Uno de los grandes representantes de la distribución farmacéutica, Antonio Pérez Ostos, presidente de Bidafarma, tiene claro que su sector es uno de los imprescindibles para hacer frente a las crisis sanitarias y debe de ser tenido en cuenta.
Un trabajo del día a día que se impone a crisis energéticas y sanitarias y para el que pide más colaboración y, sobre todo, que el Gobierno central lidere la creación de un stock de seguridad de productos sanitarios ante futuras crisis sanitarias y sociales.
Así lo reivindicó durante la segunda jornada de la II edición de Wake Up! Spain, que se celebró a principios de abril en la Casa América de Madrid. Acompañado de Eduardo Pastor, presidente de Cofares, los líderes de la distribución farmacéutica solicitaron a las autoridades presentes que les "utilice más". "Esa colaboración público-privada es importantísima y tiene que seguir ampliándose durante el 2022", anunció Antonio Pérez.
"Esta pandemia nos ha dejado claro que tenemos un problema en España. La industria ha realizado un gran trabajo y nos ha suministrado los medicamentos". Con esta síntesis explicó su importancia y, a su vez, reivindicó una posición preferente en la toma de decisiones.
Los medicamentos (tanto hospitalarios como domiciliarios) son imprescindibles para el día a día de muchos enfermos. Sin determinados fármacos, un alto porcentaje de la población no puede sobrevivir y, es por eso, por lo que Pérez reclamó que las administraciones les ayuden a "garantizar un suministro a nuestras farmacias en menos de 1 hora" de medicamentos esenciales.
Ante la pandemia de la Covid-19 y su entrada en una nueva fase es muy importante la figura de los medicamentos contra la infección. Una herramienta puntera que está empezando a llegar a España y en la que, por ejemplo, Bidafarma ya ha cerrado varios acuerdos con hospitales para entregar esos medicamentos a través de farmacias.
Este es el caso de Paxlovid, uno de los fármacos punteros de Pfizer, que se está empezando a distribuir en nuestro territorio. Según su indicación, tiene que administrarse en los primeros 3 días de la infección para que el contagiado de Covid-19 no curse un estadio grave de la enfermedad.