Controlar la inflación tiene que seguir siendo prioritario, pero ahora también hay que hacerlo mirando "de reojo" a la estabilidad financiera, afectada con las crisis de Silicon Valley Bank y Credit Suisse. Es el diagnóstico del presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri, en la primera del Wake Up, Spain!, organizado por EL ESPAÑOL, Invertia y D+I en colaboración con EY, Oesía, Microsoft y EMT de Madrid.
Goirigolzarri cree que las turbulencias de las últimas semanas harán que los tipos de interés suban en menor medida y más despacio de lo que lo harían sin que se hubieran reavivado los temores de la banca por los "episodios" en Estados Unidos y Suiza. Pero hay que continuar esa senda.
"El primer objetivo tiene que ser controlar la inflación", ha subrayado. El presidente de CaixaBank ha señalado que los bancos centrales tampoco tienen fácil esta tarea porque "no se ven ayudados" por la política fiscal, que tacha de "muy expansiva". También porque en el caso europeo la inflación tiene un fuerte componente de coste.
Y en el esfuerzo se debe tener muy presente a la subyacente, que sigue muy elevada. Goirigolzarri ha pedido por ello humildad -porque no se ha acertado demasiado en el pasado en cuanto a predicciones, ha recordado- y paciencia.
"Las acciones de política monetaria todavía no están teniendo efecto porque necesitan un cierto tiempo. Hacer previsiones está muy bien para la academia, pero es poco práctico. Hay que ver poco a poco como se va comportando la inflación", ha aconsejado.
Con respecto a la posible repercusión en la banca española de las turbulencias bancarias vistas en Estados Unidos y Suiza, Goirigolzarri ha admitido que han generado una "cierta inestabilidad en el mercado del euro", pero no ve riesgo de contagio.
"Creo que asistiremos a un momento de volatilidad perfectamente compatible con un mensaje de que la banca española tiene una enorme fortaleza", ha sostenido.
Tras años de crecimiento con tipos de interés negativos, considera normal que pasar a tasas positivas haya llevado a los inversores a un reposicionamiento de inversiones que generan cierta volatilidad. Algo que se ha producido, ha ejemplificado, con el sector de las cripto, con la deuda británica o en el caso de Silicon Valley Bank, con una estructura de negocio muy particular y diferente a la de la banca española.
Por eso considera que hacer comparaciones con el panorama español "no tiene ningún sentido". Ya en el caso de Credit Suisse, ha admitido que el trato a inversores propios y de AT1 "ha sorprendido al mercado", y ha elogiado la actitud "contundente" de las autoridades.
Optimismo macro
Con respecto a las previsiones macroeconómicas de España para este 2023, Goirigolzarri ha comentado que los servicios de estudio están arrojando en los últimos tiempos mayor optimismo.
La previsión de crecimiento del PIB ronda el 1,3% aunque habrá que observar de cerca lo que suceda con la inflación, que no se espera que se reduzca hasta el 2% antes de 2025. "No hay que bajar la guardia, tenemos que ser conscientes de los grandes retos", ha alertado el presidente de CaixaBank, que ha mencionado la baja productividad y la "vulnerabilidad" del estado actual de las cuentas públicas.
Retribución de depósitos
También se ha mostrado convencido de que en los próximos meses habrá retribución de los depósitos, si bien en el caso de CaixaBank se están recomendando a los clientes en mayor medida que apuesten por otros productos de ahorro, que cree que a medio y largo plazo "son más atractivos" para particulares.
No son las únicas cuestiones que ha abordado. Goirigolzarri ha instado a terminar la unión bancaria europea. "Nos falta una pata, que es la pata del fondo de garantía de depósitos europeos. Es la única manera de romper el ciclo entre riesgo bancario y riesgo soberano", ha considerado.
También ha instado a fijarse en la liquidez y no en la solvencia de lo bancos en momentos de pánico, a modo de lección del futuro, para el que pide también evitar el arbitraje regulatorio y que los gestores no vean como permanente las condiciones del mercado en un determinado momento. Todo es susceptible de cambiar.