En plena era de las tecnologías y de las redes sociales, no dejan de aparecer nuevos términos con los que identificar las relaciones sociales y también de amor, que cada vez más se viven a través de la red. Amor a través de apps, redes sociales, smartphones y ordenadores, en las que hay cabida para todo tipo de experiencias bonitas pero también y lamentablemente lo hay para las tóxicas.
El love bombing, también conocido como bombardeo de amor, es una práctica que tiene sus orígenes en un método de persuasión religioso utilizado sobre todo en la década de los 70 y que ahora ha llegado a nuestros días para también engatusar en el amor. Te explicamos en qué consiste y cómo identificarlo.
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¿Qué es el love bombing?
El love bombing es una herramienta habitualmente utilizada para manipular a alguien a través de una sobreatención amorosa y afectiva dedicada a la persona a la que se quiere atraer. A través de esta sobreatención y bombardeo de amor, la persona normalmente queda enganchada.
Pero cuando este bombardeo de amor de repente cesa, la persona en cuestión suele sentirse culpable habitualmente echándose la culpa de que la relación haya salido mal. Es en ese momento cuando la persona que ha utilizado el love bombing aprovecha para manipular y "castigar" a su antojo a través del chantaje emocional.
En cuanto al origen de este término, este también cuenta con una historia curiosa. Y es que, aunque podría parecer un concepto actual, la realidad es que su origen está en la década de los años 70, cuando los miembros de una secta estadounidense conocida como Unification Church of the United States comenzaron a utilizar esta técnica para atraer a los miembros de la secta.
Los líderes se dedicaban a engatusar al resto de miembros a través de esas sobredosis de afecto, de manera que las víctimas sólo se sentían seguras dentro de esa organización y rechazaban toda hostilidad procedente del mundo exterior.
Características principales
Las personas que aplican esta práctica suelen persuadir a la persona que se quiere conquistar a través de regalos, mensajes excesivamente cariñosos, promesas de futuro y haciéndoles creer que han encontrado a su alma gemela… pero después de conseguir atraer a la persona en cuestión y de que esta se deje llevar, habitualmente se cansan y desaparecen sin dejar rastro.
Un patrón común que normalmente suelen llevar a cabo personas que aunque proyectan mucha seguridad en sí mismas, realmente no la tienen y cuya personalidad suele identificarse con la de una persona narcisista y ambiciosa.
Dentro del love bombing normalmente se identifican una serie de fases comunes. Te las enumeramos:
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Idealización: durante la primera fase, la persona que realiza el love bombing suele crear una imagen de conquistador cuidada al milímetro, con el fin de que la persona a la que se quiere conquistar crea que está ante su alma gemela y quede totalmente enganchada a la persona.
Un enganche en el que existe normalmente un exceso de fascinación y dependencia exagerada, provocado normalmente por ese exceso de bombardeo amoroso a través de constantes detalles, gestos y afecto.
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Disminución de los detalles: esos detalles y actos que antes se mostraban y manifestaban de una manera exagerada y casi de película disminuyen y comienzan a descompensarse.
A su vez comienzan los comentarios y comportamientos hostiles hacia la persona que en un primer momento se pretendía conquistar, en ocasiones también entremezclados con manipulación o incluso chantaje. Todo ello, con el fin único de hacer sentir culpabilidad en la otra persona.
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Descarte: De un día para otro, la persona que en un primer momento conquistaba decide terminar la relación. Una ruptura en la que no hay cabida para explicaciones o conversaciones, sino en la que directamente se desaparece o incluso se bloquea a la otra persona en todas sus redes sociales como si nunca hubiese existido. Una especie de ghosting, en el que también se evita todo contacto visual o físico.