prolongada

Pero, como apunta Martín, es probable que en el siguiente boletín ya se perciban las precipitaciones que se esperan para los próximos días por la llegada de una potente DANA. En la vertiente mediterránea, se podrían superar localmente los 100 litros por metro cuadrado.

Estas lluvias serían bienvenidas en algunos puntos de esta zona que, al igual que otros de las Cuencas Mediterráneas Andaluzas, se encuentran en estado de sequía prolongada. Y es que, como señala la meteoróloga de Eltiempo.es Marta Almarcha, que las reservas en 2022 y 2023 fueran mucho más bajas no quiere decir que la situación sea buena, ya que tenemos que tener en cuenta la desigualdad territorial del agua embalsada.

Esta "desigualdad territorial" dibuja un mapa de la reserva de las aguas embalsadas bastante dispar según la cuenca hidrográfica que se observe. Así, mientras que en la confederación hidrográfica del Duero casi se duplica la capacidad del año anterior, en el Segura se registra la mitad de la media de los últimos cinco años.

La escasez de lluvias también ha afectado a los embalses de la cuenca del Júcar, que se encuentran al 37,8%. "Aunque se produzcan aumentos en los embalses de esas cuencas, seguirán siendo insuficientes para poder hablar de mejora", indica Almarcha. "Se necesitan precipitaciones durante mucho más tiempo".

En el litoral mediterráneo, no ha habido un temporal de Levante como para que desaparezca la sequía meteorológica e hidrológica. En los últimos días, sí que ha habido lluvias abundantes, de entre 50 y 200 litros, en las provincias de Alicante, Castellón, Murcia y Valencia. "Posiblemente", sospecha Martín, "se note una leve recuperación en la cuenca del Júcar y del Segura".

En las cuencas internas de Cataluña, que antes de comenzar el verano se encontraban en emergencia por sequía, los embalses se sitúan al 27,9%. Un dato positivo si se compara con el año anterior (19,9%), pero muy lejos de la cifra registrada en la última década, con un 61,2%.

En el otro extremo, las cuencas que más agua almacenan en relación con su capacidad son las cuencas internas del País Vasco (90,5%), seguidas del Cantábrico Oriental (90,4%) y Occidental (84,8%). Tanto en esta vertiente como en la atlántica, la llegada de borrascas como Berenice han permitido que "los embalses se recuperen".

Lluvias intensas, menos agua

Este tipo de fenómenos no se incluyen en las previsiones estacionales que se realizan. Y es que el otoño de este año se presentaba como más seco de lo normal en España; especialmente, en puntos del noroeste y suroeste peninsular. Sin embargo, la borrasca Berenice ya ha dejado más de 150 litros en muchos puntos del sistema central.

A lo que también apuntan —en este caso, las previsiones climáticas— es que las precipitaciones serán "más intensas" y "más irregulares". En lo que se refiere a los embalses, estos fenómenos extremos dejarían un menor volumen de agua embalsada, en comparación con "la lluvia de tipo frontal generalizada".

Además, debido al aumento de las temperaturas que se ha registrado en las últimas décadas, la cantidad de evaporación que se producirá en el agua de los embalses también va a ser mayor.

Como adaptación en las zonas costeras, el experto de Meteored desliza la posibilidad de construir desaladoras. También se deberá hacer un uso mucho más eficaz del agua: "Ahora abrimos el grifo con mucha alegría, sin pensar en lo que nos puede venir en el futuro. Tenemos que ser conscientes de que el nuevo panorama va a ser diferente", concluye.