Condenado a ocho años de prisión por apuñalar a una mujer en un centro de acogida de Salamanca
Los hechos ocurrieron el 18 de julio de 2022, en el Centro José Augusto de Salamanca, de donde había sido expulsado
18 enero, 2024 17:47La Audiencia Provincial de Salamanca condena a un hombre, que "desea que le llamen Rosaura- por el delito de asesinato en grado de tentativa con la atenuante por analogía de trastorno mental transitorio, a la pena de 8 años de prisión, con accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo por el tiempo de la condena, y por el delito de lesiones leves a la pena de 2 meses multa con una cuota diaria de 6 euros y responsabilidad personal subsidiaria en caso de impago. Asimismo, la persona acusada deberá indemnizar a la víctima en la cantidad total de 4.062 euros por las lesiones, y 10.068,50 euros por las secuelas.
Los hechos, ya probados por el Juzgado de Instrucción número 4 de Salamanca, se remontan a las 20,15 horas del 18 de julio de 2022, cuando el condenado se dirigió al Centro Jose Augusto de Salamanca, donde había residido, pero del que había sido expulsado por su mal comportamiento con educadores y residentes.
Al llegar llamó al telefonillo de la entrada y una educadora le recordó que estaba expulsado, ante lo cual la persona acusada le dijo que solo venía a recoger algunas cosas de su propiedad. La educadora le dijo que esperara, que le entregarían parte de sus pertenencias y el resto se le enviarían a la pensión.
En ese momento la persona acusada, empujando bruscamente la puerta, accedió al interior del centro y se dirigió por la escalera al primer piso. Una vez en este se encontró con Francisca, que estaba regando unas plantas, y de forma inesperada para esta última, el ahora condenado, con un cuchillo que llevaba de unos 15 cm. de hoja propinó una primera puñalada en la espalda a Francisca, la cual le dijo qué haces, pero la persona acusada, siguió apuñalando hasta un total de cinco ocasiones a Francisca, que cayó al suelo, hasta que ante los gritos de Francisca, acudió otro residente.
Este residente, al ver lo que estaba ocurriendo, lanzó al condenado una botella de agua que llevaba, ante lo cual se revolvió y le lanzó una puñalada a la cara, que pudo esquivar y sólo le alcanzó superficialmente. Luego sale a la calle donde arrojó el cuchillo a una papelera en la cual fue localizado más tarde por la policía.