Parece que tenemos problemas serios en el puente de mando del Enterprise. Un tren accidentado cruza Madrid descontrolado y sin maquinista. Es notorio el silencio de momento ante la catástrofe que pudo haberse provocado. Inexplicable.

Viendo las imágenes de los retrasos de Atocha los de nuestra generación quizás no habríamos bailado la conga, ha llovido mucho, éramos de otra manera había otra sangre. Toca reflexionar.

En 1972 se construyeron 337.000 viviendas sociales con 5 impuestos y sin declaración de la renta. ¿Qué hemos hecho mal? Un país no puede prosperar a base de asfixia fiscal a sus ciudadanos. Tampoco a fuerza de un capitalismo de cuñaos y amiguetes.

España ya es el país con más pobreza de Europa detrás de Rumanía y Bulgaria.

Sin un pilar como la familia la economía va para atrás. Con consumismo y alquileres no se genera riqueza patrimonial que permite después el consumo y crear riqueza desde una posición más estable.

Antes se dedicaba más de dos tercios del sueldo al pago de la hipoteca, incluso los alquileres estaban por encima de las hipotecas pero lo nadie anteponía a irse de vacaciones, a viajar o comer fuera. Puchero y zapatilla todos los días.

Se están cargando unos y otros un país de propietarios y nadie aspira a recuperarlo.

Es chocante ver a los canarios manifestándose contra el turismo, querrán vivir de realquilar pateras. Las islas Canarias no son un portento en generación de riqueza y trabajo que no sea el turismo. En La Palma siguen viviendo en contenedores.

Van camino del desastre. Aunque cada vez debemos cuestionarnos las noticias que vemos en los medios de comunicación ya que se da pábulo a cualquier manifestación progre a la que asisten cuatro gatos.

Mientras se silencian las que verdaderamente denuncian el sentir ciudadano y asisten cientos de miles de personas.

Vivimos en la mentira y el chantaje emocional permanente. Incluso hemos oído que alguna diputada consulta a su hija de preescolar las soluciones que pueden solucionar la economía de nuestro país. Estamos en onda.

No todo el mundo debería tener derecho a votar o a ser representante en el congreso o el senado.

Podemos pensar que habría que más de uno o una debería demostrar que se está capacitado del mismo modo que se exige una capacitación para conducir un coche, o al menos demostrar que se pagan impuestos desde un cierto número de años consecutivos.

Los hay que se van pasando de frenada y no tienen reparo en pasárnoslo por la cara. Claro está que cada persona ve las cosas a su manera, según sus percepciones mentales y según su nivel de comprensión, de madurez y consciencia.

La ignorancia es hoy en día presa fácil.

Al comprar una vivienda vemos que el 22% son impuestos y si sumamos los impuestos indirectos y las tasas son el 30%. Si se quiere bajar el precio de la vivienda es fácil pero se prefiere recaudar y no fomentar la familia.

La sociedad esta siendo destruida desde todos los ángulos posibles aunque el problema no son los malos sino los tontos. A las manifestaciones que verdaderamente importan acuden mayoritariamente gente mayor, los jóvenes en gran parte no madrugan ni muestran interés.

Vamos camino de convertirnos en una sociedad fallida.

Pagamos más de la mitad de lo que ganamos en impuestos y hasta algunos les parece estupendo. Hay que salir de esta pesadez.

El mundo no va nada bien a la espera de las elecciones en Estados Unidos. Israel podría atacar a Irán, Corea de Norte enviará tropas a Ucrania, China amenaza a Taiwán y a occidente. El mundo parece estar cerca de una III guerra mundial.

Ya sólo que los níscalos nos los traigan de Marruecos, las naranjas de Valencia ni se las ve ni se las esperan.