Imagina que quieres pasar las vacaciones en Berlín. Te metes en el buscador y el vuelo más barato disponible cuesta 160 euros. Como no te convence se te ocurre mirar el precio de otros viajes a Europa y encuentras uno por 70 euros a Praga y, ¡qué casualidad! Resulta que el vuelo es tan económico porque hace escala en otra ciudad europea: Berlín.
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Conseguir una buena oferta de vuelo puede convertirse en una odísea, sobre todo si estamos hablando de temporada alta. Por eso, muchos viajeros optan por utilizar el método ciudad oculta, que consiste precisamente en comparar vuelos normales y otros que hagan escala en el destino de nuestra preferencia.
Normalmente, los viajes directos tienen mucha más demanda, por lo que el precio tiende a bajar en los otros.
No siempre se da la casualidad de que el de escala sea más económico, pero —como en otros muchos aspectos— para asegurarnos ahorrar lo máximo posible lo mejor es comparar.
No todo son ventajas
Cuando descubres este método, el equipaje es lo primero que se te viene a la mente. Claramente, no podrás facturar ninguna maleta si no quieres que esta acabe en el destino final de tu vuelo.
Por lo tanto, si planeabas utilizarla en vacaciones largas o que necesiten mucho equipaje, lamentamos decirte que no va a ser posible. Lo que sí puedes hacer es llevar una mochila o una maleta de mano contigo.
Otra sugerencia si quieres usar el método de la ciudad oculta es no vincular tu tarjeta de viajero frecuente, si la tienes, para que no te penalicen por haber perdido tu segundo vuelo. También, es recomendable no aplicar esta táctica con la misma aerolínea muy de seguido.
La opinión de las aerolíneas
"Durante décadas, muchas líneas aéreas tradicionales han estado vendiendo tarifas más baratas en los mercados extranjeros para alentar a los pasajeros a que viajen a través de su aeropuerto central con el fin de ahorrar costes", explica John Grant, de JG Aviation Consultants, a BBC Mundo.
"Las aerolíneas hicieron la vista gorda a esta práctica, que usaba un pequeño pero creciente grupo de viajeros inteligentes que tiraban el último tramo del viaje a la basura. Aceptaron la práctica porque llenaban los asientos", añade.
Cuando el método comenzó a popularizarse, trataron de penalizar a las personas que se aprovechaban de la situación e, incluso, llegaron a denunciar al gerente de Skiplagged, una plataforma que se aprovecha de las lagunas de las aerolíneas para conseguir vuelos más baratos.
Aparte de esto, varias compañías trataron de crear cláusulas que impidieran que los pasajeros se bajaran en la escala. No obstante, la Justicia, en general, ha dado la razón a los pasajeros y a las plataformas que aplican este método, ya que no considera que se haga nada fuera del marco legal.
Sin embargo, sí que han existido casos como el del joven norteamericano Logan Parsons, al que la compañía decidió sancionar cuando se enteró de que estaba empleando este método. Por eso, antes de decidirte a utilizar esta técnica, lo mejor es que pienses en que las consecuencias pueden ser una posibilidad.