La amenaza de lluvia impide esparcir paz al Cristo del Amor
La tercera y última procesión de este Jueves Santo en Salamanca era la del Cristo del Amor y de la Paz, pero el tiempo no lo ha permitido, pues cuando tenía prevista su salida de la iglesia nueva del Arrabal, la Agencia Estatal de Meteorología apenas daba una hora de trayecto hasta que lloviera (como así sucedió a las 22:30 horas), por lo que se decidió suspender la procesión hasta la catedral y salir solo alrededor de la plaza del templo. Por tanto, salmantinos y turistas no han podido disfrutar de uno de los momentos mase bellos de la Pasión charra al cruzar el Puente Romano.
En la procesión del Arrabal, como se conoce popularmente a este desfile, los hermanos visten hábito blanco de tipo monacal, con escapulario y capucha, ceñido a la cintura con soga de esparto. Se completa el hábito con el emblema de la hermandad, cruz y dos ramas de olivo, en plata a modo de medalla. El hecho de salir a cara descubierta empleando capucha en lugar de capirote se debe al espíritu fundacional de la Hermandad y las adversidades a que se enfrentaba la Semana Santa salmantina en los años setenta, ante las que se decidió que era necesario 'dar la cara'.
El Cristo del Amor y de la Paz es una obra anónima del XVII procedente de la Iglesia Vieja del Arrabal, antiguamente conocida como Santa María de Rocamadour. Según los estudios realizados, parece ser que está realizado en madera de pino, de tamaño inferior al natural, y con los ojos cerrados y paño de pureza anudado a la izquierda. Presenta numerosas analogías con el Cristo de la Fe (Doctrinos) y con el Cristo de la Iglesia Parroquial de Alaraz. Presenta la particularidad de un perizoma en aspa, lo que permite admirar las caderas del crucificado.
Está acompañado de María Nuestra Madre, una imagen de vestir realizada en 1987 por el imaginero zamorano Hipólito Pérez Calvo. Representa a la Madre del Señor con gesto de amargura, presintiendo el fatal desenlace que se avecinaba. Viste continuamente de blanco, como símbolo de pureza, anuncio y alegría por la inminente Resurrección de N.S. Jesucristo, sobreponiéndose de esta forma al gran dolor de su muerte. En su mano derecha lleva rosario de plata y pañuelo de encaje en la izquierda. Destaca una diadema plateada procesional, un manto bordado en hilo de plata, asi como un sobre manto todo ello donado por diferentes hermanas.
Esta hermandad funda en Salamanca el 2 de febrero de 1971 a iniciativa de un grupo de jóvenes que no encontraban en las cofradías salmantinas existentes, un lugar adecuado para desarrollar sus inquietudes espirituales, estéticas y devocionales. Se ciñe al espíritu emanado del Concilio Vaticano II. Toma su nombre del día de su procesión, Jueves Santo, día del amor fraterno, y son varios sus hitos más notables, como la inclusión de la mujer como hermano de pleno de derecho en 1972. Desde un comienzo tuvo una clara vocación de ayuda a otras hermandades, que debido a la crisis de la Semana Santa en España en los años 1960 y 1970, no contaban con suficientes hermanos para desarrollar sus propias procesiones.