Cualquiera que se precie a tener un hogar bonito y acogedor sabe que el suelo de parquet es uno de los elementos a los que más hay que prestar atención. Es lo primero que ven los invitados al entrar en casa y añade un plus de sofisticación a las estancias. Sin embargo, el tiempo y uso habitual también pueden acabar llevando a que este pierda su brillo y surjan en él manchas y arañazos difíciles de eliminar.
En la búsqueda constante de soluciones prácticas que pongan solución a nuestras tareas de limpieza habituales, un nuevo truco ha salido a la luz con el objetivo de ayudarnos a recuperar el esplendor de nuestras tarimas y suelos este verano.
Durante la época estival, la madera se enfrenta a uno de sus mayores enemigos: la humedad. En estas fechas aumentan las temperaturas, y, con ellas, también la probabilidad de que el agua sea absorbida por la madera y esta acabe levantándose, formando grietas y, en el peor de los casos, incluso puede llegar a pudrirse.
Para evitar llegar hasta ese punto y tener que pagar una costosa reparación que en realidad podría evitarse, los internautas han recuperado un viejo truco de limpieza que nunca falla y apenas requiere esfuerzo. ¿Lo mejor? Que para ponerlo en práctica solo es necesario contar con un ingrediente estrella. Uno, además, que todos tenemos en la despensa.
Hoy en VIVIR hablamos de un producto básico que utilizamos a diario para preparar nuestros platos, pero que también cuenta con el potencial suficiente para convertirse en uno de nuestros mejores aliados de limpieza, si sabemos utilizarlo correctamente.
Hay algo que le gusta al parquet más que la cera, las nueces o el vinagre de limpieza. El aceite lleva usándose desde tiempos inmemoriales para restaurar y nutrir la madera gracias a sus propiedades limpiadoras y antibacterianas. Se puede utilizar en sus diferentes versiones: de oliva, de teca, de pino o, sobre todo, de girasol, el más recomendado para aplicar sobre suelos estropeados.
Para recuperar el brillo del parquet, lo único que se necesita es untar unas gotas de este aceite en un trapo de algodón o en una bayeta y frotar, haciendo un movimiento circular, sobre la zona del parquet dañada.
Con esta sencilla acción verás como en cuestión de unos instantes desaparecen esas manchas que llevan años robando el lustre a tus suelos. En el caso de las grietas, sobre todo si son profundas y de gran tamaño, es posible que no las elimines por completo, pero sí conseguirás disimularlas con eficacia y sin tener que invertir en nuevos limpiadores.
Si notas que el suelo ha perdido color en los últimos años, o que ha adoptado un tono más oscuro al que tenía originalmente, también puedes añadir unas gotas de vinagre tinto a la mezcla para que coja color. Se trata de un método rápido y efectivo que, además, puede aplicarse en cualquier otro mueble de madera al que quieras dar una nueva vida en el hogar.
Con este nuevo uso (que en realidad no lo es tanto), el aceite se convierte en una alternativa ideal que sustituye a otros productos comerciales más agresivos. Hay que considerar que la madera es un material muy sensible que requiere un mantenimiento diario y no puede pasarse por alto ni la frecuencia ni la forma en la que se lleva a cabo.
Otras recomendaciones rutinarias incluyen colocar alfombras en las áreas de paso más habituales, utilizar protectores en las patas de los muebles y limpiarlo suavemente con la ayuda de una mopa para que los suelos se conserven adecuadamente y sigan dando vida a las estancias de tu casa con el brillo del primer día.