"Ilusión" en el comercio de CyL por las rebajas de verano a pesar del "dumping" de las grandes marcas y una "muy mala" primavera
El presidente de Conferco avanza una época estival "con mucho stock" y "ofertas atractivas" en el pequeño y mediano comercio de la Comunidad
3 julio, 2024 07:00Ya estamos inmersos en el verano y, por tanto, llega una de las épocas más esperadas por los consumidores. Este pasado lunes, 1 de julio, comenzaron las rebajas y el comercio de Castilla y León afronta la temporada con "ilusión" a pesar del "dumping" y la "deslealtad" de las grandes marcas y plataformas tras una "muy mala" campaña de primavera, según destaca el presidente de la Confederación de Comercio de Castilla y León (Conferco), Adolfo Sáiz, a este periódico.
Aunque la campaña de rebajas de verano se inició este pasado lunes, es a partir del martes cuando los comercios se han ido adaptando a las mismas, ya que se han comenzado con siete de las nueve capitales de provincia inmersas en sus fiestas patronales. "Poco a poco los escaparates de nuestros comercios están cambiando ya", asegura Sáiz.
A partir de aquí, vienen dos meses en los que los pequeños y medianos comercios de la región buscarán dar salida a aquellos productos que no han podido vender durante la primavera. Precisamente, el presidente de Conferco señala que para este año habrá "mucho stock" ya que venimos de unos meses de abril, mayo y junio que "no han sido buenos".
Desde Conferco defienden las "rebajas tradicionales", refiriéndose a las de verano y las que comienzan tras las navidades, pero denuncian que han visto con "gran sorpresa" como las grandes plataformas de internet, marcas y franquicias "están en continúas rebajas perpetuas todo el año". "Vemos que así las rebajas han perdido su sentido, que es el de dar salida a los productos que no se han vendido en campaña a un precio más barato", explica.
El "esfuerzo" del pequeño y mediano comercio de Castilla y León para "intentar animar las ventas"
Frente a los descuentos de hasta el 50 o 70% de estas grandes plataformas que "venden por debajo del precio", el pequeño comercio tratará de hacer frente a este "dumping" con ofertas de un 20 o 30% inferiores al precio de salida. Lo hará "con mucho esfuerzo" y perdiendo para de su beneficio para "intentar animar las ventas".
A pesar de todo, afrontan esta campaña de verano con "muchos deseos" de poder vender los productos que no han dado salida y avanza que habrá "mucho género, buenas ofertas y descuentos atractivos", con la "esperanza" de poder vender. "Esperemos que el tiempo acompañe porque la primavera ha sido muy flojita precisamente sobre todo por la meteorología", desea Adolfo Sáiz.
Para Sáiz "no tiene sentido" la "deslealtad" a la que se ven abocados a hacer frente y afirma que cuando el pequeño comercio inicia las primeras rebajas, las grandes franquicias están con las segundas. "Si no te ha dado tiempo a vender las primeras cómo vas a estar en las segundas", se pregunta.
No obstante, el pequeño comercio de Castilla y León jugará la baza de la "seriedad", con los escaparates al "alcance de la gente, que pueda entrar y ver realmente que una cosa que valía 10 ahora vale siete". "Ahí no nos gana nadie porque somos serios. Creemos en las rebajas como una forma que tenemos de dar salida a nuestros productos haciendo un esfuerzo en nuestros beneficios que pierden rentabilidad", insiste.
Otros aspectos como la "cercanía" o los consejos de los dependientes y sus "sonrisas" son algunos de los alicientes con los que esperan hacer frente a sus competidores. "Por nuestro trato cercano, humano y nuestro producto fresco (refiriéndose al sector alimenticio). Nuestra sostenibilidad, porque somos un comercio sostenible porque generamos riqueza local y nuestro dinero se paga aquí, nuestros impuestos se pagan aquí, creamos puestos de trabajo aquí y el producto que vendemos es un producto cercano", recalca el presidente de Conferco.
Es "muy difícil" competir con las grandes plataformas y marcas
No obstante, reconoce que es "muy difícil" competir con las grandes plataformas y que lo están "pasando muy mal", algo que se traduce en el cierre de "muchos comercios" en estos últimos años. Aún así, tiene claro que los que continúan tienen que intentar "sobrevivir como podamos".
Y es que el sector del comercio de Castilla y León es uno de los pocos que todavía no ha logrado recuperar a cifras prepandemia. "No hemos levantado cabeza desde antes del 2019, no hemos superado el Covid. Estamos viendo como ha cambiado la sociedad y los hábitos nuevos de consumo. Es muy difícil competir con un teléfono móvil", señala.
En opinión de Adolfo Sáiz, la gente "no tiene esa responsabilidad" con el comercio local, por eso pide "concienciar" para que la sociedad se dé cuenta de la "importancia" que tiene su sector. Por eso, hace un llamamiento a la gente para que "confie" en el pequeño comercio y subraya que cuando "das a una tecla en un ordenador o en un móvil no sabes a quién estás comprando". "Llevamos aquí mucho tiempo y esperamos seguir, pero para eso necesitamos contar con la confianza de los consumidores y las administraciones", reitera.
Mensaje para las Administraciones públicas
Precisamente, también tiene un mensaje para las Administraciones públicas en relación al comercio rural, a quienes considera "héroes". En esta línea, habla de lo "difícil" que es abrir en un pueblo de apenas 100 habitantes para subir la persiana "y no vender nada más allá de ser un punto de reunión social".
"El comercio es algo más que una tienda. Un punto de reunión, de encuentro y un servicio básico porque la gente mayor no se puede desplazar. La Administración tiene que estar pendiente de eso. La decisión es política, no empresarial. No creo que una tiendecita en un pueblo de 100 o 200 habitantes sea rentable, salvo en julio y agosto. Igual que apostamos porque haya una escuela con cuatro alumnos o una farmacia a tantos kilómetros a la redonda, pues debemos apostar a que en los pueblos haya una tiendecita que dé un servicio básico. Y si hay que pagar se paga, y si hay que subvencionar, se subvenciona", reclama.
El presidente de Conferco termina su proclama pasando la pelota al tejado de las Administraciones públicas, quienes deben preguntarse "qué tipo de modelo quieren para las ciudades y pueblos": "Uno con tiendas cerradas y todo lleno de furgonetas de reparto, o puestos de trabajo y riqueza, luz en las calles y vida. Es una decisión política".