Alma, Lucas, Bruno, Lola y Chloe son una familiar muy repostera, a la que le encanta pasarse horas en la cocina preparando diferentes recetas. Con la presentación de estos personajes (mamá, papá y tres hermanos) arranca Cuentos para minichefs (timunmas, 2023), un compendio de cinco historias con cinco recetas escrito por la pastelera Alma Obregón e ilustrado por Anna Villegas.
Tarta para el primer cumpleaños, helados caseros y saludables, tortitas integrales con manzana y canela, bizcocho de calabaza y galletas de Navidad (sin azúcar ni huevo). Esas son las cinco delicias que Obregón, conocida en redes como @alma_cupcakes, comparte con los más pequeños. Todas pensadas para que ellos cocinen solos (con la supervisión de algún adulto) y aprendan a comer de manera saludable.
Su libro, además, incluye siete consejos esenciales para “cocinar con peques”. Cosas básicas, pero que a veces olvidamos, llegadas directamente desde el horno de una de las reposteras más conocidas de las redes y del Canal Cocina. No tienen desperdicio, pues ella misma dice que las ha “descubierto con la experiencia de tener tres hijos cocinillas”.
Los 7 consejos de Alma Obregón
Cocinad en un lugar cómodo para todos. La encimera de la cocina no es el lugar ideal para que los niños cocinen: no verán lo que estáis haciendo. Obregón recomienda utilizar una torre de aprendizaje o, directamente, ponerse manos a la obra sentados en la mesa.
“Ellos ven mejor lo que hacen y pueden estar en su silla habitual, por lo que hay menos riesgo de que se caigan que si están subidos en una banqueta”, puntualiza en el libro.
Reúne todos los ingredientes con antelación. La recomendación de Obregón es clara: “Si te has olvidado de algo y los dejas [a los peques] a solas frente a frente con los ingredientes, puede que cuando vuelvas hayan hecho su propia receta”.
Para evitar tener que tirar a la basura un montón de alimentos mezclados ‘a lo loco’, lo mejor es poner encima de la mesa todo lo que necesitáis antes de llamarles para cocinar.
Adapta las recetas del libro. Obregón insiste en que las mezclas de su cuento pueden sufrir adaptaciones para celiacos, intolerantes a la lactosa o veganos. Algo que, además, ocurre con la mayoría de recetas que se pueden encontrar por internet.
Ella aconseja sustituir, si es necesario, la leche por alternativas vegetales o el huevo por una cucharada de semillas de lino trituradas con tres cucharadas de agua hirviendo. “Deja reposar unos 5-10 minutos antes de usarla”, escribe.
Conviértelo en un momento para aprender cocinando. Si están aprendiendo a leer, dice Obregón, aprovecha para que te ayuden leyendo la lista de ingredientes y las instrucciones.
“Aprovecha también para hablarles sobre el origen de las materias primas que utilizáis”, recomienda. Y añade: “Los peques son esponjas y cualquier omento es maravilloso para que aprendan datos interesantes”.
Utiliza utensilios adaptados. Cocinar implica manejas diferentes cucharones, tenedores, medidores… y cuchillos. Obregón recuerda que “existen unos cuchillos especiales, romos, que son perfectos para que te ayuden a cortar ingredientes blancos como plátano, calabaza asada, mantequilla…”.
Cuidado con el horno. ¿Alguna vez te has quemado sin querer con un fogón apagado (pero aún caliente) o con la puerta del horno? La pastelera aconseja que te asegures de que los niños estén lejos cuando “manipules algo caliente”. Porque “los movimientos de los niños son muy imprevisibles”, especialmente en la cocina.
Pasadlo bien. La esencia de su libro (y de sus consejos) es que disfrutéis en familia. “No importa que las cosas salgan perfectas […]. Lo que importa es que hagáis juntos la receta, que paséis un rato bonito y que, cuando sean mayores, tengan unos recuerdos maravillosos cocinando junto a sus seres queridos. Porque, al final, eso es lo más importante”, concluye.