Deja un mítico bar de Valladolid para lanzarse a la aventura en el pueblo: “Quiero tener jaleo todos los días”
Después de 20 años al frente de un reconocido establecimiento hostelero ubicado en la capital, José María decide emprender un nuevo camino en Mucientes
10 octubre, 2023 07:00Mucientes es un municipio de la provincia de Valladolid que pertenece a la Campiña del Pisuerga y que se adscribe, enológicamente hablando, a la Denominación de Origen Cigales, un término municipal del que le separan unos seis kilómetros y con el que linda desde el norte. Está situado a unos 14 minutos de la capital pucelana.
El término municipal, que cuenta en la actualidad con un total de 659 habitantes, como registra el Instituto Nacional de Estadística (INE), está ubicado en torno a una loma, alrededor de un páramo en el que predominan las tierras de cultivo, el monte bajo, y como no puede ser de otra manera, los extensos viñedos y los campos de cereal.
Es tierra de vino. Es cuna del clarete, como su localidad hermana Cigales. Un pueblo perfecto para alejarse de la capital. Un lugar que nuestro entrevistado, José María de la Cal, ha considerado el mejor para montar su nuevo restaurante que abrió las puertas hace aproximadamente cuatro meses.
Este vallisoletano, de 51 años y que lleva 37 en el mundo de la hostelería, fue el dueño durante nada más y nada menos que 20 primaveras, del Restaurante Fierabrás, un establecimiento hostelero de referencia, que espera a abrir sus puertas con nuevo dueño en breve, y que se ubicaba en la calle Marqués del Duero, 8.
Hablamos con José María de este sorprendente cambio y de cómo ve el futuro de su nuevo negocio, el Restaurante Las Lanchas del Fierabrás, que promete dar muchas alegrías a los comensales de la provincia de Valladolid.
20 años en el Fierabrás de Valladolid
“Soy una persona currante. Desde joven me he dedicado al mundo de la hostelería. Llevo 37 años en esta profesión. Empecé en otro bar que se ubicaba en la calle Real de Burgos de Valladolid y en el año 2003 surge la idea de abrir el Fierabrás”, asegura en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, José María de la Cal.
Este vallisoletano, de 51 años, vive en la actualidad en Zaratán. En el 2004 encontró un local que le convenció, de unos 130 metros cuadrados y que diera servicio a unos 60 comensales, para deleitar a vallisoletanos y turistas en el establecimiento hostelero que se ubicaba en la calle Marqués del Duero, muy cerca del centro de la capital pucelana.
“Cuando empezamos era una época en la que la zona de Paraíso era visitada por mucha gente. Había mucho jaleo. Luego fue bajando. Empezamos apostando por el autoservicio de cerveza con un total de 18 grifos, que funcionaron muy bien. Al principio éramos un bar, más de raciones y de tapas, y luego evolucionamos al restaurante”, afirma nuestro entrevistado.
Los huevos rotos, las croquetas, las patatas, o las raciones de torreznos, eran lo que más pedían los clientes en el lugar.
Mucientes, nuevo destino
La pandemia hizo mella en el negocio, como confirma el que fuera su dueño y surgió la idea de emigrar, de salir a la provincia para apostar por abrir un restaurante en unos tiempos complicados para el sector hostelero.
“Con el Fierabrás he efectuado un traspaso que se produce entre abril y mayo. La persona que lo ha cogido ahora se encuentra reformándolo. Es un joven hostelero de unos 30 años. Reabrirá en octubre, pero con un nuevo nombre. Yo, mientras, el pasado 28 de mayo abrí mi nuevo restaurante, que se llama ‘Las Lanchas del Fierabrás’”, asegura nuestro protagonista orgulloso.
Un nuevo negocio que se ubica en la Carretera Valladolid, kilómetro 10 y que cuenta con un espacio de 900 metros cuadrados con dos plantas, un aparcamiento para 70 coches y tres terrazas con 50 mesas.
Ilusión
En la actualidad, José María trabaja, codo con codo, con su hermano y otros 10 empleados. Cuenta con una variedad amplia de raciones y de asados. También toca la parrilla y apuesta por los menús, tanto diarios, como los fines de semana.
“No me dio pena dejar el Fierabrás. Estoy muy ilusionado con mi nuevo proyecto. Estamos asentándonos. Aquí, en Mucientes, los días de diario son algo flojos pero los fines de semana los tenemos a reventar”, añade nuestro protagonista.
José María quiere “tener jaleo todos los días” y se marca el objetivo de mantener a toda la plantilla en el futuro más próximo. Ya piensa también en ofrecer cocidos y fabadas, ahora cuando el frío, en unos días, apriete.