Desde hace unos meses, las redes sociales se han llenado de nuevos conceptos y teorías que rompen con la idea clásica del amor romántico, y proponen formas alternativas de entender las relaciones y los romances. La más reciente es una teoría cósmica que dicta que a lo largo de nuestra vida podemos llegar a tener hasta cuatro parejas.
Algunas nos traerán felicidad, otras estarán inevitablemente destinadas al fracaso. Pero lo que sí confirma esta teoría viral es que todas ellas serán fundamentales para nuestro crecimiento como personas.
Parece que las pseudocreencias están a la orden del día: si en anteriores ocasiones hablábamos de cómo la numerología descifra el grado de afinidad que tenemos con una persona, ahora llega el turno de esta nueva teoría, que en realidad lo que hace es agrupar términos de los que se lleva hablando desde tiempos inmemoriales.
La enseñanza con la que nos deja la teoría cósmica del amor es la de que, en realidad, no existe un solo y único amor de la vida, sino que la vida se forma a partir de vivencias, de personas que encontramos por el camino, y que vienen a enseñarnos algo muy valioso. ¿Cómo es tu relación actual? ¿Por cuáles has pasado ya? A continuación te dejamos todas las claves para que lo descubras.
Relaciones kármicas
Este tipo de parejas se caracteriza por su intensidad. Son amores muy pasionales, pero también muy difíciles de gestionar, y que vienen a nosotros para dejarnos con una enseñanza valiosa. Lo más probable es que este romance se acabe convirtiendo en una decepción para ti, pero precisamente eso forma parte del proceso de aprendizaje.
En las relaciones kármicas aumenta la aspiración espiritual. Quienes las viven, pueden llegar a percibir sus emociones como si fueran del pasado, como si ya lo hubieran vivido en algún momento. El por qué de esta conexión reside en la existencia de una deuda entre las dos partes, una especie de contrato entre dos almas del pasado que en su vida actual vuelven a reencontrarse para aprender la una de la otra.
Igualmente, son parejas en las que existe una fuerte atracción física o mental y a menudo quienes la comparten no piensan en el bienestar del otro, sino que desarrollan actitudes abusivas o dependientes. No se establecen límites y sacan lo peor de uno mismo, mostrando las inseguridades en las que es necesario trabajar para vivir plenamente y lograr que la próxima relación sea saludable.
Para superar una relación kármica, el primer paso es ser consciente de que se está viviendo una, aceptar todas las emociones que nos embriagan y aceptarlas, sin juzgarlas ni intentar contenerlas. Solo así es posible liberar la carga emocional que genera la relación. Y, sobre todo, hay que saber perdonar, para poder cerrar el ciclo de la relación y transformar el duelo en algo positivo.
Espíritus afines
Con este concepto se hace referencia a aquellas personas que vibran con la misma frecuencia que nosotros. ¿Alguna vez has oído eso de que "los polos opuestos se atraen"? Probablemente sí, y en realidad es una afirmación que tiene mucho sentido.
Estas relaciones se mueven por flujos de energía, y eso es lo que explica que a veces nos sintamos atraídos por personas que no corresponden con nuestro prototipo, pero que se encuentran al mismo nivel energético que nosotros.
Son personas con las que hay mucha afinidad, pero, pese a que todo parece "en su sitio" en este tipo de parejas, los espíritus afines no juegan un papel muy importante en nuestro crecimiento como personas. De hecho, lo más probable es que terminen en una ruptura, según esta teoría.
Aunque podemos contar con su apoyo y nos acompañan en el día a día, su presencia en nuestra vida es más bien pasiva. Con ellos, siempre quedará una voz en nuestro interior que nos recuerde que, no... Por mucho que nos gustaría, no vamos a encontrar en ellas el amor verdadero.
Almas gemelas
El mito de la media naranja, la leyenda japonesa que nos asegura que hay alguien unido a nosotros por un hilo rojo... En fin, no son pocas las ocasiones en las que nos han convencido de que hay alguien, en algún lugar del mundo, que ha nacido para complementarnos.
Cuando dos almas gemelas se encuentran, se genera un torbellino de emociones y vivencias que sirven como muestra de esa conexión innegable que existe entre ellas.
Estas relaciones suelen llegar después de una relación kármica, y nos permiten ver que nosotros también somos merecedores de amor. En definitiva, son conexiones que mejoran nuestra autoestima, que nos dan calma y confort.
Van más allá del ámbito de la pareja, y es que también podemos tener almas gemelas en la familia y en nuestro círculo de amigos. Por eso, decimos que esta teoría rompe con la idea clásica del amor romántico, y es que según ella hay muchas medias naranjas esperándonos en el mundo.
Pareja dhármica
Es el romance al que cualquiera debería aspirar porque que trae serenidad y felicidad a nuestra vida. Quienes se encuentran en este tipo de relaciones alcanzan un grado máximo de complicidad: ambos han pasado por vivencias similares y se encuentran en el momento perfecto para estar en pareja.
Las parejas dhármicas basan su crecimiento en la paz, en la estabilidad y en el diálogo. Apenas hay conflictos entre sus integrantes, y cuando los hay son capaces de resolverlos con facilidad porque la comunicación para ellos es clave y surge de forma natural.
Por eso, este tipo de relación suele relacionarse con el concepto de amor para toda la vida, y es que, pueda tardar más o menos tiempo en llegar, suele hacerlo de la mano de la persona definitiva para nosotros.