Jesús, Teresa y Juan José y el Restaurante Ángela en Valladolid

Jesús, Teresa y Juan José y el Restaurante Ángela en Valladolid Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Valladolid

Un restaurante con casi 40 años de historia que brilla en Valladolid: su rabo de toro, el lechazo y las sopas de ajo con costra triunfan

Han pasado famosos muy conocidos por un lugar que también apuesta por la cocina alemana

9 julio, 2024 07:00

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La riqueza gastronómica de Valladolid es única. Es un lugar en el que, tanto los vecinos como los turistas que por aquí pasan se enamoran con el mejor producto, las elaboraciones que quitan el sentido y el mejor servicio de los restaurantes de la ciudad del Pisuerga.

Los establecimientos hosteleros que aquí se encuentran son valorados también fuera de nuestras fronteras y destacan entre recomendaciones y estrellas. Lugares con encanto que ofrecen platos suculentos como los que se pueden degustar en el Restaurante Ángela, que cuenta con 38 años de historia y en el que Juan José y Jesús y la mujer de este último, Teresa, brindan lo mejor a los comensales.

Un establecimiento hostelero que se ubica en la calle Doctor Cazalla Número 1. Allí triunfa su comida artesana. El lechazo, el rabo de toro, suculentos pescados y también destaca por su comida alemana y las cervezas. Lo hace de manera exclusiva en nuestra ciudad.

EL ESPAÑOL de Castilla y León conoce al detalle los secretos de un restaurante que brilla en Valladolid. 

Imagen del Restaurante Ángela en Valladolid

Imagen del Restaurante Ángela en Valladolid Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Unos emprendedores

Nos sentimos unos emprendedores dentro del mundo de la hostelería, con especial relación con el mundo del vino y de la gastronomía, tanto castellana como de todo nuestro territorio nacional. Aportamos nuestra sapiencia que hemos tomado de nuestros padres”, aseguran nuestros entrevistados.

Teresa Martín (mujer de Jesús) nació en Santa Coloma de Gramanet, en el año 1962, pero tiene raíces palentinas. Juan José Alejos González tiene 68 años y Jesús Alejos González, su hermano, tiene 61. Ambos son vallisoletanos de nacimiento y suman 50 años, ni más ni menos, en el mundo hostelero.

“Desde niños empezamos a contar con la curiosidad de, viendo la experiencia de mi familia, y combinando el trabajo con los estudios académicos. Sin embargo, más tarde, pasaríamos a dedicarnos, de forma exclusiva, al mundo de la hostelería en los diferentes negocios familiares con los que hemos contado a lo largo de todo este tiempo”, asegura Jesús.

En mayo de 1986, abrió sus puertas el Restaurante Ángela que cuenta ya con 38 años de vida. Se ubica en la calle Doctor Cazalla Número 1. Lo abrió la familia Alejos González y es uno de los establecimientos hosteleros más conocidos de la ciudad del Pisuerga.

Jesús, Teresa y Juan José

Jesús, Teresa y Juan José Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

38 años de gastronomía artesana y amor a la lumbre

El local cuenta, con 38 años de historia, cuenta con 300 metros cuadrados para que los comensales que lleguen hasta allí se sientan como en casa y solo tengan que encargarse de degustar los mejores manjares para que su paladar salga satisfecho de allí.

“Ofrecemos una gastronomía artesana donde el amor a la lumbre, en estos 38 años, y el hecho de hacer las cosas lo mejor posible es nuestra meta. Los guisos, especialmente artesanos y el producto que presentamos es de primera calidad”, añade, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y Léon Juan José.

La especialidad del establecimiento hostelero pasa por ser la cocina castellana que es del recetario de Ángela González. Además, cuentan con un apartado de gastronomía alemana donde sus platos están muy bien representados, elaborados con recetas auténticas germanas, siendo “la única oferta gastronómica alemana de la ciudad con sus cervezas”.

“Nuestros platos más conocidos son las famosas sopas de ajo al horno con costra, especiales fritos Ángela como croquetas, calamares y gambas rebozadas, con una fritura fina en aceite de oliva, los escabechados, tanto de aves como de pescados, el bacalao al pil-pil, el lechazo guisado y asado, el guiso de rabo al vino tinto, o la manita de cerdo rellena de foie de boletus al perfume de cominos”, asegura Teresa. Platos que quitan el sentido y que enamoran a sus clientes.

Entre su recetario también cuentan con un recetario con propuestas en tapas de concursos, donde sus elaboraciones en miniatura han marcado tendencia y ha representado a nuestra ciudad y gastronomía a nivel nacional.

Imagen de una mesa del restaurante

Imagen de una mesa del restaurante Fotografía cedida a El ESPAÑOL de Castilla y León

Muchos famosos han pasado por su restaurante

“Somos el restaurante oficial de Seminci desde sus inicios. Hemos participado y colaborado en eventos con organismos oficiales. También en la última gala de los Goya. Por aquí han pasado muchos famosos, sobre todo personas que se han sentido como en casa, incluso cocinando con nosotros. Todo un lujo. Nos viene a la memoria: Concha Velasco, Lola Herrera, Miguel Delibes, Juan Echanove, Mario Pedro, Geraldine Chaplin o Javier Angulo”, señalan los hermanos del Restaurante Ángela.

Nuestros tres entrevistados afirman que “es complicado sacar el negocio adelante” más aún en los tiempos que corren, pero ensalzan que “tienen la suerte de estar familiarmente juntos y unidos” lo que hace más fácil el día a día “para seguir luchando y sacar el negocio adelante día a día”.

“La verdad es que pensamos que estamos ya en nuestros últimos años, aunque aún nos queda. Seguimos con ilusión, sobre todo porque nuestra generación dejará una huella muy importante en la gastronomía. Quedará para quienes vengan y sepan apreciar este oficio que, aunque es duro y sacrificado, te da muchas satisfacciones”, afirman.

El objetivo y el deseo que se marcan, mirando al futuro, pasa por “terminar nuestra historia gastronómica de la misma manera que nuestra trayectoria familiar”. Una historia de una familia pucelana que se siente muy orgullosa de la ciudad, de su gastronomía y de esos vínculos y lazos familiares.

Larga vida al Restaurante Ángela.