El papel de la familia y la formación a edades tempranas. Sobre estos fundamentos tiene que girar la política educativa encaminada a mejorar la empleabilidad.
Esta fue la conclusión principal de la mesa redonda que abría la cuarta jornada del 'Wake Up, Spain!' y que llegaba precedida de la intervención de la ministra del ramo, Pilar Alegría.
Participaron en este debate Mariano Jabonero, secretario general de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI); Hortensia Roig, presidenta de EDEM; Francisco López Rupérez, director de la Cátedra de Políticas Educativas y director del Microsoft Máster en Políticas y Gobernanza de los Sistemas Educativos de la Universidad Camilo José Cela; José María González-Irún Velasco, director general zona norte de Cesur; y Javier Tello, director general de la Fundación Universitaria San Pablo CEU.
Durante el desarrollo de la charla, moderada por Rafa Navarro, editor de D+I, se abordaron dos cuestiones generales: cuál es la visión de futuro y cómo pueden reducirse brechas como la de género.
Desde la OEI explicaron que tanto en España como en países iberoamericanos, la pandemia ha provocado una pérdida de oportunidades en la escuela pública. "Hay una catástrofe generacional, una generación que va a tener menos y peores oportunidades de empleo porque han tenido pérdida de aprendizajes".
Para su secretario general, Mariano Jabonero, "es necesario identificar y evaluar los aprendizajes perdidos, qué ha ocurrido en cada caso concreto y a partir de ahí, diseñar un programa de recuperación de aprendizajes". Aportó un dato preocupante: "El 80% de los egresados no tiene competencias para lo que necesitan las empresas".
Por su parte, desde EDEM mostraron su preocupación por la situación y advirtieron que "tenemos que diseñar los cursos y la formación desde la demanda". Y, en su opinión como en la de todos los ponentes, "casi todo lo que se demanda son competencias digitales".
Hortensia Roig, su presidenta, abrió el debate sobre las competencias digitales, aunque sin olvidar "de que hay que formar al ser humano completo".
La formación de los seres humanos como seres humanos es clave, tal y como consideran Francisco López Rupérez, director de la Cátedra de Políticas Educativas y director del Microsoft Máster en Políticas y Gobernanza de los Sistemas Educativos de la Universidad Camilo José Cela y José María González-Irún Velasco, director general zona norte de Cesur.
"Con una visión prospectiva, desde finales del pasado siglo ha habido un movimiento en el sentido de orientar la educación para incrementar el nivel de competencia intelectual que comporta la transformación digital. La orientación hacia los STEM aumenta el nivel de los currículums. Pero, por otra parte, con el paso de los años, "las habilidades no cognitivas como la resiliencia, el sentido del esfuerzo, la perseverancia han ganado peso", explicaron.
"La formación en valores", añadió Javier Tello, director general de la Fundación Universitaria San Pablo CEU. En su opinión, "hay que enseñar la tolerancia con la frustración y, sobre todo, vetear todas las titulaciones con competencias digitales porque éstas son esenciales".
Tanto en la intención de despertar vocaciones STEM y en competencias digitales como en el segundo gran problema formativo, la brecha de género, el papel de la educación se antoja clave, como resaltaron los ponentes. El de la educación, pero también el de la familia.
En la EOI consideran que "hay que trabajar mucho con las familias. El rendimiento a los 15 años es similar, pero de los 15 a los 20 se produce una horquilla descomunal. Hay que trabajarla", admitió Jabonero.
La brecha de género
Resaltó EDEM, en este sentido, que "en primero de ingeniería tenemos un 25% de chicas y eso se transmite luego en los puestos directivos. Las niñas cuando son pequeñas no se imaginan como ingenieras o matemáticas. Como mucho, enfermeras". La falta de referentes quiere suplirla EDEM con un concurso de literatura infantil que dé protagonismo a las niñas, según comentó Hortensia Roig.
Desde la Universidad Camilo José Cela también creen que el papel de la familia es fundamental. "Cuando se les pregunta a las chicas y chicos a los 15 años si se ven con 30 en un puesto STEM, sólo el 12% de los chicos dicen que sí que se ven, pero es que en las chicas es el 4%". La solución, en opinión de López Rupérez, es trabajar desde la familia.
"Igual que se han conseguido hitos y hemos conseguido la igualdad real en otros ámbitos, en cuanto a la brecha de género en STEM también lo podemos conseguir. ¿Cómo? Desde etapas tempranas de la formación. Tenemos que ayudar a que las chicas se sientan atraídas. Y desde el ámbito familiar, trabajar con los padres y madres, haciendo ver que ese camino también puede ser interesante", resumió González-Irún Velasco (CESUR).
Desde el punto de vista del CEU, "hay que hacer algunas consideraciones: los itinerarios formativos obligan a elegir demasiado pronto y a ciertas edades no se tienen demasiadas referencias; las ciencias hay que amarlas y tenemos que ver cómo motivar a la comunidad educativa y aquí en España las ciencias se aman lo justo", sentenció.