El calor puede afectar a las mascotas, si no se tienen en cuenta algunos aspectos clave para preservar su salud. Es importante prestarles la atención suficiente, dado que podría ocurrir que el animal sufriera consecuencias irreversibles.
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El calor nos afecta a todos, pero es especialmente relevante en el caso de los perros, ya que, al no disponer de glándulas sudoríparas repartidas por el cuerpo, únicamente pueden regular la temperatura mediante los jadeos, y eliminar el calor a través de las almohadillas de sus patas, proceso que de por sí es lento.
Este complicado sistema hace que, si la temperatura corporal del canino aumenta considerablemente, pueda verse afectado por un golpe de calor, con consecuencias irreversibles e incluso la muerte.
Según explica Sònia Sáez, veterinaria y directora de Comunicación de Purina España: “La aceleración del ritmo cardíaco del perro, acompañada de jadeos con presencia de babas, y de una respiración rápida y nerviosa, son algunos de los síntomas de un golpe de calor en perros más evidentes”.
Síntomas del golpe de calor
A estos comportamientos, suelen añadirse otros de igual importancia:
Un golpe de calor en perros puede conllevar que su temperatura corporal alcance más de 42ºC, teniendo en cuenta que el nivel medio óptimo en perros es alrededor de 38 a 39ºC.
Se produce una disminución de sales en su cuerpo, que puede manifestarse mediante la presencia de temblores, debilidad muscular y falta de equilibrio. En algunos casos, también pueden presentarse vómitos y diarreas
Sus mucosas y encías pueden adquirir un color azulado debido a la falta de oxigenación en sangre.
El perro puede llegar a perder la conciencia, y sufrir daños mayores tales como hemorragias, insuficiencia renal o hepática, daño cerebral, e incluso fallo multiorgánico.
Si detectas algunos de estos síntomas en tu mascota, es probable que esté sufriendo un golpe de calor. Si te encuentras en esta situación, lo más importante es acudir a tu veterinario con urgencia. Intenta actuar de forma rápida y eficiente.
De camino al centro puedes aplicarle unos primeros auxilios que le serán de gran utilidad.
El primer objetivo es hacer que su temperatura corporal descienda, por lo que es conveniente ir mojándolo continuamente con agua templada.
Evita someterlo a medidas extremas (baño en agua muy fría o uso de cubitos), sin prescripción veterinaria, porque puedes generarle el efecto contrario.
También debes intentar que vaya bebiendo agua fresca, pero sin acelerarse. Ni mucha, ni muy rápido, para que vayan estabilizándose sus niveles de hidratación.
La gran parte de medidas para prevenir un golpe de calor en perros pasa por el sentido común de los propietarios. Pero seguir las siguientes pautas este verano, recomendadas por los profesionales veterinarios de Purina, pueden ayudarte a tomar conciencia:
Nunca dejes a tu perro solo dentro del coche. Aunque se trate de pocos minutos, tu vehículo puede convertirse en un auténtico horno para él.
Activa el aire acondicionado cuando os desplacéis en coche, y evita que tu perro esté expuesto directamente al sol.
Tanto si estáis disfrutando de una jornada de playa o de montaña, huye de las horas de mayor calor.
En el caso de la playa, combina momentos de baño con otros de descanso en la sombra (equípate siempre con una sombrilla).
Ten siempre a mano un bebedero portátil con agua limpia y fresca, y si a tu perro no le gusta el agua, o es de los que se emocionan corriendo por el campo, mójalo cada poco tiempo.
Si tu perro es de una raza con abundante pelo, piensa que un buen corte de pelo veraniego podría disminuir su sensación de calor y, en consecuencia, ayudarlo a que soporte mejor las altas temperaturas del periodo estival.
Por último, ten especial cuidado si tu perro es de facciones chatas, ya que estas razas, por sus características en términos de respiración, están más expuestas a desarrollar mayores complicaciones ante un golpe de calor.
Haciendo esto se pueden prevenir los problemas de salud de tu perro por las altas temperaturas, pero si detectas síntomas de golpe de calor, acude de inmediato al veterinario.
Seguramente, el profesional explorará al animal con detenimiento, controlará su situación para mantenerlo fuera de peligro, y le realizará análisis de sangre con el fin de determinar si se ha producido alguna afectación orgánica.
También es probable que le suministre algún tipo de tratamiento para estabilizarlo y acelerar su mejora. Y recuerda siempre, no solo las personas sufrimos el calor, los perros también lo hacen. Es importante no olvidarse de esto y cuidarlos antes, durante y después de las vacaciones.