Con la llegada del calor, mantener la casa fresca es una prioridad, pero usar el aire acondicionado implica un importante desembolso económico, además de un impacto medioambiental.
[Cómo ahorrar con el aire acondicionado puesto: cada grado encarece la factura un 10%]
Por otro lado, hay muchos hogares españoles que no tienen instalado el aire acondicionado. Para quien busque ahorrar en verano y prefiera soluciones sostenibles, existen alternativas que permiten enfriar la casa sin necesidad de depender en exceso de los equipos de refrigeración.
Según datos que maneja Kronos Homes, en la mitad de los hogares españoles no hay acondicionado y en los que lo tienen, en dos de cada diez no pueden permitirse mantener la vivienda con una temperatura adecuada utilizándolo, lo que hace más necesario que nunca utilizar trucos caseros para enfriar la casa, especialmente teniendo en cuenta que cada año las temperaturas son más elevadas en la época estival y que las olas de calor se repiten frecuentemente.
Hay diferentes formas de conseguir una temperatura de confort sin necesidad de encender el aire acondicionado, los expertos nos muestran las principales:
Ventilación natural
Ventilar la casa es uno de los métodos más simples y efectivos para reducir la temperatura interior de una vivienda, siempre que se haga a un horario adecuado. Durante las noches, abrir las ventanas puede ayudar a la circulación de aire fresco, al contrario de lo que ocurre durante el día, cuando es necesario cerrar ventanas, persianas o cortinas puede impedir la entrada de aire caliente.
Además, la ventilación cruzada, que implica abrir ventanas en extremos opuestos de la vivienda, facilita la salida del aire caliente hacia el exterior. Este proceso puede ser aún más efectivo si se colocan ventiladores estratégicamente para ayudar a mover el aire caliente.
Bloquear la entrada de rayos solares
El sol influye de manera notable en el aumento de la temperatura del interior de la vivienda. Por este motivo conviene evitar que los rayos solares penetren en el interior de la vivienda. Las cortinas, persianas y toldos son los mejores aliados para bloquear la luz solar directa, y mejor si son de colores claros, estos tejidos reflejan la luz del sol en vez de absorberla.
En caso de tener jardín, también puede ser muy efectivo plantar árboles o instalar pérgolas con enredaderas que proporcionen sombra y reduzcan el calor que puede llegar a absorber la vivienda del exterior.
Aislamiento y sellado
Contar con un aislamiento eficaz es fundamental para mantener la casa fresca. Para evitar que el calor penetre en la vivienda hay que aislar paredes, suelos y techos, sobre todo si se vive en un ático.
Asimismo, conviene sellar las rendijas y los huecos de puertas y ventanas para evitar la entrada de aire caliente. Un buen aislamiento puede comenzar con la elección de vidrios tintados que absorben una parte de la radiación solar.
El agua como gran aliada
El agua es un gran apoyo a la hora de refrescar la casa, ya que ayuda a absorber y dispersar el calor.
En los interiores, la evaporación del agua puede enfriar el aire circundante. Utilizar un equipo de refrigeración evaporativa es una excelente manera de bajar unos grados la temperatura ambiente.
Electrodomésticos y bombillas eficientes
Los electrodomésticos pueden generar una cantidad considerable de calor. Apagarlos cuando no están en uso ayudará a mantener la casa más fresca y evitar usarlos, en la medida de lo posible, durante las horas más calurosas del día.
De igual manera, las bombillas tradicionales contribuyen a elevar la temperatura de las estancias, pero si se cambian por bombillas LED o de bajo consumo no solo se rebajará la emisión de calor, sino que también se consumirá menos energía.
Trucos caseros para enfriar la casa
Existen multitud de trucos caseros que permiten rebajar unos grados la temperatura del interior de las casas o proporcionar mayor sensación de frescor. Los especialistas de Kronos Homes recomiendan los siguientes:
Toallas húmedas: colgar toallas húmedas en las ventanas puede ayudar a enfriar el aire que entra en la casa. Este truco resulta más efectivo en los días que corre brisa.
Bañeras de agua: colocar un recipiente grande, como un barreño, lleno de agua fría contribuye a reducir la temperatura de una habitación. El agua se evaporará lentamente, enfriando el aire circundante.
Ventiladores de techo: los ventiladores, entre ellos los de techo, crean una agradable corriente que permite que la temperatura interior sea percibida como más baja de lo que realmente es.
Sábanas de algodón: las sábanas de algodón son más transpirables que las confeccionadas con otros tejidos y pueden ayudar a dormir mejor las noches que hace mucho calor.
Andar descalzos sobre pisos fríos: quienes posean suelos de baldosas o de piedra pueden aprovechar que siempre están frescos para caminar descalzos y así rebajar la temperatura corporal.
Refrescar el cuerpo: beber mucha agua, comer alimentos frescos como frutas y verduras, disfrutar de platos típicos de la época estival como gazpacho, o darse una ducha fría ayuda a bajar la temperatura corporal.
Disfrutar de plantas de interior: algunas plantas, como el aloe vera o el ficus, contribuyen a que el mercurio no se dispare en el interior de la vivienda.
Fabricar un acondicionador de aire casero: llenar un tazón con hielo y colocarlo frente a un ventilador hará que el hielo se derrita y el ventilador arroje un aire más fresco.
Aprovechar las camas con dosel: las personas que tengan una cama con dosel pueden aprovechar la estructura para colgar sábanas húmedas que rebajen la temperatura de la habitación y permitan conciliar mejor el sueño.
Usar colores claros en la decoración: pintar las paredes de colores claros, usar tejidos apagados para el sofá, la cama o los cojines, y elegir puertas y muebles blancos ofrece una mayor sensación de frescor.
Usar ventiladores portátiles: los ventiladores portátiles pueden ser útiles para enfriar habitaciones o zonas específicas de la vivienda, y tienen la ventaja de que pueden transportarse de una estancia a otra.