La peperomia es una planta de interior cuyas hojas pueden enriquecer la paleta de colores de nuestro hogar. Hay verdes, amarillas, rosadas, marrones, negras y hasta algunas adquieren tonalidades que recuerdan a la sandía.
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Se trata de una excelente planta para principiantes por su fácil adaptación y cuidado. Además de su versatilidad cromática, las peperomias tienen distintas formas: colgantes, de hojas pequeñas y peludas, de hojas carnosas y otras variedades.
Este género de la familia botánica Piperaceae —a la cual también pertenecen otras plantas como las pimientas o las manekias— es endémica en Sudamérica y tiene un tamaño pequeño que no supera los 25 centímetros. Además, posee unos tallos que en un principio crecen hacia arriba, pero con el paso del tiempo se inclinan hacia el suelo. Por eso son ideales para crecer en espacios pequeños.
Las hojas de esta son de gran tamaño, aunque su forma y color varía. Estas pueden ser en forma de corazón o redondas, con tonos verdosos y rojizos. Otra característica es que no es una planta que resulte tóxica para las mascotas. Se trata de una planta herbácea y perenne a la que se le atribuye un sentido espiritual. Una teoría sobre la peperomia es que atrae el dinero y la prosperidad.
Cuidados
Los cuidados de la peperomia no son especialmente estrictos o complicados. Sin embargo, preparar el entorno y seguir una serie de pasos puede ayudar a fortalecer su crecimiento.
La planta requiere de espacios con mucha luz natural, a pesar de que pueda adaptarse a habitaciones que tengan poca luz. Hay que evitar ponerla directamente bajo el sol para que sus hojas no se quemen.
Asimismo, es necesario no regarla con demasiada frecuencia, sino de forma moderada. Es posible saber cuándo necesita agua observando si la tierra está seca o no. Cuando esta se haya secado completamente, es momento de regar. Hacerlo una vez a la semana es suficiente. En cambio, durante los meses de invierno no necesita tanta cantidad de agua.
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Para que sus raíces tengan un crecimiento sano precisan de un suelo con espacio suficiente. Un ambiente húmedo también permite que crezca mejor y más sana. Esto se puede conseguir pulverizando sus hojas con agua. Las temperaturas cálidas y abonar una vez al mes son otros factores que resultan beneficiosos para la planta.
Tipos
Una de las especies más conocidas es la peperomia de rizo esmeralda (Peperomia caperata). Esta variedad brasileña tiene unas hojas carnosas con tonos verdosos y rojizos. Se trata de una planta que necesita una gran cantidad de humedad.
Otra variedad muy común es el meloncito de jardín (Peperomia argyreia). Estas pequeñas plantas destacan por tener unas que se asemejan a la parte exterior de la sandía.
La hiedra peperomia (Peperomia griseoargentea) posee unas hojas con un característico tono verde grisáceo. Cuando esta florece, crecen flores blancas y finas hacia arriba.
La cadena de tortugas (Peperomia prostrata) es una variedad con pequeñas hojas de un color verde intenso y líneas que se asemejan a los caparazones de las tortugas. Su forma recuerda a una hiedra y se puede emplear como maceta colgante.
Plagas
Las cochinillas, los ácaros, los pulgones y las arañas son los animales más propensos a invadir la peperomia. Algunos de estos extraen los jugos de la planta, lo que la debilita. Además, provocan que las hojas se deformen.
En este caso, la solución más efectiva es aplicar un insecticida adecuado. Cuando hay una plaga grande en una parte de la planta, lo que se debe hacer es cortar las hojas y tallos más afectados. De esta manera, la plaga no se extenderá al resto de la planta.